El Consejo Económico y Social (CES) ha presentado su Memoria 2023, subrayando los principales problemas del sistema educativo en España.
Entre los aspectos más destacados se encuentran la carga lectiva de los docentes, la tasa de fracaso escolar y las dificultades de acceso a la educación infantil para niños de 0 a 3 años.
El informe del CES, publicado este jueves, resalta la persistencia de dificultades en el acceso al primer ciclo de Educación Infantil, el cual no está subvencionado de manera general.
Esta situación se da en un contexto de elevado coste de vida y una oferta insuficiente de plazas con financiación pública.
El CES advierte que aún queda mucho por hacer para facilitar la extensión, asequibilidad y equidad en la educación infantil, superando las desigualdades territoriales y sociales, así como en la escolarización de alumnos con necesidades educativas especiales.
En cuanto al perfil del profesorado en los niveles de Educación Infantil y Primaria, el informe revela que la mayoría se encuentra en la franja de edad de 40 a 49 años (32,8%) y que existe un alto nivel de feminización (82,1%).
Asimismo, se menciona que el número de horas lectivas anuales en España (792) supera la media de la Unión Europea (769), a pesar de que las jornadas escolares son más largas debido a la pausa para la comida y el horario partido.
La Memoria del CES también destaca la elevada incidencia del fracaso escolar en España, definida como la población que no completa la educación obligatoria (ESO).
En el curso 2021-22, esta tasa se situó en el 19%. El informe relaciona el abandono escolar con la repetición de curso y los bajos rendimientos en competencias básicas.
A pesar de esta alta incidencia, el CES señala una tendencia a la baja en el fracaso escolar, en paralelo a la reducción de las repeticiones de curso.
En 2023, la tasa de abandono escolar temprano (AET) se redujo dos décimas respecto al año anterior, situándose en el 13,7% para la población de 18 a 24 años que no había completado la segunda etapa de Educación Secundaria ni seguía ninguna formación.
Esta cifra supone una reducción significativa en comparación con el 28,1% de 2010. No obstante, el CES subraya que esta tasa aún está por encima del objetivo del 9% fijado por la Comisión Europea y entre las más altas de la Unión Europea, con notables disparidades regionales.
Para reducir el abandono escolar temprano, el CES sugiere abordar las causas subyacentes, que incluyen tanto factores del sistema educativo como la incorporación temprana al mercado laboral.
Asimismo, recomienda dirigir medidas específicas a grupos de alto riesgo para que el nivel socioeconómico de los estudiantes y sus familias no les impida alcanzar su pleno potencial.
Respecto a la Formación Profesional Dual, el CES reconoce las oportunidades que ofrece este modelo para equipar a los trabajadores y empresas con las cualificaciones necesarias.
Sin embargo, el informe también señala varios desafíos para su implementación, como aumentar la participación empresarial, el apoyo institucional y los incentivos, especialmente para las PYMEs.
El CES también aborda la cuestión de la homologación de títulos universitarios obtenidos en el extranjero. La Comisión Europea ha alertado sobre la prolongada duración de estos procesos, que suelen tardar entre tres y cinco años.
Esta demora afecta tanto a los solicitantes como al mercado laboral, limitando la disponibilidad de personas con las cualificaciones adecuadas.
El informe también hace mención al «ajustado» calendario de implementación de la LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación de la LOE), indicando que la complejidad de la reforma y el retraso en la formación del profesorado han generado dificultades en los centros educativos.
Además, se destaca la polarización del nivel educativo de la población joven en España, con una alta proporción de personas con niveles educativos bajos a pesar de la mejora en la última década.
Para asemejarse más a la pirámide educativa de la Unión Europea, el CES insiste en la necesidad de reducir el abandono escolar temprano y seguir impulsando la Formación Profesional.
En términos de inversión, la Memoria detalla que en 2022 la inversión pública en educación creció un 5% respecto a 2021, alcanzando los 58.598 millones de euros, aunque su participación en el PIB se redujo ligeramente al 4,4%.
En cuanto a la distribución del gasto, el 33% se destinó a Educación Infantil y Primaria, incluyendo la Educación Especial, mientras que el 30,4% fue para Educación Secundaria y Formación Profesional.
La Educación Universitaria representó el 19,1% del gasto, y las becas y ayudas al estudio un 5%. La inversión en educación no universitaria aumentó un 4,8% y en educación universitaria un 7,5%.
El gasto en becas y ayudas al estudio ascendió a 3.062 millones de euros, un 21,7% más que el año anterior, y la inversión en Formación Profesional creció un 12,2%.
A pesar del aumento sostenido del gasto público en educación, el CES concluye que España sigue estando por debajo de la media de la UE-27 en términos de gasto por alumno en todos los niveles educativos.