Tanto en la sociedad como en los negocios y las finanzas, los distintos tipos de capital cumplen la importante función de poder generar más valor en los activos, los recursos y garantizar el funcionamiento de la organización. Dentro de la clasificación de capital se encuentran el capital físico, humano y financiero. ¿Pero, cuántas capitales hay en finanzas o cómo se clasifica el capital contable o en contabilidad? Para saber más sobre los tipos de capital y la clasificación de las cuentas de capital, te recomendamos seguir leyendo.
Monopolio de mercado:
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El capital económico se encuentra relacionado con la capacidad económica con la que cuenta una empresa para garantizar su funcionalidad. Es decir, el concepto de capital económico se entiende como la cantidad de dinero necesaria para la estabilidad financiera de la compañía. Por lo tanto, puede abarcar además del dinero en efectivo a otros tipos de activos como equipos, inmuebles, vehículos, etc. que puedan liquidarse en el mercado.
La medida del capital económico permite realizar una representación acerca de la solvencia de la organización, la protege de los distintos riesgos operacionales como el riesgo de crédito, legal, y de mercado.
Un ejemplo de capital económico se puede encontrar en los bienes, herramientas y materiales de un carpintero, los cuales utiliza y necesita para el desempeño de su trabajo; y que sin ellos le resulta imposible el ejercicio de su oficio.
Otro de los tipos de capital de una empresa con gran importancia es el capital humano. Este se refiere al grupo de personas que intervienen en el proceso de producción de la empresa. Entonces, la definición de capital humano se relaciona con la cantidad de empleados, proveedores, contratistas y asociados con las que cuenta la organización para ejecutar las operaciones comerciales, administración y producción que permiten el correcto funcionamiento de la compañía.
Los atletas, jugadores y deportistas que conforman un equipo de futbol, basketbol o voleibol son un claro ejemplo de capital humano. Ese conjunto de personas proporcionan sus habilidades, talentos y trabajo físico para permitir el desarrollo de la actividad principal del equipo, y por consiguiente el logro de los objetivos.
Dentro de la clasificación de capital de una empresa se destaca el capital financiero también conocido como capital de inversión. Este tipo de capital abarca a los activos, instrumentos o recursos financieros que facilitan las operaciones diarias y el desempeño de la empresa. Tales activos se representan con los fondos de las cuentas, las cuentas por cobrar, las deudas y créditos que deben los clientes y todos aquellos activos que importan un ingreso futuro.
Cuando un inversionista adquiere acciones con el objetivo de obtener rentas y utilidades de ellas estamos frente a un ejemplo de capital financiero. Esas rentas pasan a formar parte del capital del inversionista como un crédito o interés que va a percibir de ellas.
El concepto de capital cultural fue desarrollado en la década de los 70 por el sociólogo francés Pierre Bourdieu, el cual definió como “la familiaridad con la cultura legítima dentro de una sociedad”.
La idea de capital cultural representa el conjunto de bienes tangibles o intangibles, experiencias, conocimientos y habilidades que ha ido adquiriendo el individuo a lor de su vida dentro de la sociedad.
La formación académica puede ser un ejemplo de capital cultural. Es decir, cuando una persona recibe el titulo por parte de una institución educativa, se avala que ese individuo posee el conocimiento técnico y formal para ejercer determinada profesión u oficio. Ese conocimiento le genera valor para poder ejecutar actividades inherentes a una labor.
El capital físico es otro de los importantes tipos de capital que necesita una empresa para funcionar correctamente. Por tanto, el capital físico se relaciona con el conjunto de bienes y activos tangibles que dispone la organización para poder desarrollar su actividad económica o llevar adelante sus procesos productivos.
A diferencia de lo que ocurre con otros tipos de capital, como por ejemplo el capital humano, el capital físico puede experimentar una disminución del valor a razón del tiempo o por el uso continuo.
El capital físico puede estar representado por cualquier activo de una empresa que pueda ser empleado para producir, modificar o distribuir bienes y servicios. Entre estos ejemplos se pueden mencionar las materias primas, las maquinarias, vehículos de carga y transporte, etc.
Entre la clasificación de capital, el capital social puede entenderse como la base que sostiene a la sociedad civil a través de la confianza y las relaciones de una comunidad determinada.
Comprende aquellos recursos que provienen de la interacción humana como la información, la innovación y las relaciones interpersonales, las cuales permiten la consecución de logros y objetivos comunes. Dentro de la clasificación de capital, existen dos tipos de capital social. El capital social vinculante que se refieren a las conexiones alcanzadas dentro de un grupo social determinada por valores y normas sociales; y el capital social puente que vincula a grupos de personas por actividad o afinidad religiosa, social, raza, etc.
Cuando los residentes de una determinada ciudad confían en las prácticas de una determinada una empresa local puede tratarse de un ejemplo de capital social. Esa fidelidad que manifiestan los miembros de la comunidad frente a las actividades y productos de la compañía son el capital social que le otorgan valor a la organización.
El capital intelectual de una empresa es capaz de producir riqueza, facilitar la producción de bienes y servicios valiosos y resolver problemas. De los tipos de capital de una organización, el capital intelectual comprende la información, el conocimiento y las experiencias con las que cuenta una persona para agregar valor a un proceso de producción determinado.
De los ejemplos de capital intelectual se encuentra la propiedad intelectual, marcas, patentes, invenciones o innovaciones que pueden generar mayor valor a los activos de la empresa o las personas.
Existen otras clases de capital dentro de la clasificación de capital en la sociedad. Tal es el caso del capital natural, el cual se refiere a los recursos naturales disponibles y explotables en el medio ambiente. Los recursos que conforman el capital natural son capaces de brindar los materiales necesarios para la producción, sustento, creación, transformación y transporte de distintas actividades indispensables para la vida humana y para los factores de producción.
Entre los ejemplos de capital natural se encuentran los bienes ambientales y naturales propios de un determinado ecosistema que proporcionen las condiciones mínimas que garantizan el sustento y la vida humana. Estos pueden ser el agua, aire, alimentos de la tierra, madera, la lluvia, entre otros.
Entre los diversos conceptos de capital que existen el capital político es uno de los más destacados. Este es de los tipos de capital que consiste en el conjunto de voluntades, confianza e influencia que puede acumular el actor político frente al publico o la comunidad. Gracias a lo que se conoce capital político, el aspirante a un cargo publico puede impulsar leyes, ascender en los comicios, elevar el valor del partido político al cual pertenece, debido al respeto y fidelidad de la gente que lo sigue.
La cantidad de seguidores, votos alcanzados, el nivel de confianza o la alta concurrencia en los encuentros o mítines políticos pueden ser elementos claves para entender cuáles son las capitales políticas de un candidato o funcionario publico. En ese sentido, un ejemplo de capital político se ve reflejado en el apoyo tangible o intangible que puede representar un político por parte de una comunidad determinada que influya en unas elecciones o en la credibilidad de un partido político.
Otro de los tipos de capital de una empresa es el capital contable. Se trata del conjunto de deudas y obligaciones económicas que tiene una empresa en un contexto determinado. El capital contable es el resultado que se obtiene de la resta de los activos totales y los pasivos totales de la compañía.
Dentro de la clasificación del capital contable se pueden encontrar varios tipos de capital contable; a saber, el capital contable positivo, el capital contable negativo y el capital contable equilibrado.
El capital contable positivo se refiere al estado de ganancias de la empresa, mientras que el capital contable negativo es aquel que se encuentra presente en los casos de perdidas económicas de la empresa. Por su parte, se dice que existe el capital equilibrado dentro de la clasificación de cuenta capital, cuando la compañía no soporta pérdidas, pero tampoco produce ganancias.
Las empresas, al llevar su contabilidad, analizan el estado de perdidas y ganancias para determinar si el capital con el que cuenta es positivo o negativo. En tales casos, se estaría observando un ejemplo de capital contable de una organización.
Dentro de la clasificación del capital en contabilidad se puede mencionar el conocido como capital contribuido. Este tipo de capital se define como aquel constituido por las aportaciones de los socios, dueños y accionistas de la empresa; así como las donaciones realizadas por entidades externas a la empresa.
Un ejemplo de capital contribuido se puede observar en la creación de las fundaciones sin fines de lucro, en las cuales la persona natural o jurídica destinada una determinada cantidad de dinero para el cumplimiento de actividades destinadas al bien común que pueden ser de naturaleza social, cultura, deportiva o de otra índole.
El capital ganado es otro de los tipos de capital en contabilidad y se puede definir como el resultado obtenido de las operaciones comerciales y de otros eventos y circunstancias de la empresa, y por las utilidades retenidas, acumuladas y el superávit.
Si al cierre de un año fiscal, la empresa presenta en su contabilidad un activo superior a su pasivo, o un balance con más ingresos que gastos; entonces podríamos estar frente a un ejemplo de capital ganado en ese ejercicio fiscal.
Al final de cuentas, la clasificación de capital de una organización, ya sea social o empresarial, determina los tipos de capital disponibles para el cumplimiento de los objetivos del emprendimiento. Contar con los elementos, recurso y activos necesarios, comprendidos en los distintos tipos de capital, no solo le agregan valor a la compañía, sino que garantizan su estabilidad y funcionamiento.