Ciencia y religión son las dos miradas que han acompañado al ser humano en su búsqueda de respuestas a través de la historia. Las interacciones y conflictos generados entre ambas han marcado y definido el rumbo de la humanidad. Para algunos totalmente antagónicas e irreconciliables, para otros son dos caminos hacia un mismo objetivo; el encuentro de la verdad. Ciencia vs. religión han sido dos adversarios, a veces temerarios, con un largo y apasionante recorrido lleno de increíbles historias que contar, diferentes enfoques y brutales enfrentamientos.
Qué hay más allá de la muerte según la religión, la filosofía y la ciencia
«Nada en la vida debe ser temido, solo debe ser entendido. Ahora es el momento de entender más, para que podamos temer menos». –Marie Curie.
El conocimiento científico y el conocimiento religioso tienen diferentes formas de abordar la verdad. La búsqueda de respuestas es lo que tienen en común, sin embargo, mientras uno es cuestionador el otro es dogmático.
Las posiciones y puntos de vista de los grandes hombres de la ciencia que cambiaron el mundo con sus investigaciones e inventos son muy variados, desde ateos acérrimos, agnósticos a científicos creyentes. Entre los científicos ateos, agnósticos y algunos prudentes se pueden nombrar, por ejemplo, a Stephen Hawking que hablaba sobre “el Dios innecesario”, Carl Sagan agnóstico y otros como Clinton Richard Dawkins ateo radical.
Sin embargo la elección entre ciencia vs. religión no siempre se impone, existen algunos que logran la armonía entre las dos visiones. La lista de estos grandes científicos con diferentes creencias religiosas es muy larga. Algunos ejemplos son:
Por otra parte, en el ámbito religioso también existen enfoques variados. Está el movimiento creacionista que interpreta literalmente la biblia y niega por completo la teoría de la evolución y la ciencia en general. También hay otras posiciones más conciliadoras donde no se interpretan los libros sagrados de manera literal y, por último, los creyentes que piensan que la ciencia puede ayudar en la búsqueda del camino espiritual, como el teólogo y filósofo brasileño Leonardo Boff.
La Edad Media es un largo período de diez siglos que merece especial atención en el tema de la ciencia vs. religión. En este tiempo la Iglesia Católica ejercía gran poder en todos los niveles. Definía los aspectos: filosóficos, políticos, religiosos, económicos, etc. de toda la sociedad, además establecía los modelos y verdades científicas a seguir, a pesar de que carecía de los criterios necesarios para juzgar un modelo científico.
Por ejemplo, en el campo de la astronomía el modelo aceptado era el de Aristóteles (la tierra no se movía, era el centro del universo), debido a esto, muchos que se pronunciaron contra esta idea fueron castigados, encarcelados o incluso perdieron la vida. Este período histórico ha sido denominado de diferentes maneras alusivas al atraso, la violencia y la crueldad vivida por más de mil años: oscurantismo, edad de la barbarie, edad oscura, etc.
Para conservar su poder, cualquier pensamiento discrepante del aceptado por la iglesia era severamente castigado, las torturas más crueles, quema de personas vivas, encarcelamientos y todo tipo de horrores fueron cometidos en nombre de Dios por la llamada Inquisición. La ciencia fue una de sus principales víctimas.
Por siglos se eliminaron o acallaron las voces que promovían cualquier cambio en el sistema impuesto a sangre y fuego. Las posturas religiosas radicales de los años oscuros de la Edad Media y parte de la Edad Moderna, hicieron que la disidencia significara las más atroces formas de muerte y tortura.
A través de la historia la relación de la ciencia vs. religión ha estado marcada por fuertes enfrentamientos que terminaron con la vida de muchos pensadores y científicos, pero la edad oscura destaca por su crueldad y sus persecuciones por herejía, por el solo hecho de tener ideas que resultaban incompatibles con las impuestas por el dogma establecido.
“En cuestiones de ciencia, la autoridad de miles no vale más que el humilde razonamiento de un único individuo.” –Galileo Galilei.
La ciencia y religión, incompatibles y bajo el poder de la iglesia, dio como resultado una de las épocas más nefastas en la historia de la humanidad. Increíblemente la mayoría de los hombres de ciencia acusados de herejía eran católicos, practicantes de la ciencia de Dios.
Clérigo católico, astrónomo, matemático, físico y líder militar. Basándose en estudios anteriores y después de 25 años de observaciones e investigaciones, plantea la teoría heliocéntrica: el sol como centro del universo y todos los planetas girando alrededor de él. Esta concepción del cosmos era una idea revolucionaria, una perspectiva totalmente diferente a la visión aristotélica aceptada como cierta en la época. Copérnico fue acusado y citado a rendir declaraciones. Demoró la publicación de su obra hasta encontrar el momento adecuado y tuvo a toda la Iglesia Católica en contra.
Científico, médico y teólogo español. En 1553 fue acusado de hereje y condenado a morir en la hoguera porque negó la existencia de La Trinidad y defendió el bautismo en la edad adulta.
Filósofo, teólogo, astrónomo y poeta italiano. Por seguir el legado de Copérnico, fue quemado vivo en la hoguera por la Inquisición en el 1600, debido a sus teorías cosmológicas.
Astrónomo, filósofo, matemático y físico italiano. Fue catalogado hereje por promover la idea de que la tierra se movía en el cielo. En 1633 la Iglesia Católica le hace un juicio donde es invitado a retractarse de sus ideas a cambio de conservar su vida. Su condena por el atrevimiento de promulgar su visión del cosmos fue confinamiento vitalicio. La Iglesia Católica revindica oficialmente a Galileo Galilei en 1994.
Físico, matemático, teólogo y alquimista inglés, quien creía que su teoría de la gravedad se debió a una inspiración divina, en 1686 fue declarado hereje por la Iglesia Católica.
Otros hombres brillantes perseguidos y acusados de herejía por la iglesia fueron: Leonardo Da Vinci, Erasmo de Rotterdam, Miguel Ángel, Martín Lutero, etc.
Las acusaciones de herejía y las condenas se prolongan en la Edad Moderna con una iglesia aún muy poderosa. Sin embargo, los movimientos de transformación que surgen logran dividirla y dan lugar a la reforma protestante y la contrarreforma. Nace el movimiento protestante que no obedece al poder centralizado de la iglesia en Roma.
Los importantes cambios que dan origen a la Edad Moderna (la caída de Constantinopla – 1453, el descubrimiento de América – 1492) van ocasionando un despertar de la razón, la modernidad y el progreso, también del arte y la cultura con el Renacimiento. Nuevos conocimientos y estudios sobre astronomía, biología, física, etc. transforman las visiones medievales.
Con el tiempo la iglesia, aunque es todavía muy fuerte, pierde poder, ya no puede detener el avance de la ciencia como en los tiempos del oscurantismo. Con el derrumbe medieval nace un nuevo método científico y se abandona el viejo modelo aristotélico. Se derriban viejas creencias y se facilita el paso para la revolución científica.
Durante la Ilustración (siglo XVIII) se le da el nombre de “revolución científica” a todas estas transformaciones. El proceso está explicado en una obra de Jean Sylvain Bailly (académico francés) como un período que empieza con Galileo y Kepler para desembocar en Newton.
Esta es la etapa de los grandes cambios de pensamiento y del avance en el conocimiento. Las principales figuras de la revolución científica son: Johannes Kepler, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei y Newton. Se abandona por completo la concepción de Aristóteles sobre el cosmos. En esta época ocurre la separación entre el conocimiento y el pensamiento religioso.
“En la Ciencia la única verdad sagrada, es que no hay verdades sagradas.”–Carl Sagan.
El debate entre ciencia y religión continúa en la Edad Contemporánea. A pesar de que la religión perdió por completo el control sobre la evolución de la ciencia, aún hoy su relación es un tema controvertido. La oposición de la iglesia del pasado, por ejemplo, a las teorías sobre el movimiento de la tierra en el cosmos, sigue apareciendo, está vez censurando las investigaciones genéticas o la inseminación artificial (por mencionar algunas) pero sin la autoridad de otros tiempos.
En cuanto a la ciencia y religión en la actualidad, surgen nuevas corrientes de un lado y del otro, aunque las viejas batallas permanecen en gran medida. La teoría del “diseño inteligente” de los creacionistas todavía se debate con la teoría de la evolución de las especies de Darwin. El tema de la educación es otro factor de enfrentamiento. En muchos países se discute el dilema de la educación laica. En Oriente las corrientes religiosas (budismo, hinduismo) determinan el quehacer diario de las sociedades donde imperan, lo mismo ocurre con el islam. Por otra parte, la literatura es otro frente de batalla.
Los conflictos entre religión y ciencia actuales, provocaron que en Estados Unidos entre los años 1981 y 2010, los tribunales tuvieran que enfrentar varias demandas de sectores fundamentalistas que reclamaban que en la enseñanza se agregara (en igualdad de condiciones que la evolución por selección natural) el creacionismo, también llamado “diseño inteligente” donde la intervención divina es necesaria.
En la primera década del siglo XXI el llamado “nuevo ateísmo” ha publicado una serie de libros donde se trata a la religión como la oposición al progreso y al conocimiento. Esta postura de la ciencia contra religión tiene varios exponentes: Sam Harris (El fin de la fe), Richard Dawkins (El espejismo de Dios), Christopher Hitchens (Dios no es bueno) y Dan Dennett (Romper el hechizo).
En esos años al comienzo del siglo XXI (entre 2004 y 2007), Richard Dawkins, científico británico, uno de los más fervientes representantes del nuevo ateísmo, alega que el tema de la religión vuelve a tomar mucha vigencia sobre todo después del 11-S, cuando George W. Bush afirmara que “Dios le pedía invadir Irak“ y por otra parte el brutal ataque terrorista islámico producto del fanatismo religioso.
Dawkins, en este increíble documental, explica de manera muy objetiva su posición frente a la religión y las consecuencias de este tipo de prácticas en la vida de todos los seres humanos a través de la historia, todavía hoy, en la Edad Contemporánea: guerras, la división de los pueblos, atentados, enfrentamientos, etc. También mantiene un interesante debate sobre ciencia vs. religión con un hombre de fe islámica.
En contraste a estas duras posturas del “nuevo ateísmo” saltan voces como la de Alister McGrath, quien publica “La ciencia desde la fe” y afirma, desde el entendimiento anti dogmático, que la religión y la ciencia deben dejar de interferir entre sí. El autor pide que no se olvide el origen religioso de la revolución científica y sostiene que la fe es posible debido a la incapacidad de la ciencia para explicar ciertos fenómenos.
En este vídeo Alister McGrath expone con mucha claridad sus argumentos sobre ciencia vs. religión y como los límites de la ciencia en la explicación de algunos fenómenos lo condujeron a buscar otra vía para encontrar respuestas: la religión.
“La ciencia tiene su campo de acción en la exploración de la naturaleza, pero es incapaz de decirnos, por qué existe el universo, qué significado tiene nuestra vida o qué podemos esperar después de la muerte.” –Francis S. Collins.
Francis S. Collins, es un científico estadounidense dedicado a la genética. Fue director del proyecto genoma humano durante nueve años y director (nombrado por Barack Obama) de los National Institutes of Health en el 2009.
En el año 2007 crea la Fundación BioLogos con el propósito de investigar temas relacionados con ciencia y la fe, ya que cree firmemente en la afinidad entre la religión y la ciencia. El Papa Benedicto XVI lo nombra integrante de la Academia Pontificia de las Ciencias en el año 2009.
Francis S. Collins fue un ateo convencido hasta que comenzó a trabajar como médico y le llamó la atención la forma en que algunos pacientes se apoyaban en su fe para enfrentar graves enfermedades. Después de familiarizarse con las tendencias que apoyan la existencia de Dios y con las que lo niegan, lee varios libros entre los que se encuentra “Mero cristianismo” (Clive Staples Lewis) que lo hace reflexionar y convertirse al cristianismo.
Posteriormente, él mismo escribe varios libros sobre fe y religión, en los que explica como a través de su trabajo con el genoma humano percibe el trabajo de Dios. Collins rechaza la teoría creacionista y afirma que es Dios quien desencadena el proceso evolutivo de las especies.
A mitad del siglo XIX, Edgar Allan Poe, un gran poeta y narrador de la lengua inglesa, escribe un ensayo sobre ciencia y religión que se titula “Eureka”. En este libro Poe nos muestra un concepto diferente de fe, donde por momentos Dios y la naturaleza parecen ser lo mismo, aunque también admite la existencia de un Dios creador. Esta corriente es llamada Panteísmo y su origen se remonta a la Antigua Grecia. En general, el Panteísmo se considera una ideología filosófica y una concepción del mundo.
Por otra parte, un movimiento conocido como Iglesia de la Ciencia Religiosa, también llamado Nuevo Pensamiento, nace a principios del siglo XX como una corriente filosófica, metafísica y espiritual. Una de sus principales exponentes fue la oradora Louise Lynn, autora de innumerables libros de autoayuda, algunos muy famosos como “Usted puede sanar su vida” y “El poder está dentro de ti”.
En el siglo XIX comenzó a desarrollarse una disciplina académica nueva: Los Estudios Religiosos o Ciencias de la Religión. Su objetivo es investigar el fenómeno religioso desde afuera, buscando la objetividad en el estudio de todas las formas de fe. Abarca el análisis neutral y científico de la religión tomando en cuenta factores como las doctrinas, ritos, valores y las instituciones que las representan. Engloba las conclusiones y aportes de otras disciplinas como la historia, la filosofía, la antropología, la sociología, etc. Sus precursores fueron Friedrich Max Müller (Inglaterra) y Cornelis Petrus Tiele (Países Bajos).
“Einstein se equivocó, Dios efectivamente está jugando a los dados en el universo cuántico.” –Serge Haroche.
Para la ciencia el mundo se puso más impredecible y raro desde que se adentró en el sistema de las partículas subatómicas. En 1935, el físico Erwin Schrödinger, explicó el famoso experimento de la física cuántica “el gato en la caja”. La ambigüedad del resultado resulta difícil de entender incluso bajo la óptica científica.
«la física cuántica describe un mundo microscópico para el cual no tenemos una intuición directa.»–Serge Haroche
La famosa frase de Einstein donde afirma que “Dios no juega a los dados” (y que según Serge Haroche se refería a que las leyes de la naturaleza no son aleatorias y no a Dios propiamente) parece quedar sin validez. La falta de determinación de la física cuántica es algo que ha molestado a muchos científicos entre ellos al propio Schrödinger.
En el mundo cuántico no rigen las mismas leyes. Los experimentos demuestran que los resultados en física cuántica incluyen aleatoriedad y predecir el resultado no es posible. Al mismo tiempo la exactitud de los relojes atómicos es increíble. Esto representa un gran conflicto para la ciencia, pues uno de sus principios es que bajo las mismas condiciones se deben obtener los mismos resultados. El hecho de que la cuántica incluya aleatoriedad y al mismo tiempo permita tener medidas exactas resulta sorprendente.
El teólogo y filósofo brasileño Leonardo Boff piensa que la física cuántica puede ayudar a entender al ser humano y otros enigmas inherentes a la espiritualidad, partiendo de la base de que trabaja con energía y no con materia. La ciencia por su parte tiene otra postura. Francois Englert (Nobel de Física 2013) deja claro que “Dios no tiene nada que ver con esto” cuando se le pregunta sobre la relación que hay entre el «Bosón de Higgs» (llamado «Partícula de Dios») y Dios.
Otros conocidos personajes como el Dalái Lama han expresado su convencimiento sobre la proximidad entre la espiritualidad y la física cuántica, ya que encuentra en la teoría maravillosas coincidencias con Nagarjuna (filosofía de monje budista Nāgārjuna).
Para hacer una distinción entre filosofía, ciencia y religión, se puede afirmar que la filosofía usa la razón como método de análisis y se fundamenta en las ideas, mientras que la ciencia se basa en la comprobación a través del método científico y se fundamenta en la observación y experimentación. La religión es “el no cuestionamiento” y la aceptación de los designios de Dios basándose en la fe.
La filosofía, la ciencia y la religión son disciplinas que el ser humano ha usado históricamente para tratar de explicar el mundo que lo rodea y las inquietudes vitales inherentes a su naturaleza: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? y ¿cuáles son las leyes que rigen el mundo que nos rodea? Este quizás sea el punto de encuentro más importante entre estas disciplinas tan diferentes en sus fundamentos y métodos para llegar a la verdad.
Se puede decir que las similitudes entre filosofía, ciencia y religión es la búsqueda de respuestas, aunque son diferentes en su propia naturaleza, ya que mientras la filosofía y la ciencia admiten que cualquier enunciado es refutable, la religión se fundamenta en la permanencia de los conceptos, la aceptación y la fe.
Cuadro comparativo entre filosofía, ciencia y religión
Filosofía | Ciencia | Religión |
---|---|---|
Su centro es el ser humano | Su centro es el fenómeno | La divinidad es el centro y su razón de ser |
Se fundamenta en la razón | Se fundamenta en la experimentación | Su base es la aceptación |
Usa las ideas | Usa los hechos | Se vale de la fe |
Partiendo de las características de filosofía, ciencia y religión y de las diferencias entre ciencia y fe, ciencia y Dios, etc. se pueden definir los conceptos de conocimiento religioso y conocimiento científico, uno dogmático, el otro controvertido.
“La duda es el principio del conocimiento.” –Descartes.
El conocimiento científico es el conjunto de conocimientos obtenidos a través de un método de observación, estudio, experimentación, análisis y comprobación de resultados a través de rigurosos procedimientos que son establecidos y aceptados por toda la comunidad científica. Este conjunto de normas mundialmente acordadas se llama método científico.
Las características del conocimiento científico son:
La meta del conocimiento científico es explicar el porqué de las cosas de forma objetiva, estableciendo leyes o principios que logren esclarecer las preguntas que los seres humanos se hacen sobre sí mismos y sobre el mundo que los rodea.
El principio provisorio de sus leyes y teorías es muy importante ya que le da al conocimiento científico ese carácter anti dogmático que caracteriza a la ciencia en contraposición con la religión. Cualquier teoría puede ser refutada y sustituida si se demuestra objetivamente su invalidez, esta es una de las grandes diferencias entre ciencia y religión.
El conocimiento religioso es aquel que se obtiene a través de los líderes religiosos y de los textos sagrados (la Biblia, el Corán, el Torá…). Consiste en un conjunto de normas que tocan diferentes ámbitos de la vida, desde lo espiritual hasta lo práctico y constituyen una filosofía de vida en sí mismos.
En este tipo de conocimiento, la verdad no está sometida a ningún tipo de comprobación científica. El pensamiento religioso es validado únicamente por la fe, sin embargo, busca respuestas a las dudas esenciales que se ha hecho siempre el ser humano: ¿De dónde venimos?, ¿Cuál es el propósito de la vida?, ¿Hacia dónde vamos?, etc. En este sentido coincide con la búsqueda de la ciencia y puede ser la razón de los argumentos de que ciencia y religión son compatibles.
El conocimiento religioso suele transmitirse por medio del grupo social o de la familia a la que se pertenece e influye y abarca diferentes estadios de la vida de los seres humanos. Rigen la conducta por medio de normas y preceptos morales normalmente contenidos en los libros sagrados. También determina las creencias de tipo existencial y las costumbres de índole social a través de ritos, símbolos y ceremonias.
La religión está íntimamente relacionada con el contexto social donde se desarrolla la persona y regula el comportamiento humano según el orden social establecido. En ocasiones, el tipo de religión dominante en cada época ha estado ligado al poder político imperante.
Las siguientes preguntas tocan algunos temas tratados en el artículo y hacen un repaso sobre los conceptos principales: ciencia vs. religión, fe, Dios, relación entre filosofía, ciencia y religión, etc.
La religión es un conjunto de creencias y un sistema de valores destinados a establecer la conexión con la divinidad (uno o más dioses). Se expresa a través de símbolos, ritos y determinan la conducta social del individuo.
La ciencia es la disciplina que estudia los fenómenos a través del método científico. El conjunto de conocimientos obtenidos son verificables, objetivos y pueden ser provisorios si aparece una teoría que los refute y demuestre su invalidez.
La ciencia y la religión tienen un objetivo común: el de dar respuestas a las interrogantes que se plantea el ser humano, sobre sí mismo y sobre mundo que los rodea. Ambas buscan la explicación de los grandes enigmas del hombre desde el comienzo de su existencia.
La ciencia no se encarga del estudio de Dios puesto que no es un fenómeno demostrable, sin embargo, han existido grandes científicos de fe, también agnósticos y ateos fervientes. Los representantes de la revolución científica fueron en su mayoría hombres religiosos.
La época en la que se llevó a cabo la separación entre el conocimiento y el pensamiento religioso es en los siglos XVII y XVIII, durante la ilustración, cuando ocurrieron grandes cambios en función de reemplazar la ignorancia del oscurantismo con el conocimiento científico.
La magia consiste en prácticas y rituales a través de los cuales se quiere tener resultados extraordinarios para conseguir el control de las fuerzas sobrenaturales. La religión también es un acto de fe donde se practican ritos con el objetivo de entrar en contacto con la divinidad.
Ciencia vs. religión, un enfrentamiento permanente en el transcurso de la historia de la humanidad. En diferentes épocas, una se ha impuesto sobre la otra, para luego invertir los papeles. Con voces extremistas y conciliadoras de ambos lados, se han mantenido con la intención de dar respuestas a las inquietudes más profundas concernientes al ser humano y su entorno. A pesar de todo lo que se ha avanzado, la batalla continúa y algunas posiciones parecen irreconciliables en la relación ciencia vs. religión.