Cultura

Civilizaciones de América: cuáles fueron, historia, características y cultura de las civilizaciones americanas

La América Antigua estuvo constituida por un importante número de civilizaciones que, desplegadas a lo largo y ancho de todo el continente, asentaron las bases de las principales culturas milenarias. Por medio de los diversos hallazgos arqueológicos los investigadores han podido determinar cuál fue la civilización más antigua y cómo fue el desarrollo de la historia de América prehispánica tomando en cuenta el desenvolvimiento de estas sociedades aborígenes en las actuales América del Norte, América Central y América del Sur. Estos y otros fascinantes aspectos serán pormenorizados en el presente artículo, dedicado al origen, características y progreso cultural de las civilizaciones de América.

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Sudamérica

Antes de entrar en detalle, se hace preciso definir ciertos conceptos que pueden ser desconocidos por el lector. Al definir qué es civilización, se hace referencia al conjunto de aspectos que caracterizan a un grupo humano determinado, con particularidades como creencias, costumbres, lenguaje, cultura y desarrollo científico-tecnológico, siendo estos rasgos el fundamento principal para el progreso de dicho pueblo. Otra interrogante que puede surgir cuestiona qué es la civilización agrícola, la cual no es más que el grupo humano cuya principal producción económica se sustenta en la agricultura, una de las principales características de las civilizaciones americanas.

Con estos términos claros, es momento de dar a conocer cuáles fueron las civilizaciones americanas más antiguas de acuerdo a la ubicación geográfica de estos destacados asentamientos humanos, con una clasificación acorde a los estudios antropológicos que va desde la cultura más antigua a la más reciente.

Si se busca en dónde surgieron las primeras civilizaciones de América, se puede afirmar que, de acuerdo a investigaciones realizadas en las últimas décadas, se han descubierto importantes vestigios arqueológicos en América del Sur, los cuales ayudan a determinar qué civilizaciones se desarrollaron antes de los incas, la más reconocida de las culturas andinas.

Sorprende saber que, en la indagación por conocer cuál es la civilización más antigua de América, te puedes topar con que las primeras agrupaciones humanas se establecieron en el norte del actual Perú hace más de 5.000 años, es decir, en vísperas del origen de las civilizaciones más antiguas de la historia universal, la mesopotámica y la egipcia.

Si bien no se sabe a ciencia cierta cómo se generó el poblamiento del continente, los diversos hallazgos han permitido precisar que las primeras sociedades en América surgieron y evolucionaron de forma independiente con respecto a otras culturas originarias de África, Medio Oriente y Europa, con sus propias organizaciones socio-políticas, producciones económicas, creencias religiosas, tradiciones y costumbres culturales y con un impresionante desarrollo en materia científica.

Así, la cultura más antigua de América, asentada en la otrora ciudad de Caral-Supe, fue evolucionando de su actividad como pueblo cazador – recolector a establecerse en diferentes agrupaciones humanas autónomas dedicadas a la agricultura arraigada. De estas culturas sudamericanas destacan:

  • Cultura Chibcha
  • Cultura Moche
  • Cultura Nazca
  • Cultura Chavín
  • Cultura Wari
  • Civilización Chachapoya
  • Cultura Quimbaya
  • Reino Chimú, entre otras culturas

Gran parte de los territorios que una vez fueron morada de estas culturas antiguas de América fueron el asentamiento para el imperio más extenso de toda la América precolombina, como lo fue el incaico.

Los Incas

Producto del intenso proceso de conquista y anexión de diversos pueblos situados en los Andes sudamericanos, a finales del siglo XII se afianzó el dominio territorial de este imperio, fundado por el primer Sapa Inca Manco Cápac y desplegado desde el sur de la actual Colombia, todo el Ecuador, el altiplano peruano y boliviano, Chile y el norte de Argentina, una impresionante superficie administrada políticamente bajo el nombre de Tahuantinsuyo (vocablo quechua que significa “cuatro partes del mundo”) que, para mayor control, estuvo dividida en cuatro suyos o regiones, a saber Chinchaysuyo, Collasuyo, Antisuyo y Contisuyo, organización determinada durante el mandato de Pachacútec.

Política

El Tahuantinsuyo fue regido por medio de un Estado teocrático, ya que, según esta cultura, el Sapa Inca era descendiente directo de Viracocha, dios del Sol, la Luna y de la vida. Tuvo como capital la legendaria ciudad de Cuzco, situada a más de 3.400 msnm, que fue fundada por Manco Cápac, considerado un dios y un héroe. De la mano del emperador, los suyos eran gobernados por curacas, encargados de la vida política y militar de estas provincias.

Manco Cápac, fundador y primer Sapa Inca del Tahuantinsuyo. Retrato expuesto en el Museo Brooklyn. (Picryl).

Economía

Como en todas las civilizaciones antiguas de América, la actividad agrícola fue la base económica del imperio andino, sustentada principalmente por los cultivos de maíz y papa, que eran sembrados en las laderas de las sierras en forma de terrazas y, en el caso de áreas costeras, por medio de canales de riego para el mejoramiento de las plantaciones.

Asimismo, la civilización inca tuvo una destacada domesticación de alpacas y llamas, animales que soportan grandes alturas y de los cuales se obtenían materias primas como carne y lana, esta última fundamental para la producción textil, práctica que sigue llevándose a cabo en la actualidad.

Un aspecto que llama la atención con respecto a la agricultura inca fue la labor colectiva ejercida por los campesinos sobre las parcelas de subsistencia, otorgadas por parte del Estado para que fueran sembradas y cosechadas por este sector poblacional. Una vez obtenidos los rubros agrícolas, textiles o manufacturados, eran tributados a las máximas autoridades incaicas para ser almacenados en depósitos reales localizados en las principales aldeas o ciudades del imperio. En situaciones de escasez o mala cosecha suscitadas en algún pueblo, se tomaba parte de estos bienes para satisfacer las necesidades de la población, al igual que como sustento para las continuas expediciones militares.

Terrazas agrícolas en Machu Picchu, Perú. (Pxhere).

Sociedad

Como grupos sociales del imperio destaca la nobleza real que, conformada por la familia del Inca, sacerdote, curacas, funcionarios y guerreros de confianza, ejercía importantes cargos como grupo asesor del máximo gobernante.

Por otra parte, el sector campesino estaba congregado en diversas comunidades o ayllus, compuesto por individuos relacionados por vía familiar y regida por el curaca, al cual debían rendir cuenta con respecto a la explotación de parcelas agrícolas que estaban clasificadas en tres niveles, uno para beneficio de un ayllu o aldea específica, otro para las altas autoridades incaicas en forma de tributo, y la tercera para el cultivo de rubros ofrendados a los dioses.

Producción científica y cultural

Uno de los aspectos de relevancia dentro de la civilización inca fue su avanzado manejo en el campo de la ingeniería, manifestado en importantes obras de envergadura destinadas principalmente para fines militares, religiosos y sociales. Un buen ejemplo es la monumental ciudad de Machu Picchu, recinto ubicado a una altura casi inaccesible.

De igual manera destaca la construcción de una importante red vial que servía como punto de comunicación para todo el imperio, a través de caminos que conectaban de forma eficaz aldeas de la costa con ciudades y poblados situados a gran altitud. Otro punto sobresaliente de los incas fue su constante búsqueda para el mejoramiento de la producción agrícola, alcanzada a través de la concepción y tecnificación de un complejo sistema de riego que garantizaba la fertilidad de las zonas cultivadas.

En el ámbito cultural, la civilización inca basó su espiritualidad por medio de una religión politeísta vinculada con elementos de la naturaleza, la cual regía prácticamente todas las actividades cotidianas de dicha sociedad. De este importante pueblo ha quedado una significativa memoria histórica sustentada en el relato oral a través de crónicas y leyendas transmitidas de generación en generación por parte de las culturas descendientes de los incas, las cuales logran mantener vigente la lengua hablada en los otroras territorios imperiales, el quechua.

De la actividad metalúrgica característica de los incas se han descubierto importantes piezas de oro y plata utilizadas en ese entonces por notables figuras políticas y sociales y que, en pleno proceso de conquista, fueron tomadas por los europeos como tesoro. Hoy en día algunas de estas reliquias se encuentran bajo resguardo de colecciones públicas y privadas.

Machu Picchu, ciudadela inca hoy considerada una de las siete maravillas del mundo moderno. (jroepstorff, vía Pixabay).

Declive de la civilización inca

El enfrentamiento entre Huáscar y Atahualpa, hijos del último Sapa Inca Huayna Cápac, desencadenó una sangrienta guerra civil que confrontó a ambos hermanos luego de las muertes sucesivas de su progenitor y del heredero de éste, Ninan Cuyuch. Esta convulsión fue aprovechada por los españoles en 1532 para que las tropas al mando de Francisco Pizarro tomaran prisionero al gobernante de facto Atahualpa (que previamente ordenó la muerte de Huáscar) y lo obligaran a establecer una alianza entre europeos e incas; sin embargo, al poco tiempo el regente imperial fue ejecutado, hecho que llevó a la entrada triunfal de Pizarro y sus hombres al Cuzco, hecho que aceleró la caída del imperio, concretada en 1535 con la fundación de Lima a favor de la monarquía española.

Mesoamérica

Continuando con la investigación referente a cuáles son las civilizaciones antiguas americanas, no se puede obviar la variedad de culturas originarias de Mesoamérica, región precolombina que estuvo localizada al norte del istmo de Panamá, norte de Centroamérica y el centro – sur de México. De esta región destaca la que hasta hace poco tiempo se catalogó como la primera civilización de América, la olmeca, la cultura que marcó la transición entre la prehistoria y el periodo formativo del continente.

A partir del año 3.000 a.C., se originaron pueblos en este territorio, tales como la civilización Teotihuacán, la cultura Tolteca, la civilización de Monte Albán y las dos grandes culturas más reconocidas de Mesoamérica, la Maya y la Mexica o Azteca.

Los Mayas

Uno de los más conocidos ejemplos de civilizaciones mesoamericanas primitivas es la cultura maya, establecida tanto en las tierras bajas y altas de Guatemala como en el actual estado mexicano de Chiapas y la península de Yucatán. Su existencia está periodizada en tres grandes etapas: periodo preclásico (3.000 a.C. – 300 d.C.), clásico (300 – 900 d.C.) y posclásico (900 – 1546 d.C.), siendo una de las pocas culturas aborígenes que, a pesar del prolongado proceso de conquista y colonización continental, actualmente tiene un considerable número de pobladores, aproximadamente dos millones de personas, habitantes en su gran mayoría del territorio guatemalteco.

Política

Su organización político – administrativa estuvo desarrollada dentro de ciudades-estados, gobernadas por un halach uinic, individuo que ostentaba el máximo cargo por vía hereditaria. Entre las más significativas ciudades de ese tipo se pueden nombrar Tikal, Uaxactún, Chichén Itzá, Uxamán y Mayapán. Otros cargos políticos de importancia fueron el del batac, autoridad local que dirigía el destino de cada villa en los temas administrativos y militares, el tupil, figura que asumía el rol de funcionario garante de la ley y el nacom, jefe militar por un lapso de tres años.

Tikal, una de las más importantes ciudades-estado de la civilización maya. (Pxhere).

Economía

Su principal actividad económica fue la agricultura, destacando sus cultivos de maíz, tomate, cacao, frijoles, algodón, tabaco, zapallo, entre otros rubros. Los mayas practicaban la técnica de roza, es decir, la quema de campos previo al cultivo para limpiar la tierra de malezas, para posteriormente ser sembrada sin abono alguno hasta que el suelo perdiera fertilidad. Estos cultivos estaban ubicados cerca de fuentes fluviales, o bien, eran surtidos de agua por medio de profundos depósitos denominados cenotes.

Sociedad

La organización social maya estaba clasificada en:

  • Nobles: sector integrado por los líderes de cada núcleo familiar y jefes locales. Sus privilegios se obtenían de forma hereditaria.
  • Sacerdotes: activos en el ámbito político y religioso de la cultura maya. Además, asumían funciones importantes en la vida cultural y científica de la sociedad.
  • Pueblo: el mayor sector de la sociedad maya, del cual emergía la mano de obra para la actividad agrícola, manufacturera, artesanal y constructora.
  • Esclavos: conformados por prisioneros de guerra e infractores de las leyes. Estos últimos podían obtener su libertad al pagar su delito.

Producción científica y cultural

Uno de los mayores legados que la civilización maya heredó al mundo es el calendario, que en dicha cultura sirvió como ordenador cronológico y como registro de fenómenos asociados a la naturaleza y a la creación. Además, es notable de dicho pueblo la escritura jeroglífica hecha en códices o tiras de papel originarias de las cortezas de los árboles, de los cuales su gran mayoría desafortunadamente fue destruida durante la conquista europea, y los sobrevivientes aún no han podido ser descifrados.

Otro avance científico de esta sociedad es el empleo de las matemáticas a través del sistema vigesimal y la invención del cero como cifra, a la par de los conocimientos astronómicos que, combinados con su manejo en la arquitectura, permitieron la construcción de templos religiosos y palacios en forma de pirámides dispuestos para rendir culto a deidades específicas. Su creencia era politeísta, con dioses relacionados con la vida agrícola y el tiempo, que rendían culto a través de constantes rituales sagrados y ceremonias para evitar cualquier calamidad sobre la civilización.

Uno de los tesoros más preciados de la cultura maya es su libro sagrado, el Popol Vuh, que relata la creación del mundo y del hombre, cómo surgieron las primeras civilizaciones y muchos otros acontecimientos, traducido al castellano en el siglo XVI.

Calendario circular venusiano, de origen maya. (jacinta iluch valero, CC BY-SA 2.0, vía Flickr / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Los Aztecas

Oficialmente llamados mexicas, fueron los integrantes de una sociedad que en sus inicios estuvo subyugada al señorío de Azcapotzalco como mercenarios hasta que, con el tiempo, acumularon tal poder militar que los llevaron a dominar territorios y pequeños pueblos para convertirse en el imperio más poderoso del continente antes de la llegada de los españoles. Se establecieron a principios del siglo XIV en el valle de México donde, sobre las aguas del lago Textoco, fundaron la ciudad de Tenochtitlán, que fue la capital imperial hasta la conquista, cuando la localidad azteca fue reducida en ruinas para, posteriormente, convertirse en la ciudad de México.

Política

La vida política del imperio se fundamentó en el sometimiento de numerosas entidades o altépetl que eran dominadas por los mexicas, a los cuales hacían llegar fuertes cargas tributarias, lo cual basó la expansión del territorio por el poderío del ejército. Cada altépetl era gobernado por un tlatoani.

Para el periodo posclásico mesoamericano, se aseguró una triple alianza como confederación integrada por Tenochtitlán, Tlacopan y Texcoco para afianzar un modelo político que velaba por el desenvolvimiento militar, de justicia y tributario de todo el imperio. Este sistema permitía la elección de un huey tlatoani o tlacatecutli que ejercía la máxima autoridad otorgada por un consejo de nobles. Esta figura era secundada por el cihuacóatl, encargado de la parte tributaria, religiosa y judicial.

Otros altos cargos políticos era el de tlacochcálcatl o jefe del ejército, el de huitzncahuatlailótlac y el tizociahuácatl como jueces principales, el cuauhtlatoani como gobernador militar de provincia, el calpixqui o supervisor de pagos de tributos provinciales y el tecutli o señor noble.

Tenochtitlán según un mural del afamado pintor mexicano Diego Rivera. (Diego Rivera, Public domain, vía Wikimedia Commons / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Economía

Como otras civilizaciones de América, la azteca se basó en la economía agrícola gracias a cultivos de maíz, frijol, calabaza, pimientos y otros rubros. Otra importante actividad fue el comercio fundamentado por el intercambio o trueque con localidades de regiones remotas.

De igual manera, los aztecas desarrollaron dos industrias destacadas: la minera, específicamente la obtención de obsidiana para la elaboración de armas y herramientas, y la textil producto de artículos hechos con fibras de maguey y tejidos de algodón.

Sociedad

La sociedad azteca estaba dividida en dos grupos:

  • Pilli, sector conformado por el emperador o Huey Tlatoani, altos funcionarios de gobierno, sacerdotes y guerreros. Eran propietarios de gran parte de las tierras y estaban exentos del pago de tributos.
  • Macehual, el grupo social más numeroso, compuesto por campesinos, artesanos, comerciantes, esclavos y prisioneros de guerra. Debían otorgar tributos al Estado en forma de alimentos y trabajo que, en una parte, beneficiaban a los pillis y al emperador.

Producción científica y cultural

Las variadas técnicas utilizadas en la agricultura hablan de la sabiduría de los aztecas como conocedores del ámbito condicionados por el entorno geográfico. Para ello, recurrieron al regadío, establecimiento de terrazas y el empleo de huertos flotantes o chinampas.

Como todas las antiguas civilizaciones americanas, su religión era politeísta, a la cual dedicaban variados ritos y ceremonias como juegos de pelota y sacrificios humanos, siendo la principal deidad la legendaria serpiente emplumada Quetzacoátl. Los sacerdotes eran los que ejercían las labores ceremoniales y científicas, resguardando los códices que contenían escritos con temas de astronomía, medicina y jurisprudencia. La lengua más utilizada fue el náhuatl, aún vigente en pueblos descendientes de los aztecas.

Declive de la civilización azteca

Las frecuentes sublevaciones y rebeliones generadas por los pueblos dominados por los mexicas fueron situaciones aprovechadas durante la llegada de los españoles (encabezados por Hernán Cortés) para fijar alianzas y derrotar al emperador. La pacífica entrada de Cortés a Tenochtitlán en 1519 rápidamente trajo la privación de libertad de Moctezuma y la matanza de varios funcionarios aztecas.

El pueblo sublevado a favor del líder azteca sitió a los europeos, pero en medio de la confusión resultaron muertos tanto Moctezuma como muchos de los conquistadores españoles. A salvo, Cortés logró reorganizar sus tropas para hacer frente a los temidos aztecas hasta que se concretó el sometimiento de toda la región, convertida en el Virreinato de Nueva España.

Moctezuma Xocoyotzin, último Huey Tlatoani azteca, retratado en el Códice Durán. (Picryl).

Oasisamérica y Aridoamérica

Cuando se habla de las sociedades antiguas de América del Norte, resaltan las variadas culturas que habitaron tanto en las planicies como en las zonas desérticas de Estados Unidos. Al buscar cuáles son las primeras civilizaciones de esta región, encontramos a los mogollón, hohokam y patayanes, otrora moradores de los desiertos de Nuevo México y Arizona, que poblaron este territorio hace aproximadamente 2.300 años. Las situaciones climáticas y geográficas adversas no impidieron que estos grupos ejercieran la agricultura, por medio de técnicas innovadoras como el riego artificial a través de canales y la inundación de cultivos, principalmente los de maíz. Las ruinas de estas obras de ingeniería sustentan los hallazgos arqueológicos relacionados con el desenvolvimiento de estos pueblos.

Reconstrucción de Pueblo Grande, asentamiento hohokam. (Brendan Purdy, CC BY 2.0, vía Flickr / Recorte, mejora de tono y resolución de la original).

Posteriormente, los actuales estados de Utah y Colorado sirvieron de abrigo para los pueblos anasazi, que no solo desplegaron todos sus conocimientos en el tema agrícola y en la domesticación del pavo como sustento alimenticio, sino que también demostraron su habilidad como constructores de imponentes monumentos religiosos y públicos, hoy considerados tesoros sagrados para la población indígena.

Mesa Verde, asentamiento de antiguas viviendas anasazi. (Pxhere).

Resulta fundamental descubrir quiénes fueron las primeras civilizaciones americanas para saber que la prehistoria de este continente no puede ser periodizada al igual que se ha hecho con Europa, ya que la primitiva realidad americana dependió del mismo poblamiento de la región, la consolidación de las primeras sociedades complejas desplegadas en su territorio y los diferentes avances que dichas culturas establecieron durante su existencia. Por otro lado, cabe destacar que gran parte del legado de estas antiguas civilizaciones de América permanece vigente dentro del desarrollo integral de la región, considerando que estos pueblos fueron una de las tres raíces fundamentales para el proceso de mestizaje que, conjuntamente con la africana y europea, determinaron a la sociedad americana después de consolidada la colonización del continente. Ya conoces por qué son importantes las civilizaciones antiguas para saber más sobre la historia de una región específica, tal y como hemos descrito en el caso de América.

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