Una nueva investigación clínica confirma lo que se ha dicho durante mucho tiempo: pasar tiempo al aire libre puede mejorar la salud. Esto es incluso mejor si este tiempo al aire libre se pasa en un bosque, recibiendo los llamados “baños de bosque”.
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Algunos ensayos clínicos demuestran que los baños de bosque no solo reducen los niveles de estrés, sino que también estimulan los glóbulos blancos y mejoran la salud cardiovascular. También se han encontrado significativos resultados de sus efectos para aliviar la depresión.
Los baños de bosque no son una nueva moda de la medicina occidental. En realidad, se originaron en los monasterios europeos entre los siglos XI y XIV, que contaban con jardines terapéuticos donde se podía cultivar plantas medicinales y alimentos.
De hecho, pasar tiempo en el bosque se convirtió en parte de las costumbres para la población de la edad victoriana en Inglaterra, donde se tenía la firme creencia que el aire contaminado era el causante de enfermedades, mientras que el aire limpio del bosque podía curar.
Una de las publicaciones más recientes respecto a los baños de bosque, escrita en 2018 por Qing Li, indica que un paseo por el bosque reduce la presión arterial, mejora el nivel de concentración y aumenta la energía. También estimula el sistema inmune, disminuye los niveles de azúcar en la sangre y, quizá el descubrimiento más importante, incrementa la producción de proteínas anticancerígenas.
Todos estos beneficios que se obtienen de los baños de bosque se deben a los fitómidos, aceites producidos por los árboles para protegerse de las bacterias.
Como era de esperar, con tantos beneficios que ofrecen los baños forestales, era solo cuestión de tiempo que se comercializaran.
Desde el 2015 en Canadá ha aumentado el número de guías certificados en terapia forestal, llegando a haber al menos unos 150 terapeutas en todo el país.
En Atlanta, Georgia, un centro médico comenzó a ofrecer los baños de bosque especialmente a sus pacientes de cáncer, en los predios del Chattahoochee Nature Center.
Pero los baños de bosque también pueden aprovecharse por iniciativa propia, sin necesidad de tener que pagar por ello para aprovechar todos los beneficios que aportan a la salud.