Cuando se habla de cine político siempre existe la interrogante de si este puede existir desligado de la política pura y, a decir verdad, no, puesto que la mayoría de estas películas sobre política no ocultan su ideología o preferencia. De hecho, las películas políticas suelen ser biográficas, sátiras, dramas o thrillers, pero eso no cambia su propósito. Para conocer más sobre el cine político latinoamericano y mundial, te invitamos a seguir leyendo.
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¿Qué es el cine político?
El cine político es aquel que aborda todo lo que tiene que ver con el poder, eso como una definición general, porque la política se extiende a lo cultural, familiar y también al cine social, político y revolucionario. Es decir, las películas de política reciben ese nombre no solo porque tratan de elecciones u otros procesos políticos, figuras políticas y acontecimientos políticos, sino porque buscan cambiar las relaciones de poder que existen en la sociedad.
Entonces, el cine como expresión artística se enfoca en dar un giro en las relaciones de poder, y esto no quiere decir que muestran la lucha de un villano versus el héroe, más bien refuerza las creencias y pensamientos que ya están establecidos, y hacen uso de distintas herramientas para que el mensaje, con ironías o exageraciones llegue a la mente del espectador.
Los temas comunes de las películas políticas
Por lo general, el cine político por lo general tiene temas que van directamente dirigidos a la vanguardia o la historia política, ya sea hablando de expresidentes o de personas que estuvieron en altos cargos. También pueden hablar de las minorías y sus mayores representantes en la historia, así como del racismo y de cómo se ve desde la óptica de quién lo vive o de la homosexualidad y de cómo las personas han tenido que enfrentarse a la homofobia; ambos caos han tenido consecuencias graves y mortales.
Asimismo, las películas políticas también pueden abordar temas como los desplazamientos de las personas a causa de la guerra o por el incremento de las diásporas de distintos países; personas que han escapado, corriendo grave peligro, debido a que su país de origen ya no le permite vivir una vida digna. La supervivencia y la lucha diaria es un problema que siempre ha sido retratado en el cine político, y las películas suelen ser intensas, dolorosas e introspectivas, depende del tópico.
Diferencias con el cine social
Ahora bien, el cine político suele ser confundido con el social porque toca temas inherentes a la sociedad, pero la principal diferencia entre cine político y social es que este último denuncia y crítica únicamente los males sociales y es el cineasta quien refleja el pensamiento y su visión de las cosas.
Por su parte, el cine político, que es aquel film conscientemente politizado, no es un film sobre la política únicamente, sino que refleja vínculos sociales, de clase y de poder. Como se dijo anteriormente, todo es político, así que las películas políticas pueden formar parte de cualquier género y cualquier formato, puesto que su forma de funcionar es haciendo una reflexión y un alumbramiento sobre los (malos o buenos) procesos sociopolíticos y culturales.
Breve historia del cine político
Cuando se concibió el cine político fue una especie de arma ideológica que eclipsó de forma imperceptible la mente de los espectadores. A continuación, en esta sección haremos un breve repaso por la historia del cine político.
El dominio de Hollywood
En 1915, en Estados Unidos inició el movimiento del cine educativo que trataba temas de la burguesía y también se dieron las propagandas de estado y autocensura. Hollywood fue visto como el gen dominante del mundo cinematográfico en medio de guerras, de la globalización y se vio al cine como un medio para la inyección de ideologías y de entrada monetaria fructuosa. Asimismo, las películas más sonadas eran aquellas que mostraban los lujos, la vida presidencial y la democracia estadounidense.
Los inicios de Jean Luc-Godard
Cuando en los años 60 el cine político empezó a asentarse, el director franco-suizo, Jean Luc-Godard quiso hacer películas políticas durante su periodo “militante”, así que no las hizo simplemente políticas en su esplendor, sino que las hizo de forma autorreflexiva, revelando cómo funcionaba todo alrededor de la política, así como los medios de su producción con el propósito de politizar a los espectadores.
El arma de la Unión Soviética
La referencia inicial nació de la idea de que la verdad es revolucionaria y se mostró al 100% en el tiempo que gobernó la Unión Soviética porque utilizaban los medios audiovisuales, en este caso el cine, para proyectar y sembrar las ideas políticas del socialismo. Entonces, la propaganda y proselitismo político se intensificó por medio de películas y documentales que inyectaron en la psique del espectador las ideas radicales para mantener a raya a la población.
El neorrealismo de Italia
La nueva realidad italiana quedó marcada, desde 1937 hasta la década de 1950, por trabajos de cineastas como Roberto Rossellini y Federico Fellini, quienes mostraron la dureza de la vida en la sociedad, que no era igual a la vida lujosa del cine estadounidense que se proyectaba en el país. Los tiempos posguerra, dictatoriales y de hambruna quedaron reflejados en cintas como Roma Citta Aperta y Ladri di Bicicletti.
El tercer cine
Las influencias del cine europeo y estadounidense en las películas políticas también se imprimieron en los 60 en Latinoamérica, donde creció el cine militante y revolucionario que mostró los problemas de países como Chile, Argentina y España, que vivieron dictaduras que marcaron la historia con consecuencias y recuerdos imborrables. Fue un cine que mostró la pobreza, el hambre y la lucha por sobrevivir.
Características del cine político
El cine político tiene varias características que lo constituyen para que sea presentado como un género en sí. Algunas de ellas son:
Formas de expresión
En las películas de política se hace uso de varias expresiones como el humor, la ironía, la exageración y también el ridículo para formular una crítica o para expresar el descontento que existe respecto al contexto de la política contemporánea y otros temas y problemas sociales de actualidad.
Distintos géneros
Además, las películas no solo se proyectan en el género documental, sino que también pueden ser una propaganda en todo su esplendor. Hasta puede ser una sátira o una película de acción.
Función política
En síntesis, el cine político tiene cuatro funciones: enseñar, educar, criticar y exponer. Más que un género cinematográfico que aborda los procesos de autodeterminación colectiva.
Las mejores películas de cine político
Después de describir las principales características del cine político, en esta sección hacemos un listado por las mejores películas del cine político de todos los tiempos:
El Sr. Smith va a Washington (1939)
Este es un clásico de Frank Capra y, por lejos, es uno de los principales referentes del género. La película muestra los ideales democráticos que estaban latentes en Estados Unidos y, además, retrata a James Stewart, un hombre humilde que lucha por su honor y por ir en contra de los políticos egoístas que están gobernando. Asimismo, este hit de Hollywood, también conocido como Caballero sin espada, recuerda que la Constitución debe defenderse con fe y responsabilidad.
El Político (Estados Unidos,1949)
La película El Político, de Robert Rossen, que fue ganadora indiscutible del Óscar, se centra en la vida de Willie Stark, un político corrupto, que se hace su lugar en el poder, enriqueciendo a todos los suyos con ayuda del populismo, pero un audaz periodista lo lleva a declive al sacar a la luz su verdad.
Francisco, Juglar de Dios (Italia, 1950)
El filme de Roberto Rosselini, maestro del cine político italiano, narra la historia de San Francisco de Asís, uno de los santos más recordados y admirados en el catolicismo. En Francisco, Juglar de Dios, el famoso director italiano lleva al espectador hacia la introspección y habla de la hermandad, la espiritualizada, la creencia y la fe como método de vida.
Julio comienza en julio (Chile, 1979)
Esta película de Silvio Caiozzi se centra en la vida de un joven proveniente de una familia adinerada que se enamora de una prostituta. Esto podría generar malestar y vergüenza en su círculo de amigos y familiares, así que hace lo posible por mantener en secreto su romance. Julio comienza en julio, en el cine político chileno, muestra la lucha de un joven por convertirse en un hombre que esté estar a la altura de las exigencias de su padre.
La lengua de las mariposas (España, 1999)
José Luis Cuerda representó al cine político español cuando lanzó al público una historia que transcurre durante la formación de la República y la Guerra Civil, y además muestra cómo el orden eclesiástico, militar y monárquico cayó bajo el orden de la izquierda que, posteriormente, fue confrontado por la derecha.
Crónica de una Fuga (Argentina, 2006)
Una buena película del cine político argentino es Crónica de una Fuga de Israel Adrián Caetano, un filme que estuvo nominado a la Palma de Oro en Cannes en 2006, y narra la historia real de cuatro hombres durante la dictadura militar en Argentina de los años 60. Además, está basada en el libro Paso libre – La fuga de la Mansión Seré de Claudio Tamburrini de 2002, donde se cuenta la detención y tortura de un portero de selecciones inferiores de la nación.
Ya No Estoy Aquí (México, 2019)
Una muestra reciente del cine político mexicano es Ya No estoy Aquí, una película de Fernando Frías de la Parra que muestra al espectador a Ulises, un joven de Monterrey que es apasionado de la cumbia colombiana, pero se ve amenazado por la violencia de los cárteles. El chico se muda a Nueva York, casi de forma obligada, y lucha por aferrarse a su identidad mientras se adapta a la nueva vida en Estados Unidos.
Érase una vez en Venezuela (Venezuela, 2021)
Otro ejemplo reciente del cine político es Once Upon a Time in Venezuela / Érase una vez en Venezuela, un filme de Anabel Rodríguez Ríos, que muestra cómo uno de los países más ricos de América Latina se fue en un declive brutal, cómo clima político se volvió árido, agresivo y dictatorial, y cómo la sociedad y las zonas más vulnerables han sufrido la decadencia del país.
Terminamos este recuento de ejemplos de filmes políticos, no sin antes recordar que, en general, todas las películas son políticas, porque como dijo John Sayles, algunas películas “solo sirvieron para mantener el status quo, fortalecer los estereotipos y separar a las personas”; algo que se ha visto en el cine político en Netflix. Además, Costa-Gavras, hablando sobre el Festival de Berlín, que ha sido catalogado como un festival de cine político importantísimo, ha dicho que todos los filmes son políticos, incluyendo los de acción y entretenimiento, porque “tienen una especie de efecto social sobre el público joven y el público en general” y, a su juicio, eso también es político.