Twitter cuenta con 400 millones de visitantes al mes. Es así como esta red social ve pasar en sus timelines mil millones de tweets cada cinco días aproximadamente, posicionándose actualmente con un récord de 8.900 tweets por segundo.
Investigadores de la Universidad de Winchester, en Reino Unido, han realizado un estudio basado en observar el comportamiento de diez twitteros después de pausar el acceso y uso de esta red social durante cuatro semanas. El resultado fue que estas personas se alejaban rápidamente de sus familiares y amigos, alegando sentirse “aislados del mundo”.
El Dr. David Giles, psicólogo que dirigió el estudio, señaló que la mayoría de los usuarios a los que se les considera adictos simplemente están cumpliendo una función profundamente social. Además, cada vez son más las personas que se ven obligadas a reconocer el uso de las redes sociales como una parte fundamental de su vida.
A nivel psicológico, el aprendizaje basado en recompensas es uno de los procesos más antiguos conocidos por la humanidad, que consiste en refuerzos positivos y negativos según sea el caso.
Son precisamente estos refuerzos los que crean la adicción a Twitter, como bien explica en una conferencia el doctor Judson Brewer, psiquiatra y especialista en adicciones de la mente.
Twitter establece su algoritmo social en un proceso basado en recompensas naturales: acción, comportamiento y recompensa. La adicción desarrollada en esta red social va relacionada directamente a la liberación de dopamina en el cerebro del usuario cada vez que se ve «aceptado» por el resto de la comunidad a través de sus tweets.
Según explica Brewer, las prácticas de concientización propia, como la atención plena, son fundamentales en Twitter para que los usuarios comprendan sus acciones y fijen una firme posición ante el desapego de una validación virtual.