El ‘Barómetro de Riesgo País’ de Coface proyecta un crecimiento del PIB español del 1,3% en 2024
Euros (Markus Spiske)
En un clima de incertidumbre global caracterizado por conflictos regionales, eventos geopolíticos, cambios regulatorios y una inflación persistente, la economía española se perfila para experimentar un crecimiento moderado en el presente año, según el ‘Barómetro de Riesgo País’ elaborado por Coface.
El informe proyecta una expansión del 1,3% en el Producto Interior Bruto (PIB) de la nación ibérica durante 2024, una cifra positiva pero inferior a los registros de años anteriores.
Las voces expertas coinciden en que, si bien el panorama económico español apunta hacia una tendencia favorable, será indispensable la implementación de reformas integrales para garantizar un crecimiento sostenido a largo plazo.
Entre las prioridades más apremiantes, se destacan aquellas orientadas a mitigar los efectos de la deuda pública, mejorar la productividad, abordar la elevada tasa de desempleo juvenil, contrarrestar el envejecimiento de la fuerza laboral y fomentar la inversión en capital tecnológico e innovación.
Esta perspectiva fue presentada durante la 27ª edición de la Conferencia de Riesgo de País de Madrid, organizada por Coface en colaboración con CaixaBank.
El evento congregó a cerca de 200 directores financieros y empresarios, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar los análisis de expertos en economía y riesgo país, quienes ofrecieron una visión global de los desafíos y oportunidades que moldean el panorama geopolítico y económico mundial y español.
Guillermo Rodríguez, consejero delegado de Coface en España, señaló que el contexto económico actual se encuentra influenciado por una multitud de factores, como conflictos en diversas regiones, elecciones presidenciales y legislativas, cambios regulatorios, incertidumbre en las políticas monetarias y fiscales, así como una inflación persistente.
«En consecuencia, nuestro escenario central se asemeja más a una cresta que a un bulevar y hay muchos riesgos asociados a los que debemos hacer frente», advirtió Rodríguez.
En su intervención, Rodríguez también arrojó luz sobre el futuro del sector empresarial, indicando que este entorno económico adverso hará que las empresas se enfrenten a una situación difícil, con un nuevo aumento de las insolvencias en 2024, aunque a un ritmo menor que el año pasado.
Además, los expertos destacaron la relevancia de las próximas elecciones europeas y su impacto en temas cruciales como la seguridad, el crecimiento económico, la competitividad, el pacto verde, la inmigración, el fortalecimiento de la democracia y el crecimiento empresarial.
Su capacidad tras los resultados para avanzar hacia una mayor autonomía estratégica y para enfrentar estos desafíos será primordial en un escenario global tan cambiante.
En este sentido, los analistas subrayan la importancia de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, previstas para junio de 2024.
El resultado de estos comicios tendrá implicaciones significativas en la conformación de las instituciones y la agenda política de la Unión Europea para los próximos cinco años.
Otro factor clave a considerar es el impacto de la guerra en Ucrania en la economía española. Si bien España no cuenta con una exposición directa significativa a los mercados ruso y ucraniano, los efectos indirectos, como la escalada en los precios de la energía y las disrupciones en las cadenas de suministro, han repercutido en diversos sectores económicos nacionales.
Asimismo, los expertos destacaron la necesidad de abordar de manera efectiva los desafíos estructurales que enfrenta la economía española, tales como la baja productividad, la dualidad del mercado laboral y la brecha en materia de innovación y digitalización.
Abordar estas cuestiones será crucial para impulsar la competitividad y la sostenibilidad del crecimiento económico a largo plazo.
En cuanto al sector empresarial, se espera que las compañías continúen enfrentando un entorno desafiante, con un aumento de las insolvencias corporativas. No obstante, el ritmo de incremento se prevé menor al registrado en 2023, lo que podría interpretarse como una señal de estabilización gradual.
