En una destacada comparecencia ante el Congreso, la máxima autoridad del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, abordó de manera exhaustiva la delicada situación en el mercado del alquiler residencial.
El gobernador del organismo expresó una advertencia contundente sobre las posibles consecuencias adversas de establecer controles regulatorios sobre los precios del arrendamiento de viviendas.
El análisis presentado por Hernández de Cos reveló desajustes alarmantes entre la oferta y la demanda en el segmento del alquiler residencial, especialmente en los núcleos urbanos de gran tamaño.
Según explicó, estos desequilibrios afectan de manera desproporcionada a los grupos de población con ingresos más bajos, como los jóvenes y los inmigrantes, quienes se enfrentan a precios de alquiler excesivamente elevados debido a la insuficiente oferta disponible.
Ante esta realidad compleja, el Banco de España enfatizó la necesidad de adoptar un enfoque de reformas a largo plazo y de amplio alcance, en coordinación entre las distintas administraciones.
El organismo advirtió que las soluciones a corto plazo, como la regulación y limitación de los precios del alquiler, podrían resultar contraproducentes y generar efectos indeseados significativos en forma de una menor oferta de viviendas en el mediano plazo.
La preocupación expresada por Hernández de Cos encuentra eco en diversos análisis y estudios realizados por expertos en el ámbito inmobiliario y económico.
Numerosos informes han advertido sobre los riesgos asociados a la implementación de controles de precios en mercados con desequilibrios estructurales entre la oferta y la demanda.
Según estos análisis, la regulación de los precios del alquiler podría desincentivar a los propietarios de viviendas a ofrecerlas en el mercado de arrendamiento, lo que a su vez reduciría aún más la disponibilidad de unidades para satisfacer la creciente demanda.
Esta situación podría generar un efecto contrario al deseado, exacerbando la escasez de oferta y provocando un aumento adicional de los precios en el mediano y largo plazo.
Además, los expertos han señalado que los controles de precios pueden tener consecuencias no intencionadas, como una menor inversión en el mantenimiento y mejora de las propiedades en alquiler, lo que a su vez podría afectar negativamente la calidad de vida de los inquilinos y la sostenibilidad del parque inmobiliario en general.
«Los controles sobre los precios del alquiler podrían acabar incluso generando efectos indeseados significativos en forma de una menor oferta en el medio plazo», afirmó Hernández de Cos durante su comparecencia.
Asimismo, el gobernador del Banco de España destacó los riesgos de implementar incentivos fiscales o apoyos a la demanda en un contexto de rigidez en la oferta.
Indicó que simplemente que los precios van a aumentar y van a ser los propietarios de las viviendas los que van a verse, en último término, beneficiados de esas deducciones fiscales.
En lugar de medidas a corto plazo, el Banco de España abogó por enfocar los esfuerzos en estimular la oferta de viviendas en alquiler, promoviendo la profesionalización del sector y generando economías de escala.
Hernández de Cos sugirió promover la profesionalización del mercado de alquiler de manera que se pudieran aprovechar las economías de escala y la diversificación del riesgo asociadas a una mayor dimensión de la cartera de viviendas gestionadas.
Además, el organismo instó a reforzar la seguridad jurídica, la certidumbre regulatoria y a mejorar la gestión de los procesos administrativos relacionados con las políticas de suelo y urbanismo.
Todo esto con el objetivo de facilitar el aumento de la oferta de viviendas en alquiler a largo plazo.