Las personas, a diario, celebran acuerdos, se comprometen y contraer obligaciones mediante actos jurídicos y todas clases de contratos. Los alquileres, las compraventas o los contratos de trabajo son los tipos de contratos más usuales en la vida diaria. ¿Pero qué significa contrato determinado o cuáles son las partes de un contrato de trabajo o laboral? Si quieres saber cuáles son los tipos de contratos que existen o cuántos tipos de contratos hay en la actualidad aquí hallarás las respuestas.
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Contratos orales
La oralidad es una de las formas de hacer un contrato informal. Los contratos orales son aquellos acuerdos en los cuales las partes intercambian las condiciones, términos y obligaciones de forma verbal y que pueden tener la misma validez y fuerza ante la ley que los contratos escritos.
Para que los contratos orales puedan ser exigidos ante la justicia, deben contar con los elementos propios de un contrato, a saber: el consentimiento, el objeto y la causa, los cuales deben ser perfectamente probables. Es decir, la parte interesa debe tener la capacidad de demostrar por hechos y actos concluyentes la existencia de la relación contractual.
Los contratos que pueden ser celebrados verbalmente son los contratos conocidos como no formales; es decir, aquellos para cuya existencia y validez no dependan de una forma o del cumplimiento de determinados requisitos formales establecidos en la ley. En algunos, los contratos de trabajo o de locación pueden celebrarse de forma oral.
Contratos escritos
Por otra parte, el modo más común de celebrar contratos formales es por medio de la forma escrita. Así los contratos escritos, a diferencia de los orales, recogen en el cuerpo del documento las clausulas, términos y condiciones que han sido pactados por las partes. Los contratos formales que requieren ser registrados para su validez y eficacia frente a terceros son de las clases de contratos escritos. Los contratos de trabajo por tiempo determinado o contratación por grupos son un ejemplo de contrato laboral escrito.
Contratos civiles
Los contratos civiles son grandes ejemplos que definen qué tipos de contratos hay en la vida moderna. Son aquellos actos jurídicos privados que crean obligaciones recíprocas entre las partes contratantes y que regulan, en su mayoría, relaciones de carácter patrimoniales. Entre los contratos civiles más comunes se encuentran los contratos de locación de vivienda, los de compraventa de automotores, los comodatos y los de garantía.
Uno de los principios fundamentales que rigen los contratos civiles es el principio de la autonomía de la voluntad. Esto significa que las partes pueden determinar libremente las reglas y condiciones que regularan sus relaciones, siempre que no vayan en contra de la ley y el orden publico. Los contratos civiles pueden ser onerosos, gratuitos, unilaterales, bilaterales, conmutativos o aleatorios.
Contratos laborales
Los contratos de trabajo se destacan dentro de todos los tipos de contratos que existen. Son los más famosos y más comunes, ¿pero, qué es un contrato de trabajo o qué es tipo de contrato laboral? Los contratos laborales se tratan de aquellos contratos en los cuales una persona se obliga a la prestación de un servicio por cuenta y subordinación de otro a cambio de una remuneración.
Una de las principales características de los contratos laborales es que la prestación obligada es de carácter personalísimo; es decir, solo el trabajador puede cumplir con la prestación, ya que la obligación recae sobre la fuerza de su trabajo. Esta prestación puede ser a tiempo parcial, por temporada o por tiempo indeterminado. Así la contratación por temporada es un ejemplo de contrato de trabajo o laboral.
Contratos de obra
Entre todos los tipos de contratos que existen se encuentran los contratos de obra, también conocido en algunas legislaciones como contratos de arrendamiento de obras. Se trata de aquellos acuerdos en los cuales una de las partes se obliga a la ejecución de actos materiales destinados a la consecución de un trabajo determinado, a cambio de un precio o remuneración.
Los contratos de obra se diferencian de los contratos de servicio en que, en ellos, una de las partes se compromete a la entrega de un resultado eficaz y reproducible; mientras que en los contratos de servicios la prestación no implica un resultado especifico sino la prestación o realización de una actividad, produzca o no el resultado deseado.
Contratos de servicio
Otro de los tipos de contratos civiles entre particulares son los contratos de servicios profesionales. En estos acuerdos escritos, aunque pueden ser verbales, se estipula la ejecución de una actividad determinada o la o prestación de un servicio en específico. Se detallan, por tanto, las distintas tareas que el profesional se compromete a ejecutar, personalmente o a través de un tercero, a cambio de una remuneración económica u honorarios.
Estas clases de contratos no se consideran como contratos de trabajo porque no existe entre las partes una relación de dependencia ni el cumplimiento de una jornada u horario en específico.
Contratos de locación
Otro de los tipos de contratos más utilizados en la vida diaria son los contratos de locación. En estas clases de contratos las personas se obligan, por un lado, a otorgar el uso y goce de una cosa, ya sea mueble o inmueble, de forma temporal, y por el otro, a pagar un canon mensual por el uso temporal de esa cosa.
De los ejemplos de contratos de este tipo los alquileres de vivienda son los más comunes. Allí, el locatario se compromete a pagar mensualmente el valor locativo; y el locador o arrendador se compromete a permitir el uso y disfrute de la casa o departamento para que el inquilino haga vida en ella.
Contratos comerciales
Los contratos comerciales son aquellos acuerdos de voluntades en las cuales las partes se obligan a una prestación de hacer o dar dentro del marco de las operaciones mercantiles o de comercio. Estas clases de contratos se caracterizan por ser siempre onerosos, y a diferencia de los contratos civiles, exige que al menos una de las partes cumpla con la condición de ser comerciante y que la obligación esté relacionada con su giro profesional.
Los contratos bancarios, contratos de seguros, contratos de sociedad y otros son los tipos de contratos que determinan cuántos tipos de contratos existen en materia mercantil.
Contratos de leasing
El contrato de leasing, conocido también como arrendamiento financiero, es uno de los tipos de contratos mercantiles más comunes. Consiste en el pago de un arrendamiento mensual de un bien mueble o inmueble por un tiempo determinado que brinda la opción de comprar el bien, una vez finalizado el contrato.
El leasing automotriz es uno de los tipos de contratos en México con más auge. A través de estas clases de contratos, los clientes pueden usar un vehículo automotor por medio de un pago mensual durante un plazo determinado; que al concluir, tiene la opción de devolverlo, comprarlo o arrendar un vehículo nuevo.
Contratos administrativos
Cuando una de las partes contratantes es el Estado o algún órgano que forme parte de él, se puede estar frente a un contrato administrativo. El concepto de contrato administrativo se refiere a aquellos acuerdos celebrados por el Estado, en el ejercicio de sus funciones administrativas, con otro órgano del Estado o con un particular con el objeto de establecer derechos y obligaciones destinadas a la satisfacción de un interés o servicio público.
Los contratos administrativos se caracterizan por contener cláusulas exorbitantes del derecho privado. Estas clausulas le otorgan prerrogativas a la Administración por mandato legal frente al particular, lo que genera una relación de desigualdad entre las partes.
Contratos de adhesión
Otra de las clases de contratos que se celebran en la vida diaria son los contratos de adhesión. El contenido de estos tipos de contratos es determinado y establecido por una sola de las partes; y la otra, con su firma, se adhiere y acepta lo que estaba previamente definido. Por lo tanto, la parte contratante no puede negociar las clausulas del acuerdo, solo puede aceptarlas o no contratar.
Entre los ejemplos de estas clases de contratos se encuentran los contratos de suministro de servicios públicos, telefonía, internet o los contratos bancarios, entre otros.
Contratos de seguros
Dentro de la clasificación de los contratos mercantiles, hay otros tipos de contratos de adhesión que son los contratos de seguro. Este consiste en la obligación que recae en una parte, llamada aseguradora, de resarcir un daño o de pagar una indemnización cuando ocurra un siniestro o se cumplan determinadas condiciones a la otra parte, el asegurado; quien a su vez queda obligada al pago de una prima o cotización antes de que acontezca la contingencia. El objeto de estas clases de contratos incluye cualquier tipo de riesgo y pueden cubrir distintas eventualidades. Existen contratos de seguro contra incendios, contra daños a terceros, seguros de vida, entre otros.
De este modo, saber qué tipos de contratos existen y sus aplicaciones permiten determinar cuál es el más adecuado para el tipo de negocio jurídico que se va a celebrar. Dependiendo de la materia y del objeto existe muchas clases de contrato, ya sea que se traten de contratos laborales, mercantiles, civiles o cualquiera de los otros tipos de contratos, todos permiten fijar los derechos, obligaciones y prestaciones reciprocas para la satisfacción de los objetivos de ambas partes.