El pasado 21 de febrero, a los 86 años murió De Wain Valentine, el escultor del movimiento Light and Space que fue considerado uno de los primeros artistas en utilizar el plástico como material artístico. Un representante de la galería de San Valentín, Almine Rech, dijo que el artista murió de una enfermedad, pero no especificó de cuál se trataba.
Valentine fue miembro de un grupo de artistas del sur de California que durante los años 60 incorporó materiales industriales para crear piezas “Finish Fetish” (superficies suaves), y en ese tiempo también demostró que podía lograr varios tipos de percepción óptica a través de los plásticos. Cuando en una entrevista se le pidió explicar su proceso creativo y de trabajo, De Wain dijo:
«Es una reacción exotérmica entre el peróxido de metiletilcetona, que es el catalizador, y el leoleanato de cobalto o manganeso, que se encuentra en la resina. Es una oxidación entre el peróxido y el cobalto que, si los mezclaras directamente, explotaría».
Un estudio liderado por la Universidad de Rutgers-New Brunswick ha revelado que el aumento del nivel del mar se convirtió en un problema importante hace más de 150 años, tras el inicio de la industrialización.
Indicaron, con base en sus análisis, que las tasas modernas de aumento del nivel del mar comenzaron a surgir en 1863, cuando se empezó a tener evidencia del calentamiento temprano de los océanos y el derretimiento de los glaciares.
Los investigadores no observaron los aumentos del nivel del mar después de los 2000, pero consideran que los aumentos fueron progresivos a nivel mundial desde el cambio de siglo, al menos 0,13 pulgadas por año. Asimismo, los expertos subrayaron la importancia de contar con estos datos, puesto que es “imperativo para la planificación regional y local, y la respuesta al futuro aumento del nivel del mar”.
En Holanda, un grupo de científicos ha creado una bebida gaseosa (o refresco) turquesa, llamada Ful, que está hecha de un tipo de alga que absorbe más carbono del que emite durante el proceso de producción. Informaron que la bebida burbujeante se hizo con un superalimento llamado espirulina, el cual se encuentra en muchos productos de salud y belleza.
Ful, que tiene un azul muy llamativo, es una apuesta de sus creadores para acelerar la transición a cero emisiones netas en la nación. Es por ellos que están dispuestos a tomar este refresco y esperan que su color sea sinónimo de rareza y de sostenibilidad en los próximos diez años.
Esta gaseosa, según los expertos, tiene gran fuente de “vitamina C, calcio, antioxidantes, magnesio, clorofila y una rara fuente de agentes quelantes que eliminan los metales pesados de la sangre”. La bebida holandesa se produce actualmente en sabores de melocotón blanco y jengibre limón en una cervecería holandesa local.
En un estudio llevado a cabo por la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania se encontró que existen altos porcentajes de probabilidad de que los niños con síntomas de insomnio persistan con ellos cuando sean adultos jóvenes y, además, es “significativamente más probable que desarrollen un trastorno de insomnio en la edad adulta temprana”, en comparación con los niños que no tienen dificultad para dormir.
Los investigadores explicaron que el hallazgo clave de este estudio “es que los síntomas de insomnio en la niñez tienen muchas más probabilidades de persistir en el tiempo de lo que creíamos anteriormente”.
Asimismo, resaltaron que a pesar de que los problemas de sueño de los adultos suelen estar ligados a los factores estresantes de su vida más reciente, “para algunas personas, su insomnio puede remontarse a problemas de sueño que comenzaron en la infancia”.
Recientemente, algunos internautas empezaron a hablar en Twitter sobre el caso de Brooke Lacey, una chica que tomó la iniciativa de elaborar 600 letreros que decían “Por favor, no te quites la vida hoy. El mundo es mucho mejor contigo en él. Más de lo que te das cuenta, quédate”, para sanarse así misma y para recordarle a los demás que no están solos en el mundo.
Brooke desplegó los mensajes por todos los sitios posibles desde puentes hasta estaciones de trenes y paradas de buses; uno de esos mensajes está en la parte trasera de su coche, donde puede ver cualquier persona que esté cerca. Sorpresivamente, un día ella se encontró con una nota en su parabrisas: “Salí de mi casa con un plan y pedí una señal, (…) Estaba haciendo lo correcto cuando vi tu auto en el estacionamiento. Gracias”.
La iniciativa de Brooke empezó a dar resultados y espera que muchas otras personas se animen a brindar palabras de apoyo a aquellas personas que están sufriendo de ansiedad y depresión.