Cultura

Avatar: la leyenda de Aang. Una historia épica sin final feliz

Cualquier fanático de las creaciones animadas seguramente habrá visto en algún momento de su vida Avatar: la leyenda de Aang.

Se trata de una obra que pertenece al culto de los iniciados en este mundo artístico. Vio la luz por primera vez de la mano de Nickelodeon en el año 2005, cosechando éxito tras éxito hasta 2008, cuando la serie llegó a su fin.

Sus creadores, Michael DiMartino y Bryan Konietzko estaban convencidos de que con esta sería había llegado su gran momento. Y sin duda lo aprovecharon, pues hasta el día de hoy cuentan con la vasta legión de seguidores que les han convertido en leyendas vivientes del género.

La serie tuvo tres temporadas. Las dos primeras estuvieron compuestas de 20 capítulos y la tercera de 21. Durante todos estos capítulos se desarrolló una auténtica historia épica.

Una historia épica

La serie se desarrolla en un mundo donde las conexiones entre el plano físico y el metafísico están a la orden del día, por lo que no solo hay seres humanos y animales totalmente excepcionales, también manejan ciertos poderes asociados a los elementos de la naturaleza.

Las zonas que forman el mundo son cuatro, cuyos habitantes son especialistas manipulando mágicamente un elemento: la llamada Tribu Agua, que se encuentra en los polos norte y sur; los Nómadas Aire; el Reino Tierra y la Nación del Fuego, quien ha iniciado una guerra cruenta para hacerse con el dominio total del resto de las naciones.

El motivo es que el Avatar lleva décadas sin aparecer. Se trata de un humano que puede dominar sin problemas todos los elementos anteriormente descritos y, por ende, es un factor de equilibrio y balance entre los planos terrenal y espiritual. Su existencia garantiza la paz entre todos.

Por lo general, el espíritu del Avatar se reencarna constantemente en cada una de las naciones, pero, por alguna razón, cuando comienza la historia esto aún no ha ocurrido. Eso ha creado un desequilibrio de poderes que ha favorecido a la Nación del Fuego, que ha emprendido una hazaña de conquista del resto de los territorios.

Sin embargo, a quien le corresponde ser el Avatar en esta ocasión, un maestro muy joven de nombre Aang, le da la espalda a semejante responsabilidad, lo que le lleva a encerrarse en un bloque de hielo junto a un bisonte, de nombre Appa, que tiene la faculta de volar.

Una vez pasado el tiempo, los personajes Katara y Sokka lo encuentran, lo que marca el inicio de una experiencia totalmente maravillosa para los espectadores.

Años después, Netflix lo revive…, a medias

Por suerte para sus seguidores, Netflix se la jugó para llevar esta serie a un live-action en asociación con Nickelodeon. Al parecer, el asunto había marchado tan bien que los creadores originales aparecerían en calidad tanto de autores-guionistas como de productores ejecutivos.

Y, al parecer, pudieron llevar a cabo las tres temporadas relativas al tema original, pero muchos televidentes estaban interesados en conocer más sobre la vida de ese maestro de los cuatro elementos.

Sin embargo, justo cuando la ilusión por conocer esta faceta desconocida del personaje llegó a su cénit, ocurrió algo inesperado: se canceló la cuarta temporada.

Cuando se le preguntó al guionista de esa serie, Aaron Ehasz, contestó que privó un criterio comercial, pues la directiva prefirió realizar la película “The Last Airbender” antes que la serie.

Esta decisión resultó ser un error garrafal, pues la cinta por la que apostaron no gustó nada al público. No solo se cambiaban cosas elementales dentro de la historia, sino que también se empleaba whitewashing (blanqueamiento cinematográfico) al incluir actores que no se correspondían con el carácter étnico de los principales protagonistas de la serie original.

Prolegómenos de algo que no fue

Al preguntarle a Ehasz de qué hubiese tratado la cuarta temporada, de haberse producido, este desveló que hubiese sido sobre la princesa Azula y la relación que llegó a entablar con Zuko, su hermano. Como se sabe, Zuko se hizo con el título del señor del fuego una vez que Ozai, su padre, fue derrotado en la lucha con el Avatar.

Pese a todo, los fans de “Avatar: la leyenda de Aang” aún esperan con paciencia y determinación que alguna productora decida terminar este apasionante proyecto que ha quedado a medias.

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