Las actividades extraescolares son el eterno dilema para los padres. Elegir entre clases de pintura, de baile o actividades deportivas parece una tarea fácil, pero no lo es si se tiene en cuenta cómo esta elección puede influir en la correcta formación del menor.
No se trata de un pasatiempo, sino de un aspecto fundamental de la educación. El objetivo siempre debe ser incentivar patrones de conducta sanos, que vayan en armonía con su bienestar y con el de su entorno.
Entre los deportes que fusionan aspectos físicos, sociales y ambientales, el surf es uno de los más completos. Por un lado, el ejercicio físico aumenta la agilidad y la fuerza y, por otro, ayuda al aprendizaje de valores como la disciplina y la autosuperación.
En el surf no hay edades. Aunque hay pequeños que se suben a una tabla a sus 3 años, los instructores aconsejan que se empiece a surfear a partir de los 7 ó 9 años. Es el rango de edad promedio en el que llegan a un grado de desarrollo motor, de coordinación y equilibrio y ya tienen habilidades para nadar o mantenerse a flote.
Beneficios del surf para los menores
El surf camp para menores son campamentos para niños, jóvenes y adolescentes menores de edad que organiza Art Surf Camp en la playa de Razo, en Galicia, desde hace unos 15 años.
En estos campamentos los pequeños disponen de un espacio para desarrollarse como personas, para reconocer sus propios límites y para ampliar su capacidad de relacionarse con los demás.
Los responsables de esta actividad explican los enormes beneficios que aporta a los niños el practicar una actividad como el surf y permanecer en un ambiente especializado y rodeados de otros niños que comparten los mismos intereses:
Un deporte completo
Practicar el surf desde temprana edad mejora la coordinación y el equilibrio, tonifica y fortalece los músculos, mejora las capacidades motoras y cardiorespiratorias, y aumenta la flexibilidad y la agilidad.
Entrando en más detalle, los niños que practican surf mejoran su capacidad pulmonar, su resistencia y amplían la fuerza de grupos musculares en brazos, abdomen, piernas, espalda y glúteos, tonificando en profundidad estas zonas del cuerpo.
Un deporte social y metódico
A pesar de lo que pueda parecer, el surf no es un deporte individualista, ya requiere del trabajo en equipo. Por ello, cultiva la disciplina y la empatía.
Los niños toman consciencia de sus responsabilidades, se entusiasman por participar en tareas colaborativas, comprenden la importancia de seguir las normas y aprenden a tomar decisiones y a valorar riesgos.
Además, comienzan a valorar y a tomar como ejemplo los logros y actitudes de otros deportistas.
Un deporte psicológico y psicosocial
La práctica del surf en edades tempranas agudiza la concentración, reduce la carga de hiperactividad, controla los nervios, disminuye la timidez y minimiza el egocentrismo.
Es una actividad deportiva que también funciona como herramienta para ganarle la batalla a los temores con constancia y autosuperación.
A su vez, mejora el rendimiento académico y fomenta el crecimiento psicológico y psicosocial.
Un deporte ecológico
El surf se puede practicar a lo largo de todo el año. Enseña a los niños a adaptarse a las condiciones meteorológicas y a respetar el entorno, inculcándoles un sentido ecológico y de cuidado y mantenimiento de la naturaleza y el océano.
Los cursos del campamento de surf Artsurfcamp se adaptan a todos los niveles, desde principiantes hasta los más avanzados.
Sus años de actividad y la experiencia de los monitores, todos ellos profesionales titulados, hace que Art Surf Camp esté considerado como uno de los mejores campamentos de surf de España.
