Durante la Guerra Civil española dos bandos se enfrentaron: el bando de los sublevados que en contra la Segunda República y los defensores de esta, el Ejercito Republicano. Este enfrentamiento se desató tras el fracaso parcial del golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936 y duró unos 2 años con 8 meses y dio como resultado la victoria del bando sublevado y la implantación de la dictadura de Francisco Franco.
Josep Renau:
Biografía y obra del polémico artista al servicio de La Segunda República Española
En el conflicto ambos bandos tuvieron ayuda de potencias extranjeras, a pesar de existir un pacto de no intervención, por lo que la Guerra Civil Española fue un conflicto internacional, e indirectamente una antesala para la Segunda Guerra Mundial.
El bando sublevado fue apoyado por la Alemania nazi, la Italia fascista presidida por Mussolini y Portugal. Por su parte el ejército republicano fue apoyado por la Unión Soviética y México. Estos, además de recibir varios recursos, recibieron la ayuda de unidades militares compuestas por voluntarios extranjeros que provenían de una gran variedad de países conocidos como las brigadas internacionales compuestas por voluntarios con sin experiencia en combate.
Las brigadas estaban conformada por voluntarios de distintos países, hasta ahora la cantidad exacta de brigadista no se sabe, pues distintos autores presentan diferentes cantidades, unas más altas que otras pues se buscaba exagerar la ayuda que había recibido la República para legitimar la ayuda alemana e italiana que habían recibido las tropas sublevadas.
En general se tiene una cantidad estimada entre 40 y 60 mil brigadistas, habiendo autores como Jacques Delperrie establece un total de 35.000 voluntarios.
El reclutamiento se inició en Francia y fue organizado el Partido Comunista Francés, encabezados por André Marty, este modelos sería copiado en los demás países y con sus respectivos partidos comunistas, organizaciones sindicales, izquierdistas, etc.
Los brigadistas tenían ideologías variadas, muchos venían de países democráticos como Estados Unidos y otros de países donde gobernaba el fascismo como Italia o Alemania. Algunos otros se negaron a participar en las brigadas y estaban más cómodos en el seno del Ejército Popular ya que tenían diferencias con el comunismo, como los socialistas, anarquistas y marxistas.
Los países de los que provenían eran principalmente voluntarios franceses, Alemania y Polonia aportaron unos 4.400 hombres cada una, Italia aproximadamente unos 4.300, 2.500 belgas, 1.500 húngaros y 1.390 británicos, otros países que también aportaron fue Yugoslavia con 1.300 voluntarios, Austria con 1.045, Holanda con 740 y Suiza con unos 516 soldados.
Desde América también orecieron voluntarios, desde EEUU partieron 3.262soldados, de Canadá unos 660, 414 mejicanos y 136 cubanos. En oriente próximo llegaron 326 palestinos, 55 australianos y 10 chinos. Más países aportaron voluntarios pero en un número menor número.
La primera batalla en la que participaron los brigadistas fue la a batalla de Madrid desde el 4 de noviembre de 1937. En la batalla se enfrentaron tanto hombres como mujeres, un total de 1550 soldados lucharon contra el general José Enrique Varela, cuyo ejército ocupaba Getafe y Leganés. Los brigadistas instalaron su Cuartel General en la Facultad de Filosofía y Letras.
La segunda fue desde el 6 de febrero de 1937 en el Río Jarama, la XV Brigada estaba compuesta principalmente por unidades de rusos, norteamericanos y británicos que se enfrentaron al bando de los sublevados que tenían como objetivo la conquista de Madrid.
La Tercera fue en Batalla de Belchite, donde participaron las brigadas XI y XV y XI y XV desde el 26 de agosto hasta el 10 de septiembre de 1937. En la batalla de Guadalajara se inició por las tropas italianas del Corpo Truppe Volontarie, una de las ayudas más importante que la Italia fascista aportó a los sublevados, esto con el fin de penetrar desde el norte en Madrid el 9 de marzo de 1937, la mayoría de las bajas fue en los brigadistas.
Por último, la Batalla de Teruel ocurrida en el invierno de 1937-1938 tenía como fin desviar la presión de los Nacionales sobre el frente norte. En esta participaron casi todas las brigadas, exceptuando la XIV que ya se encontraban mermadas por las batallas anteriores. Esta fue la última batalla donde participaron.
Muchos de los combatientes supervivientes no tuvieron problema en regresar a sus países de origen pues provenían de países fascistas o nazis, o simplemente serían arrestados por haber servido a un ejército extranjero. Algunos se refugiaron en Cataluña, otros cruzaron la frontera con Francia y otros pocos los acogió la URSS pero solo a líderes comunistas importantes.
Existieron muchos brigadistas destacados, tantos hombres y mujeres extranjeros que decidieron participar en la defensa de la España Republicana no era en su país para defender lo que ellos crían correcto, defender la democracia. Uno de ellos fue Fanny Edelman, una argentina que no solo fue brigadista, sino que fue una mujer con una larga trayectoria política en su país.
Lo que la impulso a participar en la Guerra Civil fue su participación en el Socorro Rojo, que funcionaba como una Cruz Roja por la Internacional Comunista en 1922 que atendió a las familias de los presos políticos y sociales de la llamada Década Infame en Argentina, cuando el presidente Hipólito Yrigoyen sufrió un golpe de Estado y terminó con el golpe de estado militar que derrocó al presidente conservador Ramón Castillo en 4 de junio de 1943.
A partir de ahí realizo varias colectas a favor de la República Española, más tarde se creó la Federación de Organizaciones de Ayuda a la República Española y en 1937 crearon el Comité Pro Huérfanos de España.
Pero para ella no fue suficiente, al ver que sus compañeros partían a España, con sus ahorros y recolectas, partió junto con su pareja Bernardo Edelman y llegaron al país en Septiembre de 1937. De nuevo en su país fue una de las fundadoras de la UMA (Unión de Mujeres de la Argentina) en 1947 trabajando como ser secretaria general, vicepresidenta y presidenta. También ejerció como secretaria de la FEDIM (Federación Democrática Internacional de Mujeres) entre los años de 1972 y 1978. Falleció en el año 2011 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Fanny fue una de las tantas brigadistas que aportó su ayuda a España impulsada por sus ideales.
En la actualidad existen numerosos monumentos para honrar la participación de los brigadistas, como la obra «David y Goliat», del escultor estadounidense Roy Schifrin, inaugurada 28 de octubre de 1988 en el barrio del Carmel en la ciudad de Barcelona, así como en otras ciudades como Berlín, Estocolmo, Londres, Madrid, París, entre otros para no olvidar su valiosa participación en batalla.