El neoclasicismo es el movimiento literario y artístico que acompaña a la Ilustración. Los filósofos promovían que los hombres fueran libres, la sociedad más igualitaria, y por ende más fraternal, y de allí proviene el lema de la Revolución Francesa. Otra forma de decir lo mismo sería argumentar que la sociedad deber ser más equilibrada y menos asimétrica, que fueron principios aplicados por los autores neoclásicos en sus diferentes manifestaciones estéticas. Para comprender estas ideas y todas las que acompañaron al movimiento, es interesante revisar los planteamientos de los principales representantes del neoclasicismo.
Academicismo:
Qué es, características, artistas y obras de arte académico (arquitectura y pintura)
La característica esencial del neoclasicismo en la literatura se fundamenta en cuestiones de contenidos. Los temas que mayormente se tratan son los de la Ilustración, que se refieren a igualdad, libertad, educación y formas de gobierno, así como también los que enfatizan mensajes éticos o moralizantes. Adicionalmente, hay un interés especial en las obras de literatura grecorromanas clásicas, o que recrean esta cultura.
Seguidamente se presenta a un grupo de autores y obras de la literatura neoclásica, para que sea posible observar con ejemplos lo que se argumenta.
A pesar de que Pope fallece antes del inicio oficial del Siglo de las Luces, se le considera uno de los destacados precursores de la época neoclásica de la literatura y uno de los más importantes escritores del neoclasicismo. Pope fue un poeta de nacionalidad inglesa que admiraba el estilo clásico, especialmente famoso por sus traducciones de la Ilíada (1720) y la Odisea (1727), así como por sus poemas de carácter filosófico. Algunas de sus obras son:
Este filósofo, jurista y novelista francés, es mejor conocido como barón de Montesquieu por pertenecer a una familia de noble linaje. Gran parte de su obra, la cual representa fielmente las características literarias del neoclasicismo, fue muy controvertida e incluso prohibida por la Iglesia católica.
Uno de sus originales postulados fue que la historia no la hacen los hombres, sino las pasiones de la especie humana. Entre sus libros más conocidos destaca la novela neoclásica Cartas Persas (1721), una sátira que obtuvo un importante reconocimiento literario, además de otros como:
Voltaire es el apodo de uno de los más famosos autores del neoclasicismo literario: el filósofo, historiador, escritor y dramaturgo francés François-Marie Arouet, quien fue masón y se destacó especialmente por oponerse al fanatismo, lo cual está expresado en su conocida frase: “No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.
Dicen que el sobrenombre tenía relación con la palabra revoltoso. Fue adoptado cuando salió de La Bastilla, donde estuvo preso por un año debido a una sátira que escribió sobre un poderoso conde y las relaciones incestuosas con su hija.
Entre los autores literarios del neoclasicismo Voltaire es quien dejó la obra más extensa, considerando sus ensayos filosóficos y de historia, novelas, poemas y obras de teatro, donde destacan:
Samuel Johnson es uno de los más destacados autores de la literatura neoclásica del siglo XVIII. Incluso, este autor da el nombre a una de las tres épocas literarias del neoclasicismo, conocida como era de Johnson. En esta época se pone de moda lo popular y lo folklórico y se consolida el pensamiento racional.
Johnson fue un prolífico escritor inglés, poeta, dramaturgo y crítico literario, recordado por su pobreza desde que nació hasta su muerte, además de que tenía una visión limitada y era víctima de tics nerviosos.
La novela que lo hizo famoso fue: La historia de Rasselas, príncipe de Abisinia (1759), que escribió en pocos días para poder pagar los gastos funerarios de su madre. Otras de sus principales obras son:
Este filósofo y escritor suizo es otro de los principales representantes del neoclasicismo literario, aunque diversos autores lo catalogan como cercano al Romanticismo, que fue el movimiento que vino a continuación. Sin embargo, este autor refleja una narrativa neoclásica de acuerdo a los temas que aborda en su obra, a pesar de su visión anárquica.
Además fue músico, botánico y pedagogo. Poseía una personalidad paranoica y en su vida existen varios capítulos oscuros, como el hecho de abandonar a sus cinco hijos en un orfanato. Su pensamiento fue decisivo en cuanto a la inspiración de la Revolución Francesa, especialmente para los extremistas y radicales jacobinos. Las obras de Rousseau que sobresalen en la literatura del neoclásico son:
Diderot fue un escritor, enciclopedista y dramaturgo francés, que revolucionó el teatro y la novela por su estilo, marcando así las características del movimiento literario del neoclasicismo. Sobresalió por su teoría sobre la sensibilidad, por su pensamiento ateísta que lo llevó a la cárcel a raíz de una publicación considerada inmoral por la Iglesia, y por su fama de mujeriego.
Por otra parte, su pensamiento fue de avanzada para la época ya que defendió con vehemencia el derecho igualitario de las mujeres y la abolición de la esclavitud. Entre las obras literarias neoclásicas de este autor dentro del género narrativo destacan:
Kant, nacido en el Reino de Prusia, es considerado el filósofo más importante de la Ilustración debido a su influencia en los siglos posteriores, destacándose también por su gran conocimiento científico. Su obra representa lo más relevante de la literatura neoclásica y sus autores en cuanto al género de ensayo.
El ensayo que le dio mayor fama fue: Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración? (1784), donde explicó magistralmente todo el pensamiento de la época y puso de moda la frase Sapere Aude (atrévete a usar tu propia razón), la cual resume lo que fue este movimiento cultural. Entre otros ensayos reconocidos se encuentran:
José Cadalso fue un destacado representante de la Ilustración española y autor de relevantes obras literarias del neoclasicismo pertenecientes a los géneros de narrativa, poesía y dramaturgia. Nació en Cádiz y se educó con un tío jesuita, ya que la madre falleció de parto y el padre se fue para América.
También hizo carrera militar, alistándose en el Regimiento de la Caballería de Borbón que en 1762 invadió Portugal, y además fue Caballero de la Orden de Santiago. Por tal razón, utilizaba el apodo de El Militar en su quehacer literario. Entre sus obras más representativas vale la pena mencionar:
Perteneciente a una familia noble y nacido en Asturias, éste es otro de los mayores representantes de la Ilustración en España. Fue escritor, filósofo, jurista, pedagogo y miembro de la Real Academia de la Historia, dejando un importante legado en cuanto a tratados sobre leyes, economía y educación.
Debido a su pensamiento liberal tuvo problemas con Godoy, mano derecha de Carlos IV y según las malas lenguas amante de su esposa María Luisa. Por tal motivo, Jovellanos estuvo preso entre 1801 y 1808 en el castillo Bellver (Mayorca), siendo liberado luego del Motín de Aranjuez. Entre las obras del neoclasicismo literario de este autor destacan:
El madrileño Leandro Fernández de Moratín, poeta y dramaturgo representante de la literatura en el neoclasicismo español, es considerado uno de los grandes genios del teatro. Tuvo gran ascendencia en autores posteriores, incluso muy famosos en el siglo XX como Jacinto Benavente. Su especialidad era la comedia y como amante de lo caricaturesco fundó un grupo literario de tertulias que se llamó La sociedad de los acalófilos o amantes de lo feo.
Fernández de Moratín instauró una forma particular de hacer teatro, que consistía en no contar más de una historia, que la misma se desarrollara en un único ambiente, y que la trama transcurriera en un máximo de 24 horas. De sus obras más conocidas es importante mencionar las siguientes:
El pensamiento del neoclasicismo también se refleja en los temas de la pintura. Durante este período predominan los cuadros referidos a la mitología y a la historia –con gran énfasis en la cultura grecorromana- aunque también a lo religioso.
Igualmente prolifera el retrato, especialmente de los reyes y de la nobleza, ya que la mayoría de los pintores son contratados por las cortes con esta finalidad.
En cuanto a lo estético, la forma tiene más importancia que el color y se busca sobre todo el equilibrio, la simetría y las proporciones perfectas.
A continuación se listan los pintores representantes de la escuela neoclásica más destacados, con un ejemplo de su obra.
Maella fue un sobresaliente pintor del neoclasicismo español nacido en Valencia. Decoró con su pintura parte del techo del nuevo Palacio Real cuando se terminó de construir en 1765 y por su habilidad prodigiosa para los retratos fue nombrado Director de Cámara por Carlos III. Entre sus obras más destacadas están:
Kauffmann fue una pintura suiza que participó en la fundación de la Royal Academy of Arts de Londres. Se hizo famosa en toda Europa por su especial talento para los retratos y los cuadros históricos, los cuales se encuentran exhibidos en las más prestigiosas pinacotecas del mundo y entre los que no se pueden dejar de mencionar:
David es quizás el más destacado de todos los pintores del neoclasicismo. Estudió en Italia, donde estuvo en contacto directo con la cultura clásica y conoció las ruinas de Pompeya. A su regreso fundó una escuela muy famosa donde iban a estudiar pintores de todas partes. Por estar involucrado con el ala extremista de la Revolución Francesa y ser amigo de Robespierre fue detenido cuando éste fue derrocado. Luego, al ser liberado de la cárcel, fue contratado por Napoleón para ser su retratista. Entre las obras más relevantes de este autor están:
Regnault fue un pintor francés que siendo muy joven se hizo marinero. Posteriormente concursa con una de sus pinturas y gana una beca para estudiar en Italia, donde se desarrolla como artista prodigioso. Los temas de sus obras siempre versaron sobre mitología, historia y religión, pero a partir de 1795 comienza a plasmar otros aspectos más políticos, lo cual se inicia con su obra: La Libertad o la Muerte, llena de simbolismos acerca de la Revolución Francesa que para ese entonces estaba en pleno desarrollo. Otros de sus cuadros más reconocidos son:
Ingres fue un afamado pintor francés del neoclásico que alcanzó reconocimiento a nivel internacional. Estudió en la escuela de Jacques-Louis David en Paris y luego ganó una beca para Italia donde se quedó por 18 años. Volvió a Francia en 1841 y fue recibido con gran entusiasmo, ocupó diversos cargos públicos, fue condecorado con la Orden de la Legión de Honor, y se casó por segunda vez a la edad de 72 años. Entre sus obras destacadas están:
Al igual que sucede con la pintura, en la escultura también se busca la belleza a través del equilibrio, las proporciones y la sutileza de las imágenes. Adicionalmente, se utilizan sobre todo materiales de color blanco, porque lo importante es la forma.
Seguidamente se presentan los escultores más destacados del neoclasicismo, especialmente españoles, con una muestra de su obra.
Gutiérrez fue uno de los mayores representantes del neoclasicismo español en materia de escultura. Nació en Ávila y desde muy joven se dedicó al oficio de tallar imágenes religiosas, hasta que entró al taller del maestro Salvador Carmona. Posteriormente consiguió irse a estudiar en Roma, desde donde luego regresó formado para dedicarse a obras mayores y llegando a ocupar el cargo de Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Entre sus principales trabajos figuran:
Giraldo Bergaz nació en Murcia, pero desde muy joven se trasladó a Madrid con su familia y a los 14 años ingresó en la Real Academia de San Fernando. Allí obtuvo numerosos reconocimientos como destacado estudiante y logró un excelente nivel académico para comenzar su exitosa carrera profesional y ocupar, a partir del año 1807, el cargo de Director General del lugar donde estudió. Tres de sus obras más importantes son:
Nacido en Italia, Antonio Canova es el gran artista del neoclasicismo. Por su maestría sin par, ha sido considerado el mejor escultor europeo de todos los tiempos luego del genio del barroco Gian Lorenzo Bernini. También fue pintor, coleccionista de antigüedades, ávido lector y amante de la arqueología. Ocupó el cargo de Director de la Escuela San Lucas de Roma, donde se formaron los mejores escultores de la época, y desde su posición contribuyó a promocionar a muchos nuevos talentos.
Su obra es extensísima, y tan valiosa que todos los museos se la disputan, por lo que sus esculturas están repartidas entre una gran cantidad de países. Resulta difícil elegir, pero hay algunas que han causado especial sensación:
Álvarez Cubero nació en Córdoba pero pasó gran parte de su vida en el exterior. Estudió en la Real Academia de San Fernando en Madrid y luego solicitó una beca para París, la cual le fue otorgada, marchándose del país para regresar 26 años después. En Francia recibió múltiples reconocimientos por su desempeño y ganó varios concursos. Posteriormente se fue a Roma, donde sirvió por un tiempo a la Corte de Carlos IV en el exilio y produjo muchas obras. Entre las esculturas que se exhiben en Madrid están:
Solá nació en Barcelona y estudio dibujo en una academia gratuita, a disgusto de su padre que quería que se embarcara para América. A los 18 años, por casualidad, consiguió un trabajo haciendo esculturas de mármol para los jardines, donde aprendió el oficio. Decidió solicitar una beca para estudiar escultura en Roma, la cual consiguió y no volvió nunca más. Algunas de sus obras que se encuentran en Madrid son:
Dentro de la arquitectura neoclásica existen diversos estilos, pero en general se distingue por evocar las construcciones grecorromanas y por su proporción y simetría, así como por el predominio de las líneas rectas en las construcciones. A continuación se incluye una selección de las principales obras del neoclasicismo, especialmente de España.
Gabriel fue uno de los franceses neoclasicistas más relevantes en arquitectura. Se convirtió en el primer arquitecto de Luis XVI y realizó numerosas obras de gran belleza, que sobre todo consistieron en refaccionar muchas fachadas para darles el toque neoclásico de la época. Entre ellas llaman especialmente la atención:
Francisco Sabatini fue un arquitecto italiano que pasó la mayor parte de su vida en España al servicio de los Reyes, desde que Carlos III lo convocara y le diera el título de Maestro Mayor de Obras Reales. Sus obras se ubican mayormente en la Comunidad de Madrid y entre ellas merecen ser citadas:
El madrileño Juan de Villanueva fue el máximo representante del neoclásico español en arquitectura. Trabajó casi con dedicación exclusiva para la Corona Real y Carlos IV lo nombró Maestro Mayor. Madrid le debe gran parte de su fisonomía actual a Villanueva. Sus obras más famosas son:
Este arquitecto gaditano fue uno de los más relevantes representantes del neoclásico andaluz, quien también sobresale a nivel de toda España por la espectacular belleza de sus obras, entre las que resaltan tres ubicadas en Cádiz:
Colomer es otro notable arquitecto madrileño del neoclásico, que se destacó especialmente durante el reinado de Isabel II y desarrolló una importantísima labor en cuanto a la reconstrucción de edificaciones que habían sido dañadas por la guerra napoleónica en Madrid. Entre ellas destacan:
La literatura, artes plásticas y arquitectura de la Ilustración son denominadas neoclásicas, pero a la música se le suele llamar simplemente clásica, ya que no hay antecedentes en cuanto a registros musicales de los grecorromanos. Por lo tanto, cuando se habla del neoclásico musical o de la escuela neoclásica en música, lo que se toma en consideración es la época.
Una de las características de este período es que se produce un interés especial por la ópera, cuyo género está impregnado con el pensamiento neoclásico, lo cual implica volver la mirada hacia Grecia y Roma.
A continuación hacemos referencia a algunas obras y autores del neoclasicismo que representan el espíritu de estos tiempos.
Sacchini nació en una humilde familia de pescadores italianos y ese hubiera sido su destino a no ser porque el director del conservatorio de Nápoles lo escuchó cantar y le ofreció la oportunidad de formarse musicalmente. Aprendió a tocar el violín y con el tiempo compuso una gran cantidad de óperas y piezas de música sacra que lo hicieron famoso en buena parte de Europa. Debido a la temática, especialmente son obras representativas del neoclasicismo sus óperas: Alejando en la India (1769) y Escipión en Cartago (1770).
Hydn fue uno de los más destacados compositores representantes del neoclásico y se considera a este autor como padre de la sinfonía. Nació y permaneció la mayor parte de su vida en Austria, donde se desempeñó como músico de la corte. Fue profesor de Beethoven y muy amigo de Mozart y al igual que este último era francmasón. Compuso infinidad de sinfonías y música para cuartetos de cuerda, siendo dos de sus más famosas piezas: La Creación (1798) y Las Estaciones (1801).
Aunque no es muy conocido, Carl Ditters fue uno de los autores del neoclásico más prolíficos ya que compuso más de 120 sinfonías y 32 óperas. Nació en Austria y era violinista, instrumento que comenzó a tocar a partir de los seis años. La mayor parte de su vida trabajó como Maestro de Capilla en una pequeña localidad de Polonia llamada Breslavia, donde obtuvo un título nobiliario concedido por el príncipe-obispo de la ciudad. Posteriormente se enemistó con él y por tal razón pasó los últimos años de su vida en situación de pobreza.
Otro de los autores neoclásicos poco conocido es el italiano Boccherini, quien luego de estudiar música en Roma se vino a España cuando contaba 25 años, dicen que enamorado de una cantante de ópera con la que luego contrajo matrimonio y tuvo seis hijos. En Madrid comenzó a trabajar como músico de la Corte, en calidad de protegido del infante Luis Antonio de Borbón quien era hijo de Felipe V y su segunda esposa Isabel Farnesio. Una de sus más reconocidas composiciones de esta época se titula Música nocturna de las calles de Madrid (1780).
Brunetti es otro italiano que emigró a España siendo muy joven. Hay documentos donde se verifica que con 15 años ya estaba al servicio de la Corte y tocaba violín en la Capilla Real, cargo que ocupó durante los reinados de Carlos III y Carlos IV. Su música era totalmente desconocida hasta que en los años de 1960 fue descubierta por un músico estadounidense. Se considera que Brunetti es un autor prodigioso por su talento y porque sus composiciones tienen todas las características del neoclásico en su expresión más pura.
Salieri fue uno de los más reconocidos compositores representantes del neoclasicismo, ya que músicos sobresalientes como Beethoven, Schubert y Liszt, entre muchos otros, fueron sus alumnos. Durante la mayor parte de su vida estuvo al servicio de la Corte de Viena como Maestro de Capilla y desde allí se enfrentó a las acusaciones de Mozart, quien en múltiples ocasiones lo tildó de plagiario.
Adicionalmente, cuentan que existieron sospechas acerca de que Mozart hubiera muerto por envenenamiento y Salieri resultó ser el presunto culpable, aunque luego se descartó la hipótesis. Pero lo más curioso es que Salieri siendo ya muy viejo perdió el juicio y también decía que había matado a Mozart.
Entre los principales autores del neoclasicismo sin duda el austríaco Mozart es el más destacado. Incluso el talento de Mozart trasciende su época y está considerado como uno de los compositores más importantes en toda la historia de la música. Desde pequeño demostró ser un niño prodigio, ya que a los cinco años componía y leía las partituras sin el menor esfuerzo.
Cuando tenía 17 años fue contratado como músico de la Corte, pero al morir el príncipe-arzobispo que lo protegía comenzó a tener problemas con el nuevo y perdió el trabajo, por lo que pasó bastantes épocas de dificultades económicas, aunque otras de mucha bonanza debido a los conciertos que daba, a los que acudía un gran público.
Süssmayr fue el alumno predilecto de Mozart y el encargado de terminar el Requiem que el maestro dejó inconcluso al morir. Además, por solidaridad con la familia, se ocupó de acompañar a Mozart hasta el último momento y tomar nota de sus deseos para los funerales. Comenzó sus estudios muy joven, cuando se escapó de su casa a los 13 años para ingresar a un convento, llegando a ser un violinista destacado. Luego del fallecimiento del maestro obtuvo un cargo de en la Corte.
Beethoven, nacido en Alemania, es otro de los grandes músicos de la historia. Su obra, compuesta por sinfonías, música sacra y hasta una ópera, abarca gran parte del período cultural denominado clasicismo y se extiende hasta el Romanticismo, tomando algunas características de este último. Al igual que Mozart, Ludwig demostró un gran talento musical desde pequeño, dando su primer concierto cuando tenía sólo 7 años y componiendo su primera pieza a los 11.
Este genio de la música no tuvo una vida fácil. Cuando tenía 17 años falleció su madre y pocos años después el padre que estaba en la cárcel, por lo que tuvo que encargarse de mantener a sus hermanos menores. Después, a los 27 años comenzó a padecer de sordera, la cual según dicen fue producto de una sífilis que contrajo por esa época. Además, cuentan que era tan aficionado a la bebida como su padre.
Spontini fue un reconocido compositor de ópera y director de orquesta italiano. Luego de trabajar para la Corte de Palermo por un buen tiempo, pasó toda su vida ente Berlín y París donde alcanzó gran fama y recibió numerosas distinciones. Su música fue tan reconocida que hasta Napoleón utilizó una de sus piezas como tema de campaña propagandística en España. Su ópera más reconocida se llamó La Vestale (1807), la cual se ubica en la Roma del año 269 a.C.
En la Ilustración, y por ende en el período neoclásico, también se dedicó mucho pensamiento al tema de la economía y la forma en que una nación podía generar riqueza. Al respecto, se crearon dos escuelas neoclásicas de economía, que no eran opuestas sino que se enfocaban en aspectos diferentes.
Por un lado estaba la corriente neoclásica denominada fisiocracia y por el otro el liberalismo. La primera postulaba que la base de toda la riqueza está en la agricultura y criticaba el mercantilismo, mientras que la segunda defendía la idea de que la única forma de alcanzar la prosperidad era mediante el trabajo del hombre sin importar la actividad.
A continuación se hace mención a cinco ilustres economistas representantes del período neoclásico, así como a sus obras más importantes.
Quesnay se graduó en medicina y trabajó como doctor de Luis XV en el Palacio de Versalles. Por otra parte, era hijo de un gran hacendado. Se interesó por la economía y ambas experiencias le sirvieron para elaborar su teoría fisiocrática junto con Turgot. Uno de los lemas era: “Campesinos pobres, reino pobre; reino pobre, rey pobre”. Adicionalmente, basado en sus conocimientos anatómicos, ideó un sistema de flujo de mercancías inspirado en el aparato circulatorio. Sus obras fueron:
Gournay fue un exitoso comerciante francés que ocupó el cargo de superintendente. Consideraba que el desarrollo industrial estaba a la par en importancia con respecto a la producción del campo, y promovía las libertades en cuanto a la producción de bienes y el comercio tanto nacional como internacional, que son características de la escuela neoclásica del liberalismo. Sus obras fueron:
Smith fue un destacado filósofo y economista nacido en Escocia, creador del modelo neoclásico económico liberal. Es el primero de la historia en abordar los problemas económicos con una óptica científica y por tal razón es considerado el padre de la economía moderna. Su principal postulado es que la división del trabajo y la libre competencia son los motores fundamentales del desarrollo económico. Sus obras más importantes son:
Turgot fue un economista y político francés que fundó, junto con Quesnay, la escuela económica fisiocrática. Durante el reinado de Luis XVI llegó a desempeñar un importante cargo como Auditor del Reino y aprovechó la oportunidad para hacer algunas reformas. Pero estas medidas tomadas por Turgot afectaron los intereses de los dueños de las tierras y por tal motivo le hicieron la guerra hasta que el Rey lo destituyó. Sus obras más importantes fueron:
Ricardo fue un reconocido economista inglés descendiente de judíos y partidario de las ideas de Smith. Es considerado el padre de la macroeconomía debido a sus estudios sobre la interdependencia de diferentes factores socioeconómicos. Uno de sus análisis, que aparte de resultar muy polémico lo hizo famoso, se refiere a la relación entre los sueldos, el costo de los productos y la población, de acuerdo a las leyes de la oferta y la demanda. De todos sus libros los más destacados sobre el tema son:
Es impresionante observar cuánto talento se concentró en cada una de las áreas del saber durante esta época y cómo los representantes del neoclasicismo lograron tanta coherencia. Se podría decir que los autores neoclásicos, aunque no cambiaron al mundo, sí demostraron que es posible