Expertos de la Universidad de Columbia descubrieron que el desarrollo del cerebro de los bebés que nacen en familias de bajos ingresos puede variar de acuerdo a la cantidad de apoyo financiero que estos reciban.
La investigación, que hizo escaneos desde la edad de un año, mostraron una actividad cerebral más rápida en los niños cuyas familias recibieron USD 333 (EUR 294,54) de apoyo mensual en comparación con aquellos que recibieron solo 20 dólares (EUR 17,69) por mes. No obstante, no está claro si estas diferencias se mantienen a medida que crecen o si impacta directamente en el desarrollo cognitivo y conductual.
Explicaron que “los cambios cerebrales hablan de la notable maleabilidad del cerebro, especialmente en la primera infancia” y, por otro lado, dijeron que los resultados de la investigación sugieren que las intervenciones diseñadas para reducir la pobreza “podrían beneficiar el desarrollo del cerebro infantil y mejorar los resultados posteriores”.
Un nuevo proyecto diseñado por Klaus Lackner, un profesor de Ingeniería en la Universidad Estatal de Arizona, quien ha da creado los bosques de “árboles mecánicos” con capas de discos diseñados para “absorber el dióxido de carbono” y, posteriormente podrían construirse para evitar los impactos graves del cambio climático.
Los árboles mecánicos son “miles de veces más eficientes que la variedad natural”, de acuerdo a Lackner. Su estructura está formada por altas columnas verticales de discos, cada uno de unos 5 pies (1,52 metros) de diámetro, los cuales están separados por dos pulgadas (12,7 cm), y están cubiertos con una resina química y colocados como una pila de discos de vinilo.
Esta resina es la que se encarga de capturar el CO₂ del aire a medida que sopla sobre la superficie y, una vez llenos, caen en un barril donde el CO₂ es vaporizado y enfrascado en un ambiente cerrado, y no está destinado a otro uso. Sin embargo, pudiese ser usado para producir combustible sintético.
Investigadores en Canadá han hecho un estudio que encontró que la figura curvilínea (o reloj de arena) de Kim Kardashian es “más dañina para la imagen corporal de las mujeres que el cuerpo delgado de Kate Moss”, que tiene una figura “más cuadrada”. Y de entrada advirtieron que, en gran parte, redes sociales como Instagram y TikTok han influido en la tendencia.
«Las tendencias culturales en los medios occidentales se han desplazado recientemente hacia un tipo de cuerpo más curvilíneo llamado delgado-grueso, que se caracteriza por un trasero y muslos grandes, una cintura pequeña y un estómago plano», indicaron los expertos.
En el estudio mostraron a mujeres fotos de Instagram de tipos de cuerpo delgado-grueso, delgado o “en forma ideal”. En este estudio los investigadores encontraron que las mujeres expuestas a fotos «delgadas-gruesas» experimentaban más insatisfacción con su propio peso y apariencia, debido a la exposición a las redes sociales.
Científicos descubrieron en un estudio que las bisnietas de hombres que fumaban cigarrillos cuando eran niños prepúberes son “más propensas a acumular exceso de grasa en sus cuerpos cuando sean mujeres jóvenes varias décadas después”. Además, los expertos sugieren que las exposiciones ancestrales a cosas como el humo del tabaco “pueden tener consecuencias que persisten dentro de las familias sin ser detectadas durante generaciones enteras”.
«Una de las razones por las que los niños tienen sobrepeso puede no tener tanto que ver con su dieta y ejercicio actuales, sino con el estilo de vida de sus antepasados o la persistencia de factores asociados a lo largo de los años», argumentaron.
Asimismo, los científicos dijeron que el estudio ofrece “la primera evidencia de su tipo” de efectos transgeneracionales, aunque “aún se desconoce en gran medida cómo surgen esos efectos”.
Arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel se presentaron en el Paseo Armon Hanatziv en Jerusalén y encontraron los restos de una estructura antigua que creen que es un palacio o una villa de lujo que “tenía todas las características de la urbanidad de la clase alta”, según los expertos, incluido un inodoro de 2,700 años de antigüedad, el cual puede ayudó a los científicos a aprender más sobre la vida cotidiana de los pueblos antiguos, sus comportamientos y sus patrones dietéticos.
En este caso, analizaron 15 muestras de heces antiguas y encontraron la presencia de cuatro gusanos parásitos y sus huevos, lo que sugiere transmisión fecal-oral (mala higiene), de acuerdo a los expertos. Asimismo, describieron en su estudio:
«Los hallazgos proporcionan “evidencia de los principales problemas de salud entre las capas sociales superiores del área, incluido el retraso en el crecimiento infantil, dolor abdominal frecuente, náuseas, diarrea y lo que el estudio describe como probable picazón anal intensa por la noche».