Francia es la cuna del cine y el país que lo vio nacer. Durante décadas la cinematografía francesa se ha reinventado y ha encontrado nuevas maneras de renacer. El cine francés se caracteriza por sus colores sombríos, sus historias poco convencionales y un nuevo realismo que es inspiración para el cine mundial.
Cine de autor:
Qué es, características, directores y mejores ejemplos de películas de autor
Francia se considera un país con gran influencia en el cine a nivel mundial, pero ¿por qué? Ante todo es importantísimo ubicarse en la historia del cine de Francia.
Todos los libros al respecto indican que el cine de arte francés inició en 1895, cuando los hermanos Lumière decidieron dar a conocer su gran ópera prima: “La llegada de un tren a la estación de La Ciotat”, dicha cinta tiene una duración de 50 segundos y fue una gran proeza para la época.
Años después, para 1902, el cineasta e ilusionista francés, Georges Méliès, proyectó “Un viaje a la luna” y es así como el mundo observa la primera película de ciencia ficción en la historia. El mundo aclamó este trabajo audiovisual por sus efectos, algo impensable en aquella era.
En sus inicios el cine se convirtió en un oficio dirigido por hombres, sin embargo, la historia le tiene un lugar reservado a Alice Guy-Blaché, quien era la asistente del realizador francés Léon Gaumont, y es considerada la primera cineasta.
Su película “L’enfant de la barricade” (1906), “El niño en la barricada” en castellano, es una referencia del cine mudo y para muchos es la primera adaptación del libro de Victor Hugo, “Les Misérables”.
De hecho, es indispensable mencionar que después de la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918), el cine francés tuvo una extraordinaria evolución y sus realizadores fueron capaces de crear obras vanguardistas, las cuales tienen un espacio importante en la historia del cine.
Así fue como la cinta de Alice Guy-Biache, se convirtió en una inspiración para las siguientes. Por ejemplo, para el año 1927, el director de cine francés, Abel Gance, hizo historia al realizar la película biográfica de Napoleón, dicho largometraje causó gran eco por su contenido y su duración: seis horas en total.
En aquel tiempo, el cine francés clásico ya resonaba en todo el mundo y se sintió en otras partes de Europa, por su parte, el director belga, asentado en Francia y considerado el creador del realismo poético, dirigió dos cintas dignas de admiración L’Atlantide (1921) y Faces of Children (1925).
Más adelante, hay otros títulos importantes dentro de la cinematografía francesa y estos son: Las obras de carácter surrealista “The Seashell” y “The Clergyman” (1928), de Germaine Dulac y “A Propos de Nice” (1929) de Jean Vigo.
¡Llegó el sonido! Para la época de 1930, en el cine francés se observaron las primeras cintas con sonido. Un hito dentro de la historia del cine.
Entre los estrenos de películas francesas de aquel entonces, destacan las obras del dramaturgo, Marcel Pagnol: Marius (1931), luego Fanny (1932) y por último César (1936).
No obstante, años antes, el director, René Clair, realizó una película en francés que cumplía con todos los requisitos para considerarse un musical y el título de la obra es: “Bajo los techos de París” (1930).
Desde entonces, casi todas las cintas incluían en sonido. Aparecieron gran número de obras, pero de este período una de las más importantes es “Les Enfants du Paradis” (1945) de Marcel Carné.
Incluso, durante estos años se desarrollaron nuevas vertientes del cine francés, introduciendo -por primera vez-, la sátira y lo que se considera el realismo poético, incluyendo el romance como argumento principal.
La Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), causó una parada en el cine francés, pero muchos cineastas aprovecharon para reinventarse y un ejemplo es Jean Cocteau, quien creó películas francesas buenas y minimalistas, tales como: “Diario de un sacerdote rural” (1951).
Los efectos usados en las películas de Cocteau, le permitió a las generaciones siguientes tomar su ejemplo y mejorarlo. Jean-Pierre Melville, se atrevió a realizar una nueva versión del clásico “Les Enfants Terribles” (1950).
Pronto comenzaron a surgir críticos de cine y un nuevo estilo en la cinematografía francesa. Más adelante, las ideas de los críticos François Truffaut, Jean-Luc Godard y Claude Chabrol fueron transmitidas a la gran pantalla, lo cual se denominó como una nueva ola en el séptimo arte francés.
Mientras tanto, a finales de la década de los 60, Jean-Pierre Melville se convirtió en una referencia al estrenar una trilogía de gran altura y considerada de las mejores películas del cine francés: Le Samourai (1968), Ejército en las sombras (1969) y Le Cercle Rouge (1970).
Finalmente, las cintas de Hollywood se posicionaron en las listas mundiales y el cine francés quedó un poco de lado, aunque esto no limitó a los creadores, para 1980 estrenaron piezas cinematográficas de altura: “Betty Blue” (1986) y “Luc Besson con Subway” (1985) ambas de Jean-Jacques Beneix.
Para el 2000, el realismo tomó un espacio importante en el cine actual francés y llegó a escalar en las carteleras mundiales, además de tener lugares reservados en la temporada de premio, cintas como “Amélie” (2001) es un ejemplo.
Entre los realizadores franceses más respetados, en este momento, se tiene que mencionar el nombre de Jacques Audiard, un autor que ha creado obras vanguardistas y con cualidades muy propias. Entre las últimas películas de cine francés más conocidas es indispensable mencionar tanto “The Beat That My Heart Skipped” (2005) como “A Prophet” (2010).
Asimismo, es relevante mencionar que las últimas producciones francesas se han caracterizado por tocar temáticas actuales e intentan dejar un mensaje más allá de lo evidente, esto se puede comprobar en películas como “Paris Distrito 13” (2021), también del director Jacques Audiard.
Antes de 1950, el cine francés era sobrio y seguro, los cineastas se manejaban entre guiones que no se suponían una gran innovación porque estaban en proceso de reconstrucción.
Sin embargo, después de esa fecha se suscitó lo que se conoce como la “nueva ola” en la cinematografía francesa y esto trajo consigo una nueva manera de observar el cine francés y a sus creadores.
Como mencionamos antes, la “nueva ola”, trajo consigo innumerables cambios y el primero de ellos fue la creencia de que la creatividad debía quedarse entre los directores de cine y no en los estudios.
Esta característica supuso para los realizadores cinematográficos un mayor rango de libertad, además de arriesgarse con historias poco convencionales, pero una de las desventajas era no contar con los presupuestos de los estudios.
Por esta razón, era común que los directores rodaran en exteriores y fue así como las mejores películas francesas de la época tenían muchas escenas al aire libre.
Entre las características del cine francés más relevantes está el hecho de que la “nueva ola”, se separó por completo de narrativas entretenidas o un hilo conductor basado en la cronología.
Los directores optaron por ideas como cortes de salto, dirigirse directamente a la audiencia y guiones con temáticas poco convencionales.
Por un lado, estaban las películas de Hollywood basadas en la comedia, romance y el entretenimiento, mientras que el cine francés se estaba enfocando en temas muchísimo más complejos como el existencialismo y otros temas intelectuales.
¿Qué sería la cinematografía francesa sin los directores? Exacto, no existiría y por esa razón en este apartado haremos un pequeño recorrido entre los directores más considerables del cine francés.
Jean-Pierre Jeunet es uno de los cineastas franceses más destacados de los últimos tiempos. Inició su carrera en 1978 y continúa activo hasta el momento.
Ha recibido grandes reconocimientos y en especial por su película “Amélie” (2001). En el 2002 recibió un premio Goya por la “mejor película europea” y también un BAFTA por “Mejor guion original”.
Durante ese mismo año, también fue considerado el mejor director por parte de Premio del Cine Europeo.
Otro autor contemporáneo que tiene un lugar en el cine francés es Jacques Audiard. Su carrera comenzó a mediados de 1974 y sigue realizando obras cinematográficas.
Ha recibido dos BAFTA, uno en el año 2005 y el otro en el 2009, el primer galardón por su cinta “De latir mi corazón se ha parado” y el segundo por “Un profeta”.
Jean-Jacques Annaud es el responsable de una de las mejores películas del cine francés: “Negros y blancos en color” (1975), la cual consiguió un premio Óscar en la categoría de “Mejor película extranjera”.
Durante su trayectoria ha recibido varios premios César.
De los mejores realizadores del cine francés, Robert Bresson trabajó arduamente entre 1924 y 1969. Considerado uno de los directores más valorados en la historia del cine francés.
Cuando las películas con sonido comenzaron a salir, Bresson encontró su momento para brillar, puesto que efectúo varias cintas con efectos, los cuales parecían muy avanzados para aquella época.
En 1989, el director francés recibió un León de Oro Honorífico por su trayectoria. Otros premios destacados son: el Premio del Festival de Cannes al mejor director (1957 y 1983).
Mejores películas:
Cuando se habla de la “nueva ola” del cine francés es -casi- imposible no hablar de François Truffaut.
Su carrera estuvo activa desde 1955 hasta 1983. Sus películas poco convencionales, lo posicionaron como uno de los mejores cineastas de origen francés.
Durante su carrera recibió un premio Óscar en 1974 por su película “La noche americana”, de hecho Truffaut también participa en el elenco.
Otra cinta reconocida del director francés es Los 400 golpes.
Tanto del cine francés actual y el cine francés clásico existen rostros que sirvieron como plataforma para dar a conocer todo el talento contenido en Francia. En este apartado, lo dedicaremos a los mejores actores franceses. ¡Sigue leyendo!
Algunas películas francesas actuales cuentan con Vicent Cassel, hasta el momento, es uno de los artistas más influyentes. Además de actuar, Cassel también es productor y director.
Ha participado en diferentes producciones y de diferentes géneros, demostrando ser un actor versátil.
Entre las películas más destacadas de Cassel están:
Tanto revistas, periódicos y blog de cine francés califican a Alain Delon como uno de los actores más potenciales de Francia.
Posee una amplia filmografía y ha recibido numerosos premios, entre ellos están: El premio César como “Mejor actor” en 1984, gracias a su participación en la película francesa “Notre histoire”.
Uno de los actores indispensables en las películas de comedia francesas, Omar Sy es un referente dentro y fuera de Francia. Protagonizó una de las mejores películas en francés de los últimos tiempos: “Intouchables”, junto a. François Cluzet.
Gracias a su actuación, se llevó el premio de “Mejor actor” (2012) en los Premios César.
Omar Sy nació en 1978, nació en Francia y tiene raíces senegalesa y mauritana, además es uno de los actores franceses de comedia más importantes del país.
Por supuesto, el cine en francés tiene guardado un lugar valioso para Amélie, quizás el papel más relevante en la carrera de Audrey. Sin embargo, esto no quiere decir que no ha participado en otros grandes proyectos.
La actriz francesa ha sido parte de las siguientes películas:
Un dato curioso es que una de las pocas actrices francesas que forman parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas americana (AMPAS) y Audrey forma parte.
No solo es actriz, Marion Cotillard también es modelo, compositora y cantautora. Nació en París en 1975. Tiene una gran trayectoria en sus espaldas y un premio Óscar por interpretar a la mítica Édith Piaf en la cinta “La vida en rosa” en el año 2007.
Cotillard también fue elogiada por su trabajo en la cinta romántica: “De óxido y hueso”, recibió varias nominaciones incluyendo en los Globos de Oro.
En la lista mejores actores franceses, se le suman los siguientes nombres: Guillaume Canet, Juliette Binoche, Isabelle Huppert y Gérard Depardieu.
Hablar de las películas en francés, puede ser sinónimo de no terminar la “semaine”, semana en francés, eso sucede porque existe una lista extensa de cintas en la historia del cine de Francia que valen la pena repasar. A continuación, una lista de las mejores ocho recomendaciones de largometrajes hechos en la cuna del séptimo arte.
“La haine” es “odio” en francés y también es el título de una de las cintas francesas más importantes de la historia. La dirección corrió por parte de Mathieu Kassovitz y es protagonizada por los actores: Vincent Cassel, Saïd Taghmaoui y Hubert Kounde.
El largometraje habla de tres jóvenes que han sido denigrados por la sociedad. Habla de temas tan controversiales como el abuso policial. Del cine francés actual, esta cinta tiene un lugar valioso.
“La haine” recibió varios premios César en 1996, un año después de su estreno.
De las películas románticas francesas, Jules y Jim (1962) es una de las más representativas de la “nueva ola”, es dirigida por uno de los mejores directores franceses de la historia: François Truffaut.
De acuerdo a una publicación de la revista, Empire, esta cinta está ubicada en el puesto número 46 de las “Las 100 mejores películas del cine mundial». Del mismo modo, la revista Time la incluyó en su lista de las mejores bandas sonoras del mundo.
El argumento del largometraje se basa en dos amigos que se enamoran de la misma mujer. Como es típico de la “nueva ola”, la película tiene un desarrollo atípico y no termina con un final feliz. La línea temporal está ubicada después de la Segunda Guerra Mundial.
Gracias a esta película, Audrey Tautou se convirtió en todo un icono de las películas en francés. El café en donde se grabó la cinta en París es uno de los más visitados de la capital y un icono para todas las personas que atesoran esta obra dirigida por Jean-Pierre Jeunet.
Es un largometraje de romance, pero entra en el renglón de “mejor comedia francesa” por sus escenas llenas de color y humor. La historia gira en torno a Amélie, una chica tímida que un día se enamora de Nino y no descansa hasta encontrarlo.
Una historia que habla de la propia felicidad y de la importancia de luchar por lo que creemos vital para nuestras vidas, pues solo tenemos una existencia.
Amélie consiguió el premio BAFTA como “mejor guion original”, dos premios César por “Mejor película” y “Mejor dirección” y un Critics’ Choice Movie Award por “Mejor película extranjera”.
Considerada de las películas francesas buenas, “La gran ilusión”, habla de un grupo de franceses que se encuentran en un campo de concentración alemán. El rodaje de la cinta inició en 1937 y se estrenó el mismo año.
Considerada una de las “obras maestras” de la cinematografía francesa y fue dirigida por Jean Renoir.
De hecho, fue nominada en la entrega número 11 de los Óscar en el renglón de “Mejor película”, convirtiéndose en la primera cinta de habla no inglesa en ser nominada a esta categoría, un hecho considerado como histórico para aquel entonces.
París, Je T’aime es de esas cintas que siempre tendrán un lugar esencial en la lista de todo cinéfilo. Se trata de una de las películas románticas francesas más importantes del cine actual.
Incluso estuvo dirigida por varios directores, incluyendo al mexicano Alfonso Cuarón y otros grandes nombres como lo son Olivier Assayas y los hermanos Coen.
El reparto está lleno de estrellas de talla mundial, por nombrar algunos: Natalie Portman, Juliette Binoche y Willem Dafoe. Se basa en 18 cortometrajes que hablan sobre el amor y fue grabada en diversas localidades de la ciudad del romance, sí hablamos de París.
En cine francés de comedia “Los intocables” (2011) se convirtió en un éxito que pronto llegó a todas las carteleras el mundo, teniendo un gran auge dentro y fuera del continente, incluyendo América Latina.
Gracias a esta película, el nombre de Omar Sy se hizo mucho más popular. De hecho, un dato esencial es que es una de las cintas más taquilleras en la historia del cine francés.
El argumento se basa en dos amigos poco comunes, Driss, un joven de color que vive en uno de los distritos más marginados de París y Phillippe, un rico tetrapléjico.
Driss llega para convertirse en el asistente personal de aquel adinerado discapacitado, sin pensar que forjarían una amistad capaz de romper las barreras de lo escrito.
Sin duda, es de las películas francesas actuales más relevantes de los últimos años. Además de ser la película francesa de comedia más emocionante que el cine nos ha regalado.
Antes de la llegada de películas como “The Driver” (1978), ya existía una cinta con gran carga de acción y es El Samurái. Se trata de un drama compuesto por de dos elementos: la violencia y los crímenes.
La cinta estuvo dirigida por el conocido Jean-Pierre Melville y se estrenó en 1974.
Se trata de una producción con sello francés y estadounidense. Fue dirigida por el conocido artista plástico Julian Schnabel, siendo uno de los trabajos más considerables de su carrera.
Se estrenó en el 2007, pero el argumento de la cinta se desarrolla en 1995, cuando el exitoso editor de la revista Elle, Jean-Dominique Bauby, descubre que es víctima del “síndrome de cautiverio” y comienza a idear un método para sobrellevar dicha situación.
Con los años la cinematografía francesa ha cambiado sus matices, pero conserva su misma esencia: Cintas llenas de argumentos poco convencionales, pero con emocionalidad. El cine francés -una vez- se convirtió en una inspiración mundial y continúa siendo crucial dentro de Europa y el mundo.