El futuro del plástico biodegradable ya es una realidad. Así lo deja entrever Kevin Tubbs, fundador de Hemp Plastic Company, con sus recientes declaraciones incentivando el uso del bioplástico de cáñamo.
La razón es que esta alternativa al plástico común conlleva una producción menos agresiva con el medio ambiente.
El bioplásticos de cáñamo se elabora sustituyendo el carbono fósil que se emplea para la obtención de los plásticos comunes, por carbono de fuentes naturales y renovables, como el cáñamo y el maíz.
Actualmente, gracias a la demanda de las empresas de plásticos sostenibles y la reducción de los costes de producción, se estima que, en unas décadas, el plástico de cáñamo sustituirá al plástico de combustibles fósiles.
Después de que se levantara la prohibición del cultivo de cáñamo durante la Segunda Guerra Mundial, la demanda de materias primas a base de este componente se ha incrementado de forma sostenida.
El plástico de cáñamo también puede incidir en la reducción del calentamiento global, al absorber carbono y evitar que vuelva a ser liberado a la atmósfera como CO2.
Por todo esto, según Tubbs, el dominio del bioplástico de cáñamo es imparable.