El autor de Sherlock Holmes, Sir Arthur Conan Doyle, fue un hombre que, si bien era médico, la escritura se le daba de forma maravillosa. Pudo escribir de diversos temas como deporte, historia, cuentos y novelas sobrenaturales, pero lo que más brilló sobre todos sus textos fue la ficción del detective Holmes… ¿Qué hizo el escritor para lograr el éxito? A continuación, se explica en esta breve biografía de Arthur Conan Doyle.
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La biografía de Arthur Conan Doyle: resumen de su historia
Arthur Ignatius Conan Doyle nació el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo, Escocia. Su padre fue Charles Altamont Doyle, un artista que no tuvo logros notables, quizás porque era un alcohólico crónico.
Cuando tenía 22 años, Charles se casó con Mary Foley, una joven educada de 17 años que tenía gran pasión por la lectura y le gustaba narrar libros. De hecho, según los relatos de Arthur, su madre tenía el don de “hundir su voz en un susurro horrorizado» cuando llegaba al punto culminante de una historia.
La familia se aferraba a su fe católica, pero eso no mantenía la armonía del hogar, puesto que su padre mantenía un comportamiento errático y gastaba el dinero en sus excesos. No obstante, para la buena suerte de Arthur, el lado adinerado de su linaje se ofreció a cubrir los gastos de sus estudios y se fue a Inglaterra con solo nueve años.
El joven Arthur Conan Doyle
La juventud puede llegar a ser muy triste a veces, tal como lo reflejan las crónicas de Arthur Conan Doyle, biografía que tiene sus raíces en un internado jesuita, donde pasó siete años de estudios y vivió días agotadores e insoportables debido a lo estricta que era la educación en aquel tiempo.
Pasaba el trago amargo cuando se escribía con su madre a través de cartas, un hábito de felicidad que se volvió parte de la vida de ambos.
A Arthur le gustaba el cricket y también notó que había heredado el talento de su madre para contar historias. Se la pasaba rodeado de un grupo de estudiantes más jóvenes totalmente maravillados por los cuentos que él creaba para entretenerlos.
En 1876, Arthur Doyle se graduó a los 17 años y prefirió estudiar medicina a seguir la carrera artística familiar. Se había inspirado en el doctor Bryan Charles Waller, un joven que se formó en la Universidad de Edimburgo y fue inquilino de su madre, quien aprovechó su estadía para cubrir los gastos del mes.
Arthur también se fue a la Universidad de Edimburgo y ahí conoció a grandes hombres, pero quedó fascinado por uno de sus maestros, el doctor Joseph Bell, a quien describió como “observador, lógico, deductivo” y con gran capacidad de diagnóstico, cualidades que más tarde serían la columna vertebral del célebre detective Sherlock Holmes.
Continuación de la biografía de Arthur Conan Doyle: sus primeras historias
Un par de años después de sus estudios, Arthur quiso escribir una historia corta, la cual se tituló El misterio del valle de Sasassa (1879), una obra que combinaba un poco de Edgar Allan Poe y Bret Harte, sus autores favoritos. La historia se publicó en una revista de Edimburgo llamada Chamber’s Journal, donde también salió a la luz el primer trabajo de Thomas Hardy.
En 1879, la London Society publicó en su especial de Navidad su segunda historia, The American’s Tale, la cual escribió de forma anónima y no con el nombre de Arthur Conan Doyle como sugieren algunas fuentes. En este segundo intento, narra la historia de Joe ‘Alabama’ Hawkins y Tom Scott discutiendo en el bar Simpson’s en Montana y como todo termina en una muerte misteriosa.
Arthur Conan Doyle y Sherlock Holmes
En 1881, Conan Doyle obtuvo su título de «Licenciado en Medicina y Maestría en Cirugía» y, después de varios años de ejercicio de su carrera, se casó en 1885 con Louisa Hawkins (1857-1906), hermana de uno de sus pacientes. Un año después, se animó a escribir la historia que lo llevaría a la fama: A Study in Scarlet.
La novela se publicó en Beeton’s Christmas Annual, donde el mundo conoció por primera vez al icónico Sherlock Holmes y a su compañero, el Doctor Watson, personajes que fueron los héroes ficticios de Inglaterra.
Desde esa primera entrega, proliferaron como nunca antes los fanáticos del misterio en toda Inglaterra, quienes se obsesionaron hasta por los más mínimos detalles de la historia de esta primera edición, como la edad de Sherlock Holmes e incluso el contexto de la familia del personaje.
Parte importante del éxito de Doyle eran los detalles que llenaban de personalidad a sus historias, por ejemplo, a pesar de que el nombre completo de Sherlock Holmes era William Sherlock Scott Holmes, prefería ser llamado únicamente por su segundo nombre y su último apellido, como sinónimo de un hombre experto en resolver misterios, recopilar evidencias y por su razonamiento deductivo.
El legado del autor de Sherlock Holmes
Tras el lanzamiento de A Study in Scarlet, Arthur era más conocido como escritor en los Estados Unidos que en Inglaterra. En agosto de 1889, Joseph Marshall Stoddart, el jefe de redacción de la revista mensual Lippincott en Filadelfia, visitó Londres e invitó al autor Arthur Conan Doyle a cenar en el Langham Hotel.
Como resultado de esa reunión, donde también estuvo Oscar Wilde, Stoddart le solicitó a Conan Doyle que escribiera una novela corta, El signo de los cuatro, la cual se publicó en ambas naciones en febrero de 1890. La historia sirvió para sellar el destino de Arthur Doyle y Sherlock Holmes y llevar sus nombres a la cima de la literatura detectivesca y de ficción.
Pero el legado no solo estuvo marcado por el detective, sino también por los hijos de Arthur Conan Doyle: Mary Louise (1889-1976), Alleyne Kingsley (1892-1918) y su esposa, quienes le dieron la fortaleza para decidirse de una vez por todas a tomar en serio la escritura, un trabajo que sería el más rentable de su vida.
A pesar de que Conan Doyle quería ser reconocido por sus otras novelas, entendió que era Holmes su sello de oro y trabajó en ello. La imagen ilustrada de Sherlock Holmes fue creada por Sidney Paget, quien tomó como referencia a su hermano Walter para darle una cara al gran detective. Esa colaboración fue crucial para que el autor y el artista obtuvieran la fama mundial.
La muerte de Arthur Conan Doyle
Cuando murió su hijo Kingsley en la Primera Guerra Mundial, Conan Doyle se interesó mucho más por el espiritismo y el ocultismo. Viajó por América, Australia y África, pero gastó tanto dinero que se vio en la necesidad de buscar mayor establecimiento económico. Escribió libros y fungía como psíquico.
En el otoño de 1929, a pesar de haber sido diagnosticado con angina de pecho, Conan Doyle hizo una gira psíquica por Holanda, Dinamarca, Suecia y Noruega. Mientras navegaba, sintió un dolor tan intenso que tuvieron que llevarlo a tierra firme y quedó postrado en cama a partir de ese momento.
¿Cómo murió Arthur Conan Doyle?
Después, en la primavera fría del 7 de julio de 1930, se levantó de la cama y, sin ser visto, salió al jardín. Pasados varios minutos, lo encontraron tirado en el suelo, con una mano agarrando su corazón, la otra sosteniendo una sola campanilla blanca. Así fue como Arthur Conan Doyle murió realizado y rodeado de su familia.
Las obras más importantes del autor de Sherlock Holmes
Muchas de las obras del escritor que se consideran populares son aquellas que siguen las aventuras del detective Holmes, pero Conan Doyle tiene una rica bibliografía de otras novelas e historias que dejaron su nombre en alto.
Los 10 libros más famosos del autor de Sherlock Holmes
Entre libros, colecciones, novelas, poemas, cuentos, libros, folletos y operetas, Arthur Conan Doyle acumuló unos 304 escritos. Los más famosos son los que forman parte de este top 10:
1. Las memorias de Sherlock Holmes (1894)
En esta historia, el famoso detective y su fiel compañero, el Dr. Watson, resuelven el caso que se convertirá en uno de los más extraños y extraordinarios que alguna vez hayan abordado. No solo tratan de encontrar al caballo de carreras Silver Blaze, sino que también buscan resolver el curioso misterio de un ritual llevado a cabo por un criminal que está planeando la caída Holmes.
2. La compañía blanca (1891)
Esta es una de las varias novelas históricas que publicó Doyle, la cual sigue a un grupo de dedicados arqueros, liderados por el guerrero Sir Nigel Loring, en su recorrido por Inglaterra, Francia y España, mientras luchan en la Guerra de los Cien Años. En la historia, Arthur aprovecha para contar cómo fue el amor entre él y la hija de Loring.
3. Las hazañas del brigadier Gerard (1896)
Después de la muerte de Sherlock Holmes, Conan Doyle comenzó una nueva serie de cuentos sobre el general de brigada Esteban Gerard, un oficial del ejército de Napoleón que es temerario y valiente, sincero e inquebrantable y leal al emperador. El escritor escocés se inspiró en los relatos de combatientes de la era napoleónica.
4. El mundo perdido (1912)
Doyle también publicó varias obras de ciencia ficción en su intento de ser considerado un “escritor serio” y entre dichas obras figura El mundo perdido, la primera de cinco novelas de la conocida serie El profesor Challenger, quien se propone recuperar su reputación al demostrar que las criaturas que se creían extintas en realidad viven en la cuenca del Amazonas.
5. El sabueso de los Baskerville (1902)
Esta es una de las mejores novelas policiacas jamás escritas y está ambientada en Bakersville Hall, Inglaterra. En la historia, Sherlock Holmes y su fiel amigo, el Dr. Watson empiezan a investigar la leyenda de un sabueso sobrenatural y, durante su investigación, surgen varios otros misterios que esconden una verdad dramática.
6. Las aventuras de Sherlock Holmes (1892)
Sherlock Holmes es conocido por ser el terror de los criminales en todas partes, puesto que él y Dr. Watson siempre dan con la verdad. Las aventuras de Sherlock Holmes es la primera colección de casos del detective consultor y, en esta entrega, Doyle muestra cómo el equipo resuelve doce misterios asombrosos y desconcertantes.
7. El abismo de Maracot (1929)
Fue uno de los últimos trabajos publicados de Doyle antes de su muerte. El libro de ciencia ficción sigue al profesor Maracot, quien se dirige a una expedición de exploradores y científicos al fondo del Océano Atlántico, los cuales están a punto de toparse con el mundo de la raza perdida de los atlantes y de envolverse en una lucha del bien contra el mal.
8. Un estudio en escarlata (1887)
La primera vez que se supo quién era Sherlock Holmes fue en Un estudio en escarlata, un libro en el que se presenta el primer misterio de Holmes y Watson, quienes deben viajar hasta el sur de Londres para investigar la muerte de un hombre cuyo rostro se convirtió en una máscara retorcida de horror. Ambos descubren una trágica historia de amor y venganza.
9. El valle del miedo (1915)
En esta historia, que se extrajo de los cuadernos de notas del Dr. Watson, Doyle sitúa al lector ante la mente macabra del profesor Moriarty, quien está listo para cometer un crimen vil e ingenioso. Sherlock Holmes y su compañero obtienen la información necesaria para descubrir los horrores de esta historia de asesinato.
10. El Signo de los Cuatro (1890)
El detective consultor Sherlock Holmes es solicitado por Mary Marston, una hermosa joven, que está aterrada después de que recibió una carta invitándola a una siniestra cita. Holmes y Watson asisten a la cita para ayudar a la señorita y, como siempre, se embarcan en una aventura oscura y misteriosa. Esta involucra un tesoro escondido y dardos venenosos.
Orden cronológico de las obras de Arthur Conan Doyle
1893 – El problema final
1905 – El regreso de Sherlock Holmes
1917 – Su último arco
1927 – El libro de casos de Sherlock Holmes
1928 – Las historias cortas completas de Sherlock Holmes
Serie de El Profesor Challenger
1913 – El cinturón de veneno
1926 – La tierra de la niebla
1928 – Cuando el mundo gritó
1929 – La máquina de desintegración
1952 – El profesor Challenger: Historias
Serie del brigadier Gerad
1895 – Cómo el general de brigada Gerard ganó su medalla
1895 – Cómo el general de brigada detuvo al rey
1895 – Cómo el rey sostuvo al brigadier
1895 – Cómo el general de brigada mató a los hermanos de Ajaccio
1895 – Cómo llegó el general de brigada al castillo de Gloom
1895 – Cómo el general de brigada salió al campo contra el mariscal Millefleurs
1895 – Cómo el general de brigada fue tentado por el diablo
1895 – Cómo jugó el general de brigada por un reino
Las aventuras de Gerard
1900 – Cómo el general de brigada mató al zorro
1902 – Cómo el general de brigada perdió la oreja
1902 – Cómo el general de brigada salvó al ejército
1902 – Cómo cabalgó el general de brigada a Minsk
1903 – Brigadier Gerard en Waterloo
1903 – Brigadier Gerard en Waterloo: La aventura de los nueve jinetes prusianos
1903 – Cómo triunfó el brigadier en Inglaterra
1903 – Cómo el general de brigada se unió a los húsares de Conflans
1903 – Cómo Etienne Gerard se despidió de su maestro
Datos interesantes sobre Arthur Conan Doyle
A continuación, se presentan algunas curiosidades y datos interesantes del autor Arthur Conan Doyle.
Viajó al Ártico en una expedición ballenera
En medio de sus estudios de medicina, Conan Doyle aceptó una oferta laboral como cirujano en un barco ballenero que se dirigía al Círculo Polar Ártico. A pesar de su espíritu aventurero, escribió que la matanza parecía “una intrusión horrible» y al mismo tiempo dijo que ningún hombre que no lo haya vivido “puede imaginar la intensa emoción de la pesca de ballenas”.
Se cansó de Sherlock Holmes
La biografía de Sherlock Holmes concluye con la sorpresiva muerte del personaje luego de los sucesos descritos en El problema final. Esto no estaba planeado desde el principio, sino que fue más bien una forma de Doyle para librarse de la agobiante popularidad de la saga y así enfocarse por fin en otros textos.
Los lectores, luego de la decisión de su autor quedaron indignados, puesto que deseaban con todas sus fuerzas más información sobre Sherlock Holmes y sus intrincadas historias.
Para la alegría de los fanáticos y luego de 8 años de protestas, el personaje vuelve nuevamente al 221B Baker St. (lugar donde vivió Sherlock Holmes por años), pero esta vez en la obra El sabueso de los Baskerville que tiene lugar antes de la muerte de Holmes.
Ayudó a popularizar Suiza como destino para esquiar
En 1893, después de que a su primera esposa le diagnosticaran tuberculosis, el escritor creyó que era una buena idea viajar a Davos, en los Alpes suizos, con la esperanza de que el aire puro y fresco le hiciera bien a Louisa. Cuando su salud mejoró por un tiempo, Conan Doyle decidió dedicarse al esquí, un deporte de origen noruego desconocido en Inglaterra y nuevo en Suiza.
Escribió un artículo humorístico contando su experiencia y sus intentos de dominar el esquí. El texto llamó la atención de los lectores sobre los Alpes suizos como destino para esquiar y tal fue su impacto que una placa en Davos le rinde honor al autor por “llevar este nuevo deporte y las atracciones de los Alpes suizos en invierno al mundo”.
Creía que era posible comunicarse con los muertos
Conan Doyle se convirtió en gran defensor del espiritismo en el mundo, un movimiento que se basa en la creencia de que las almas de los muertos pueden comunicarse con los vivos a través de un médium.
Arthur creía que podría acercarse a sus seres queridos fallecidos durante sesiones de espiritismo y eso lo llevó a escribir libros con esta temática. También debatió con los escépticos y viajó por el mundo siendo conferencista de la causa espiritista.
Se convirtió en oftalmólogo y no ejerció
Después de pasar años ejerciendo en la medicina general, Conan Doyle decidió hacer una especialización en oftalmología y montó un consultorio en Londres.
El doctor Doyle abrió su consultorio oftalmológico exactamente en la elegante Upper Wimpole Street, para probar suerte y ganar algo de dinero, pero, de acuerdo a su autobiografía, ni un solo paciente cruzó su puerta.
La biografía de Arthur Conan Doyle muestra cómo un niño que nació en un hogar pobre logró aferrarse al amor de su madre y su pasión por los libros para convertirse en uno de los mejores escritores de la literatura inglesa. El autor de Sherlock Holmes no solo le regaló al mundo uno de los detectives más queridos e icónicos de la ciencia ficción, sino que también fortaleció el género policiaco y creó un mundo que quedó sellado con la frase “Observar y razonar son dos constantes en mi vida que no puedo dejar”.