Una nueva investigación ha identificado una forma menos conocida de ozono que juega un papel importante en el calentamiento del Océano Austral, uno de los principales sistemas de enfriamiento de la Tierra. De acuerdo a los estudios de los científicos de UC Riverside, este nivel más bajo de ozono está agregando una gran cantidad de calor al área y han alertado que “la gente no ha prestado mucha atención en el pasado al ozono troposférico”.
El Océano Austral, también llamado Océano Antártico, recolecta un tercio de todo el exceso de carbono en la atmósfera del mundo y aproximadamente el 75% del exceso de calor recolectado por los océanos del mundo. Es por ello que los expertos han dicho que es importante entender este calentamiento para poder controlarlo, ya que está contribuyendo a “problemas bien documentados del aumento del nivel del mar”.
Si bien tanto el ozono estratosférico como el troposférico contribuyen al calentamiento del Océano Austral, el equipo descubrió que este último contribuye más y es un contaminante del aire. Los científicos hicieron un llamado: “Si reducimos nuestra producción de esto, obtendremos los beneficios duales de menos contaminación del aire y, muy probablemente, también menos calentamiento del Océano Austral”.
Científicos del Instituto de Tecnología de Beijing han presentado una rata robot llamada SQuRo, la cual puede agacharse, pararse, caminar, gatear y girar como una rata real, e incluso puede “transportar una carga equivalente al 91 por ciento de su propio peso”.
Según los investigadores, las ratas han sido una inspiración clave para muchos desarrolladores en lo que respecta a la robótica, y es por ello que esperan que este nuevo robot pueda ser útil “para pasar por espacios estrechos durante las misiones de búsqueda y rescate”.
“Las ratas que viven en cuevas han atraído una gran atención debido a su agilidad y adaptabilidad sin igual”, explicó el equipo. Además, explicaron que se han realizado muchos esfuerzos para “intentar imitar la morfología o las características de movimiento de las ratas”. Asimismo, señalaron que las ratas son “expertas en pasar por espacios estrechos gracias a sus cuerpos alargados y delgados y su agilidad”.
La pregunta del millón: ¿Existe el tiempo? La respuesta puede ser sí, pero los avances en la física sugieren que la inexistencia del tiempo es una posibilidad abierta y que deberíamos tomarnos en serio.
Aunque será extensa la explicación, la vida seguirá como de costumbre; en resumidas cuentas, a menos que la ciencia pueda dar con una buena explicación de cómo surge el tiempo, “no está claro que podamos simplemente asumir que el tiempo existe”, y aseguran que “el tiempo podría no existir en ningún nivel”. Pero, la realidad es que es muy complicado.
Toda nuestra vida está construida alrededor del tiempo, y es por ello que el tiempo ha sido muy importante a nivel histórico. “El descubrimiento de que el tiempo no existe parecería detener el mundo entero. No tendríamos ninguna razón para levantarnos de la cama”, advirtieron.
El equipo de la Universidad del Sur de California está utilizando una tecnología electrónica que se usa para estimular directamente las neuronas de la retina mediante la implantación de dispositivos de electrodos dentro del ojo para crear la primera retina artificial del mundo. Los investigadores se dieron cuenta de que aplicar presión en el ojo “puede activar las neuronas y enviar señales al cerebro”:
A diferencia de un ojo normal que se activa con la luz, los ojos ciegos fueron estimulados por presiones mecánicas generadas por ondas de ultrasonido en este estudio. Un dispositivo de ultrasonido portátil, como una lente de contacto, generaría las ondas de ultrasonido para estimular la retina. “Estas neuronas se activan cuando usamos ultrasonido para generar presión mecánica”, explicaron y añadieron que cuando las ondas de ultrasonido “se proyectan como un patrón, por ejemplo, la letra ‘C’, el cerebro de la rata pudo captar un patrón similar”.
Las redes sociales quedaron enternecidas y asombradas cuando se supo que un niño de 9 años entró en el refugio de animales de su localidad con una gran bolsa de plástico llena de dinero en efectivo y entregó todas las ganancias que había recaudado en un puesto de limonada.
El niño estadounidense, Ben Miller de Boise, recaudó USD 1,150 en un fin de semana, y hasta ahora, ha donado un total de 1,950 dólares para apoyar a los gatos del refugio de animales.
Se supo que su madre lo ayudó a crear un evento en Facebook que atrajo a personas de todo el valle. La gente también enviaba dinero para apoyar la noble causa, sin importar si era necesario comprar una limonada. Por su parte, Ben aseguró que no tiene planes de dejar su trabajo de caridad para el refugio.