Un baño con agua caliente requiere de un termo eléctrico. Se trata de un electrodoméstico que tiene un considerable consumo de energía, pero que es necesario en el hogar. Está estimado que una familia de cuatro personas, podrían tener una factura al año de unos 300 euros por este concepto, pero sabiendo aplicar algunas estrategias se puede ahorrar entre 30% y 50%.
No se requiere de acciones muy complicadas, sino de sencillos pasos que facilitan proponerse ahorrar algo de dinero.
Hay que tener presente si ya se tiene o si se va a comprar uno nuevo. En el segundo caso, lo primero que hay que hacer, es asesorarse con quienes saben de termos eléctricos. En el momento de adquirirlo hay que ubicar uno que garantice la máxima eficiencia en el uso de la electricidad.
Hay termos que tienen funciones inteligentes y aprenden como los miembros del hogar usan el agua caliente, lo que le permite prever en qué momento se va a utilizar y eso hace adecuar el consumo de energía eléctrica, aunque pueda haber un poco más de diferencia en el precio, en el largo plazo, el ahorro se verá compensado en la factura del servicio eléctrico.
Por lo general estos electrodomésticos tienen una clasificación de eficiencia que van desde la “A”, hasta la “C”, siendo los de etiqueta “A”, los mejores.
Conservar el agua caliente en el termo es una de sus funciones principales, si el agua pierde calor, entonces el termo eléctrico debe volver a encenderse para calentar de nuevo. Mientras el agua se mantenga en la temperatura deseada, no habrá consumo de energía.
Al elegir un termo eléctrico, es bueno saber en las especificaciones técnicas sobre el aislamiento que existe entre el cuerpo externo y el depósito de agua interno. Hay aparatos que en sus especificaciones detallan esto al usuario, lo que es de gran ayuda para decidir cual resultará mejor en este fin.
En la ducha las personas suelen unir el agua fría, con la caliente, para regular la temperatura de la misma, de modo que al darse un baño, no se reciba agua prácticamente hirviendo, que más bien lesione a la persona. El termo eléctrico podría funcionar con temperatura más baja, para no tener necesidad de tirar el agua de temperatura alta.
Una temperatura menor, ayuda a que se ahorre dinero.
Los grifos pueden ayudar mucho en el ahorro de agua caliente y por lo tanto de consumo de electricidad. Regular la salida de agua por estos es muy sencillo y de muy bajo costo, sólo es necesario instalar un perlizador a cada uno, y a la ducha misma. Esto reduce su salida a la mitad.
Los nuevos termos eléctricos ahora tienen un panel de control para establecer los horarios de uso del aparato. Si el usuario tiene una actividad rutinaria y determinados horarios para el uso del agua en casa, tan solo debe introducir los datos para ponerlo a usar según sus necesidades. Esta función lo diferencia mucho de termos convencionales.
Una vez el termo esté programado, en los horarios en que no se usa, estará inactivo o no consumirá electricidad. Se pueden programar de manera diaria o por períodos más largos, por ejemplo, de manera semanal. El termo eléctrico se encenderá de manera previa, de modo que el agua esté a la temperatura deseada en el momento en que se vaya a usar, lo que lo hace eficiente.
Si ya se tiene un termo eléctrico y no es programable, se le puede instalar un temporizador que haga esta función.
Finalmente, queda de parte de la conciencia del usuario. Al bañarse, la persona debe cerrar la llave para enjabonarse. Siempre se debe buscar que no existan fugas en el sistema de tuberías, si las hay, se deben corregir de inmediato. El termo eléctrico debe ser instalado lo más cerca posible donde esté el baño, así el recorrido del agua será menor y la pérdida de calor también.