La industria de la moda suele conocerse como una de las tres industrias más contaminantes, tanto por muchos de los materiales que se utilizan como por los métodos con los que se fabrica la ropa. Así pues, y debido a las necesidades climáticas y a la mayor concienciación de la población, la moda ecológica está adquiriendo cada vez más fuerza en la industria, hasta el punto de que existen marcas que ya representan este concepto de moda sostenible, como por ejemplo las camisetas ecológicas Elisa Muresan. Por esta razón y por el interés creciente en este tipo de moda, hoy vamos a conocer en qué consiste y sus características, que se resumen en la utilización de materiales orgánicos y reutilizables, la reducción y uso más respetuoso de los recursos a la hora de su producción y la mejora de las condiciones laborales de sus trabajadores.
La moda ecológica engloba mucho más que solo los tejidos, puesto que representa toda una forma de entender la moda. La moda ecológica, que también es conocida como «slow fashion», aboga por una industria más amable y respetuosa tanto con el medio ambiente como con la gente implicada en ella. Por esta misma razón, pretende luchar contra el consumismo indiscriminado que lleva a la idea de desechar lo que ya no sirve o no se quiere, con las terribles consecuencias de sobreproducción y descontrol en la inversión de recursos. ¿Para ello? Una combinación de medidas entre las que se incluyen materias más respetuosas con el medio ambiente, como bien habrás supuesto, investigación y un uso responsable de los recursos, eliminación de los químicos como fertilizantes y pesticidas en los cultivos y reducción o eliminación de los químicos en los tintes y mejor trato a quienes forman parte de la industria representa la base de este tipo de moda.
El uso de sustancias que resultan tóxicas, como por ejemplo pesticidas en el cultivo para evitar que cierto tipo de insectos las estropeen, puede terminar provocando en el consumidor alergias, además de que resultan muy perjudiciales para el medio ambiente. Por ello, la moda sostenible trabaja con materiales orgánicos que no usan químicos ni elementos tóxicos para trabajar con ellos. Algunos como el algodón orgánico, el lino o el cáñamo son algunos ejemplos de este tipo de materiales, que se caracterizan por provenir de manera directa de recursos naturales sin haber sido procesados con químicos.
Se sabe que para la fabricación de ciertas prendas, como pueden ser los vaqueros, donde se usan unos 2500l de agua por cada uno, el uso de un recurso tan preciado, escaso y vital para nuestra existencia es desorbitado. Debido a esto, en la moda ecológica se busca reducir el consumo de esas cantidades a unos límites más sostenibles y respetuosos con el planeta. Aparte, también se busca la reutilización de las prendas, para generar la conciencia de moda circular, con lo que se utilizan aquellas que ya no se usan para darles una nueva vida. Es más, a este concepto hay que añadirle otro de ropa de calidad, alejada del concepto de ropa de bajo coste que sirve solo para una temporada y que, por ende, obliga cada año a comprar más.
La moda ecológica apuesta por un mejor trato y la eliminación de la explotación laboral, conocida en algunos ámbitos de la industria de la moda. Mejores condiciones laborales, así como velar por los derechos de los trabajadores resulta fundamental para alcanzar una moda más sostenible. Esto aplica, sobre todo, a los países en vías de desarrollo, donde es común ver explotación infantil y condiciones que ponen en peligro a las personas y que están prohibidas en Europa por ser potencialmente mortales. De esta manera también se busca conseguir un comercio justo.
Por último, el comercio de proximidad entre el productor y el consumidor hace que se reduzca la huella de carbono, así que a la hora de comprar tus camisetas o cualquier prenda y quieras comprobar si son ecológicas, ya sabes las características que deben tener: estar fabricadas con materiales ecológicos, mediante un proceso respetuoso con los recursos o que provengan de prendas reutilizadas y, en la medida de lo posible, que hayan sido fabricadas cerca de donde resides. Con toda esta información ya sabrás cómo reconocer ropa ecológica. Apostar por este tipo de moda demuestra nuestro compromiso con el planeta y todos los que habitamos en él. Por ello, un pequeño gesto, como puede ser preocuparnos por el origen de lo que compramos, puede ser el inicio de un cambio de mentalidad que espera expandirse con el fin de concienciar cada vez más a la sociedad de la importancia de un consumo sostenible.