¿No te gusta el color de tus ojos? ¿Te gustaría tener unos ojos azules? ¿Quieres que tu hijo tenga el color de ojos de tu pareja?
Ya sabrás que el hecho de que los progenitores tengan un determinado color no garantiza el color de su descendencia. Cada uno tiene dos pares de genes en cada cromosoma, con lo que existen múltiples posibilidades, aunque lo que sí parece predecible, mediante un análisis de ADN que ofrece un 90% de precisión, es el color del iris.
Así lo han concluido un grupo de investigadores holandeses, coordinados por Manfred Kayser, del Centro Médico de Rotterdam de la Universidad Erasmus.
El color de los ojos no tiene por qué ser inalterable a lo largo de una vida. Hay muchos factores que pueden modificar su coloración o tono. La edad, por ejemplo, especialmente en las personas con ojos claros.
No obstante, cuando se da un cambio de coloración brusco, lo conveniente es solicitar la opinión de un oftalmólogo, ya que puede evidenciar una enfermedad (inflamaciones, tumores, etc.).
Se han dado casos en que seguir tratamientos con determinados medicamentos puede producir un cambio de color del iris. Asímismo, un traumatismo puede causar un cambio en la coloración existente y, como muestra, sirva un caso tan conocido como el del cantante David Bowie.
Si no estás muy conforme con tu color de ojos, además de la posibilidad de utilizar lentes de color, los avances habidos en los últimos años te permitirán poder cambiar el color del iris de forma permanente.
Últimamente se han venido desarrollando técnicas quirúrgicas asistidas con láser, nuevos instrumentos y pigmentos para cambiar el color de ojos, tratando a pacientes con graves enfermedades oculares, con fines terapéuticos o estéticos, mejorando las técnicas anteriores que conllevaban numerosas complicaciones.
Estamos hablando de técnicas muy novedosas y recientes, con resultados muy favorables sin que se hayan observado efectos adversos más allá de pequeñas inflamaciones en el globo ocular.
Aunque no se aprecien complicaciones ni efectos secundarios significativos, se precisa que transcurra más tiempo para realizar evaluaciones de posibles riesgos a largo plazo.
Vendría a ser como hacer un tatuaje del iris de forma permanente. Se trata de una técnica que utiliza unos pigmentos minerales microgranulados y que es el resultado de una investigación llevada a cabo durante más de diez años. No es reversible.
El Doctor Jorge Alió ha desarrollado una técnica innovadora en cirugía cosmética y reparadora del ojo. Él, y el equipo que dirige, cuentan con las ayudas del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
Han venido realizando trabajos de investigación que han dado como resultado un novedoso tratamiento para poder cambiar el color en pacientes con enfermedades crónicas en el ojo, con fines terapéuticos o estéticos.
Han estado trabajando en casos en que el ojo se ve con un color blanquecino, en pacientes sin pronóstico visual, utilizando este tratamiento para mejorar su aspecto estético, e incluso también para mejorar la visión de otros que tienen defectos en el iris, consiguiendo una mejoría de la agudeza visual.
El Dr. Jorge Alió ha destacado por sus estudios con células madre y es especialista en cirugía de la catarata, lentes intraoculares y glaucoma. Ha hecho posible la publicación del primer libro en el mundo sobre la queratopigmentación (Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana).
También ha sido pionero en la introducción de la cirugía refractiva en España, en nuevas técnicas de trasplante de córnea y en el desarrollo exclusivo de la técnica que hemos hablado.
Además ha recibido numerosos reconocimientos internacionales, entre los que destan:
Entre los alumnos médicos de este reconocido profesor y catedrático de Oftalmologia de la Universidad Miguel Hernández de Elche, merece una mención especial la Doctora Noemí Laviada de la Garza que, tras un aprendizaje de dos años, realizó en México el primer caso de queratopigmentación terapéutica con éxito en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Esta técnica, que solo sería válida para pasar del color marrón al azul y que aún está esperando la aprobación de la Agencia Americana del Medicamento, consiste en aplicar un láser que, al quemar el pigmento marrón, daría un color azul al iris.
Según la empresa que lo ha diseñado, Stroma Medical, es algo parecido a otras intervenciones que utilizan el láser para corregir defectos de la córnea.
La mayoría nacemos con los ojos de color azul grisáceo, como consecuencia de que la melanina aún no se ha depositado completamente en el iris y, a medida que el ojo se va exponiendo a la luz, irá cambiando hasta aproximadamente los tres años, en que ya tendremos el color de adulto.
Determinadas enfermedades, traumatismos, tratamientos médicos y otros factores pueden cambiar el color del ojo. También es posible cambiarlo con lentes de color o con implantes de prótesis artificiales mediante cirugía, que, aunque sería reversible, va acompañada de numerosos riesgos.
Los últimos avances permiten hablar de otras técnicas menos invasivas y con mejores garantías, aunque son demasiado recientes como para saber sus resultados a largo plazo: láser y queratopigmentación, utilizada con el objetivo de mejorar a pacientes con graves problemas oculares.
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Excelente artículo, me encanta leerte, siempre con algo nuevo por descubrir.Gracias!!