El Delirio de Cotard es un trastorno mental en ocasiones asociado a otras enfermedades como la esquizofrenia, la depresión y/o la bipolaridad, que consiste en que la persona cree que ya no existe.
Esta condición también se conoce como engaño nihilista y fue descubierta en el año 1700. A continuación te contamos los 10 casos más insólitos de este trastorno, que fueron también los más conocidos.
Este fue el primer caso de Delirio de Cotard del que se tiene registro, en el año 1788.
Una anciana tuvo una extraña sensación en su cuerpo y, cuando volvió en sí, pidió a sus hijas que la colocaran en un ataúd, vestida con un sudario.
Después de haber exigido un funeral para ella, finalmente fue tratada hasta que sus delirios se fueron, de forma momentánea.
El neurólogo francés Jules Cotard atendió a su primera paciente con el extraño delirio, 100 años después del primer caso expuesto.
Se trataba de Mademoiselle X, quien alegaba no tener órganos en su cuerpo y que viviría para siempre.
Después de la muerte de la paciente por inanición, la condición recibe el nombre del neurólogo francés, gracias a la difusión de su descripción del trastorno.
En el 2008, en la ciudad de Nueva York, se dio el caso de una paciente con el delirio que no solo afirmaba estar muerta, sino que se quejaba de oler a carne podrida. Incluso, pidió a sus familiares que la llevasen a una morgue.
Después de ser tratada con un régimen de medicamentos, mostró una gran mejoría de sus síntomas.
En el año 1996, tras sufrir un accidente de motocicleta, un hombre escocés creyó que había muerto después de presentar ciertas complicaciones durante su recuperación.
Estos síntomas se originaron de las fuertes lesiones que sufrió en su cabeza. Con el tiempo pudo recuperarse y continuar una vida normal.
En el 2012 se registró el caso de un paciente japonés de 69 de edad, que supuso que ya se encontraba muerto, por lo que fue a un médico a pedirle su opinión.
Pasado el año, el paciente había mejorado en sus síntomas, pero afirmaba que en algún momento sí que estuvo muerto.
En el 2009, un hombre de 88 años sufrió una fuerte depresión por el hecho de que había muerto y se encontraba ansioso y preocupado porque nadie en su entorno le había dado sepultura aún.
Este caso se registró en Bélgica, donde el paciente fue mejorando su condición.
Los psiquiatras belgas que atendieron el caso del hombre de 88 años, también asistieron a una mujer de 46 años que alegaba no haber realizado sus necesidades fisiológicas más básicas en meses.
También indicó que sus órganos ya se encontraban podridos, por lo que requirió distintas admisiones en el hospital, hasta que su condición mejoró despué de 10 meses de tratamiento.
En el 2003, un grupo de psiquiatras griegos atendieron el caso de un hombre que creía que no poseía cerebro. Incluso había intentado suicidarse por este motivo años atrás.
Fue ingresado en el hospital, pero se fue antes de tiempo en contra de lo recomendado por el consejo médico. Al año siguiente tuvo que ser reingresado para, esta vez sí, completar su tratamiento.
Otro caso de Cotard reportado en Grecia es el de una mujer de 72 años, que afirmaba tener todos sus órganos derretidos y la piel muerta.
Aunque fue internada en el hospital para recibir tratamiento, no se conocieron detalles de su recuperación.
Entre todos los casos de Cotard, este es uno de los más insólitos. En 2005, psiquiatras iraníes registraron el caso de un paciente de 32 años, que no solo alegaba haber fallecido, sino que además se había convertido en un perro.
Igualmente afirmó que tanto su esposa como sus hijas habían sufrido una muerte similar, con las mismas consecuencias.
Dadas las características de los síntomas, el paciente fue diagnosticado con Cotard y licantropía clínica. Para mejorar sus síntomas, fue tratado con terapia electro-convulsiva.