Valencia va creciendo alrededor del barrio de La Seu. Durante la dominación musulmana, sobre todo en los siglos medios de esta, la ciudad de Valencia cambió poco con respecto a la visigoda. Situación que se prolongaría durante parte de la dominación cristiana, concretamente hasta el siglo XIV.
Ciutat Vella:
Distrito de Valencia
La línea de muralla mandada construir por Abd-al-Acid en el siglo XI, se mantiene incluso tras la conquista por parte de Jaime I de Aragón en 1238, siendo sustituida años más tarde, en 1356 por la que mandó construir Pedro IV el Ceremonioso, con motivo del crecimiento de la ciudad.
De aquella muralla musulmana, perdurarán los suburbios o arrabales, de Roteros, Boatella y de Xerea, que contienen la mayor parte de la población agrícola e industrial de la ciudad.
El barrio de Xerea, del que nos vamos a ocupar hoy, toma su nombre de la puerta de aquella muralla árabe. Esta puerta gozaba de gran importancia pues daba acceso a la amplia zona extramuros de la ciudad musulmana recayente a Levante y parte de Mediodía. Esta puerta, existente en época romana con el nombre de Portal del Pagador, debe dicho nombre —según Orellana (Valencia antigua y moderna)—, porque cerca de ella hizo Lucio Antonio unas casas, siendo él el pagador a los que en ellas trabajaron.
También cuentan diversos historiadores que por ella salieron muchos cristianos para ser martirizados, en el espacio que siglos después fue lugar de oración para musulmanes y cristianos, y hoy alberga el Convento de Santo Domingo.
Estas barriadas eran denominadas en épocas musulmanas como arrabales —barrios exteriores al núcleo principal de población o medina—. Los arrabales extensos, como es el caso del de Xerea, formaban una pequeña ciudad, entorno a su propia mezquita, y que, como hemos dicho, albergaban gran parte de la población agrícola e industrial; como es el caso de los Cordellers o de los Sogueros.
Estos artesanos tuvieron su residencia habitual en la actual calle del Santísimo, allá por el año 1273. En esta misma fecha el rey Jaime I, dictó una disposición por la cual prohibía a los cordeleros trabajar por delante del recién creado Convento de Predicadores o de Santo Domingo, ya que sus materiales dificultaban el paso a los fieles y monjes que allí acudían.
Por lo tanto, los cordellers o sogueros, trasladaron sus obradores al huerto En Sendra, hoy calle Sogueros, en el barrio de El Carmen.
La Rambla de Cordellers, después de Predicadores, fue en su momento cauce del secundario brazo del Turia, y discurrían por allí, las aguas residuales de los molinos existentes en aquellas inmediaciones, y muy concretamente donde hoy ocupa el Palacio de Cervellón.
En la calle y plaza Mayor de las Barcas, próximas al Parterre, se fabricaban las barcas que servían a los pescadores. Dichas atarazanas dieron nombre a la calle de la Tereçana, que bordeaba el actual Palacio de Justicia.
Localizamos pues el barrio de la Xerea en el siguiente triángulo: Plaza de San Vicente Ferrer, puente del Mar y la iglesia del Temple. La Puerta de la Xerea, se hallaba en el mismo lugar en el que hoy se encuentra la puerta de la iglesia de la Congregación, actual de Santo Tomás Apóstol.
Dada su orientación, esta Puerta debió gozar de una gran importancia estratégica, siendo una de las más asediadas, ya que por ella podían salir los sitiados en busca del mar. Por esta puerta entraron a la ciudad los de Barcelona cuando se rindió; también salieron los moros que fueron libres de hacerlo.
En sus inmediaciones estuvieron instaladas las primeras carnicerías, según privilegio concedido por el rey don Jaime I, en abril de 1268; hasta que en el año 1337, el rey don Pedro II, mandó se trasladasen a las inmediaciones del actual Mercado Central.
La Puerta de la Xerea comenzó a derribarse el lunes 16 de diciembre de 1726, para la construcción de la iglesia de la Congregación.
Como todos los barrios, principalmente antiguos, de las ciudades, La Xerea goza de la presencia de algunos lugares y monumentos de interés: