En un esfuerzo por seguir comprendiendo mucho más los contrastes en la temperatura del océano en el Océano Índico, los científicos lograron identificar un nuevo tipo de ciclón tropical que ocurre varias veces al año frente a la costa de Sumatra.
Según los datos atmosféricos diarios, solo se han producido tres eventos de enfriamiento significativos frente a la costa de Sumatra desde 1988 y estas anomalías parecen seguir a la falta de actividad ciclónica. No obstante, el resultado del hallazgo es similar a la fuerza de enfriamiento de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que ocurre en el Pacífico ecuatorial oriental.
Explicaron que esto se debe a que durante la formación de un ciclón que calienta el agua en el Océano Índico Tropical Sudoriental (SETIO), los vientos del noroeste se intensifican, mientras que los vientos ecuatoriales del oeste se debilitan. Además, enfatizaron que “dada la incertidumbre del futuro de la Tierra” es imperativa una que una mejor comprensión de los ciclones SETIO.
Recientemente, arqueólogos redescubrieron un fresco prehispánico que representa escenas mitológicas del norte de Perú, el cual únicamente se había visto en fotografías en blanco y negro que tenían más de un siglo de antigüedad.
“Es un descubrimiento excepcional, en primer lugar, porque es raro encontrar pinturas murales de tal calidad en la arqueología precolombina”, dijo Sam Ghavami, el arqueólogo suizo que dirigió las excavaciones hace dos meses y que, además, pasó cuatro años buscando la pintura rupestre.
De acuerdo al arqueólogo, el arte rupestre tiene alrededor de 1.000 años. “La composición de esta pintura es única en la historia del arte mural en el Perú prehispánico”, agregó el arqueólogo. Explicó que el fresco forma parte del templo Huaca Pintada, que perteneció a la civilización Moche que floreció entre los siglos I y VIII, y veneraba a la Luna, la lluvia, las iguanas y las arañas.
La isla griega Tilos se deshizo de su vertedero y lo reemplazó con un sistema circular que redujo los desechos totales en un 86%. La iniciativa Just Go Zero, impulsada por Polygreen, espera orientar a otras islas griegas hacia programas similares y estar libre de basura y de los grandes contenedores.
Con esta nueva visión, todos los desechos biodegradables se convierten en tratamientos para el suelo, mientras que el plástico, el metal, el vidrio y el papel se reciclan. Con respecto a lo que no se puede reciclar, se envía a un centro de upcycle para lo que todavía funciona, así como para los aparatos electrónicos y la ropa, ya sea para su reutilización por parte de otra persona o para creaciones artísticas.
“Hoy comienza una nueva cultura en Tilos”, dijo el fundador de Polygreen, Athanasios Polychronopoulos, quien dijo que con esta iniciativa se implementa “una cultura caracterizada por el desvío del 100% de los vertederos, la gestión circular completa de los desechos (…) y una percepción completamente nueva de la vida. Estamos visualizando un futuro, donde los desechos solo se verán en los museos”.
Investigadores de la Universidad Southwest Jiaotong, en China, crearon un reloj inteligente que se puede usar para monitorear la salud, la reproducción y la ubicación de las vacas y se desarrolló con la finalidad de ayudar a “prevenir enfermedades y mejorar la eficiencia de la cría y el manejo de los pastos”.
De acuerdo a los científicos, el dispositivo, que va alrededor del cuello y los tobillos de las vacas, suministra información importante, como “la concentración de oxígeno, la temperatura y la humedad del aire, la cantidad de ejercicio, los ciclos reproductivos, las enfermedades y la producción de leche”.
Los hallazgos revelaron que incluso un trote ligero fue suficiente para impulsar las mediciones de temperatura en el dispositivo. Por otro lado, los estudios sugieren que las vacas en las granjas del futuro también podrían alimentarse con algas.
En la cuenca de Bengala, los pequeños agricultores de Bangladesh convirtieron este espacio en una de las tierras de cultivo más ricas de la Tierra, con métodos muy simples, donde se pueden obtener dos o tres cosechas de arroz al año.
Crearon un sistema de riego resistente al clima denominado «La máquina de agua de Bengala», la cual ha mantenido un depósito subterráneo lleno, incluso a través de un riego mecanizado extensivo, que los ha llevado a acumular un volumen total de 75 a 90 kilómetros cúbicos de agua.
Según un estudio del área, la máquina de agua de Bengala se compone de viejos pozos regulares excavados a menos de 300 pies de profundidad, lo que aumenta la captura de las lluvias monzónicas de mayo a octubre y evita que se drenen hacia la Bahía de Bengala.