En el año 1252, el rey de Navarra, Teobaldo I, da a las villas de Fustiñana y Cabanillas, junto a la orden de San Juan de Jerusalén, una concesión para que puedan sacar aguas del río Ebro con la construcción de una presa y la necesaria excavación de una acequia.
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Las continuas disputas entre Tauste y las poblaciones vecinas de Pradilla y Ejea debido a las mermas en el caudal del Arba, impulsó a los taustanos a la construcción de una acequia desde el Ebro para asegurar los riegos.
En 1444 Carlos, príncipe de Viana, da a la villa de Tauste la concesión y rápidamente se ponen manos a la obra, consiguiendo, en tan solo tres años, que la acequia llegue hasta la muga de Aragón. Pero las obras se interrumpen como consecuencia de la guerra civil que se desarrolla en Navarra entre los 1450 y 1461 y la muerte del príncipe de Viana.
Al morir Juan II en 1479, Navarra y Aragón se separan, siendo regidas por diferentes reyes, con lo que aumentan las dificultades técnicas y económicas. En 1498 Tauste propone al rey Fernando II traer aguas desde el río Aragón atravesando las Bardenas, proyecto que se desecha debido a la gran dificultad existente. Aunque es el antecedente más antiguo del actual Canal de Bardenas, construido en el siglo XX.
Con Carlos I, rey de Navarra y Aragón, Tauste solicita la confirmación de la anterior concesión de la acequia. El 27 de julio de 1529, Jaime de Rada recibe el Privilegio para construir el canal. Surgen dificultades tanto económicas como técnicas que retrasan el comienzo de los trabajos hasta 1553, dándose por concluidos en 1561.
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En el siglo XVIII, Pignatelli, que estaba dirigiendo la realización del Canal Imperial en el tramo que lo llevaría hasta Zaragoza, realiza una serie de mejoras en el de Tauste, aumentando el caudal y, por consiguiente, el terreno regado.
El canal discurre paralelo al Ebro, con una longitud de 44 km. En su recorrido, el canal cuenta con importantes edificios. En Navarra podemos admirar el nacimiento del Canal y la Casa Reguladora. La casa de «Las Norias», con un interesante sistema de elevación de agua que las llevaba a la “Hijuela Alta”, regando una amplia huerta de Tauste.
En su trayecto encuentra una gran dificultad, me refiero a «Las Trabas», una dificultad con que se encontraron a la hora de atravesar el cauce del río Arba. En el siglo XVI se opta por construir un acueducto para alargar el trazado en unos 15 Km, llevando el agua a Remolinos y Pradilla de Ebro. Este acueducto sufrió diversas roturas con las crecidas del Arba.
Necesario es mencionar a «El Molino», levantado en el siglo XVI junto a una serie de molinos denominados de “regolfo”, un significativo avance que se adelantó en caso dos siglos a la ingeniería hidráulica.
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De propiedad municipal y del Sindicato de Riegos, ha tenido diferentes funciones que generaron numerosas reformas. Está situado a 2 Km de Tauste en la carretera que une esta población con Pradilla de Ebro, y es otro de los puntos a visitar para disfrutar de la naturaleza.