El “metaverso” sustituirá a internet. La palabra se le atribuye a Neal Stephenson, un escritor de ciencia ficción especializado en ordenadores y nanotecnología. Mark Zuckerberg, empresario estadounidense fundador de Facebook, quiere transformar el concepto de esta plataforma. El lugar pasará de ser una red social a un ”metaverso”, donde las personas ingresen en un mundo virtual para jugar, trabajar o hacer cualquier cosa, desde la comodidad del hogar. De hecho, el “metaverso” ya ha comenzado a suceder en videojuegos como Animal Crossing de Nintendo; o Roblox y Fortnite, disponibles para consolas de juegos y dispositivos móviles.
El empresario estima que en cuestión de cinco años este cambio puede ser una realidad. Según explica, la idea es tener una red incorporada donde, en lugar de mirar el contenido, estés en él, interactuando con otras personas y teniendo diferentes experiencias. El entorno sería similar al de OASIS de la novela Ready Player One, donde los usuarios puedan crear avatares y entrar en el mundo virtual con unos auriculares, al estilo de Wade Watts en la obra mencionada.
Zuckerberg quiere llegar más allá de la realidad virtual y ofrecer a los usuarios una realidad aumentada con dispositivos móviles, consolas de juegos y computadoras. La idea mezcla en una especie de híbrido todas las redes existentes (Facebook, Instagram y Twitter) para crear un entorno donde la gente pueda encontrarse y tener experiencias diferentes.
El estudio se basa en la restauración de la neuroplasticidad para aliviar el déficit de memoria relacionado con la edad. Kwok, doctora de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Leeds, y su equipo, usaron ratones a los que les hicieron una serie de pruebas visuales y de memoria.
El experimento comprobó que los ratones viejos tienen menos capacidad de recordar que los jóvenes y fueron tratados con un compuesto (vector viral) capaz de aumentar su plasticidad cerebral. El resultado fue que se restauró completamente la memoria a un nivel similar al que poseían los ratones más jóvenes. Los expertos piensan que este tratamiento puede ser la clave para tratar los casos de pérdida de memoria producto del envejecimiento en humanos.
Mars InSight es un módulo diseñado para hacer el primer chequeo completo del Planeta Rojo desde su formación, 4.500 millones de años atrás. Las imágenes mostradas por el InSight dan detalles sobre la estructura interna. Enseñan el grosor de la corteza, el manto, y un núcleo líquido muy grande y de baja densidad.
Por primera vez se usan datos sísmicos en el sondeo del interior de un planeta diferente a la Tierra. Esto significa un gran avance en el entendimiento de la evolución de los planetas del Sistema Solar. El sismólogo Simon Stähler, de ETH Zurich en Suiza, cuenta como los científicos tardaron siglos en medir el núcleo de la Tierra, 40 años en medir el de la Luna después de la misión del Apolo, y solo dos años en medir el núcleo de Marte con el InSight. Los resultados del estudio están descritos en un trío de artículos en Science; como una hazaña asombrosa del trabajo duro y del ingenio científico.
Los científicos han revelado la base de datos más extensa, hasta ahora estudiada, de las proteínas que conforman los componentes básicos de la vida. El Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) e investigadores de DeepMind de Google han revelado una base de datos con 20 mil proteínas expresadas por el genoma humano y más de 350 mil proteínas de 20 organismos como levaduras, bacterias y ratones. Esta información cambiará de forma significativa el campo de la investigación biológica, según indican los científicos.
Las células de los organismos vivos se activan para hacer sus funciones mediante las proteínas, que entregan instrucciones constantemente para evitar infecciones y para mantener la salud. A diferencia del genoma, el proteoma humano está en constante cambio respondiendo a los estímulos ambientales y a instrucciones genéticas. Determinar cómo funciona cada proteína en forma precisa es una tarea muy compleja.
Ahora, a través de un programa de última generación se logró predecir con total precisión la forma de las proteínas según sus secuencias de aminoácidos. Como resultado de esta tecnología se pudieron identificar muchas más estructuras de proteínas humanas que lo logrado en 50 años de experimentación directa.
Las cacatúas de cresta de azufre de Australia se adaptaron por completo al entorno urbano. Estos ruidosos y grandes loros (Cacatua galerita) han aprendido a saciar su hambre abriendo las tapas de los contenedores de basura para buscar las sobras. Los investigadores notaron como este comportamiento se extendía rápidamente en todos los suburbios de Sídney y se cree que la razón es el aprendizaje cultural de las aves.
El conocimiento transmitido de una a otra ave incluye técnicas para derribar las tapas de los contenedores, incluso cuando los residentes les ponen piedras u otros objetos pesados para evitarlo. Identificar la forma de aprendizaje y de propagación del conocimiento es realmente un desafío para los científicos. Se sabe que estas aves son muy sociables y tienen unos cerebros realmente inteligentes. De hecho, algunos científicos sostienen que son tan inteligentes como los chimpancés, animales que también dan evidencias de transmisión cultural y aprendizaje social.