Se puede correr el riesgo de que el diamante de esa joyería sea falso, por lo que la sorpresa puede amargarse de ocurrir este desafortunado hecho. Si antes de ir a la joyería buscas cómo saber si un diamante es real, no te preocupes, aquí te describiremos 7 efectivas maneras que responden cómo reconocer un diamante real para que evites un desagradable momento al momento de comprar o adquirir estas piedras preciosas. Pero primero, te describiremos qué es en realidad un diamante. Se trata de una piedra preciosa formada por carbono puro cristalizado, resultando un mineral que es el más límpido, duro y brillante de todos.
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Antes de someter al diamante en cuestión a una prueba casera o profesional, hay ciertos elementos que caracterizan a esta piedra y que se notan con sólo observar la joya, aspectos que ayudan a responder cómo identificar un diamante.
Entre los rasgos que pueden resolver la duda sobre cómo reconocer un diamante a simple vista están:
Recordemos que el diamante es el mineral más duro, por lo que, al tomarlo, se puede rallar cualquier otra superficie con él o hasta cortar otros materiales.
Además de duro, el diamante es resistente, un factor que le permite quedar a salvo ante algún daño que pueda ser propiciado por altas temperaturas.
Otro de los aspectos a considerar para responder cómo saber que un diamante es auténtico es el extraordinario brillo que caracteriza a este mineral. Debes tomar en cuenta que el brillo de un diamante es mayor al de un cuarzo o un cristal, así que sigue esta referencia al momento de saber cómo son los diamantes de verdad.
Además, el reflejo de luz que provoca el brillo dependerá de la talla o corte del diamante, el cual debe ser proporcionado y simétrico y que, para agregar, es un factor que permite determinar la calidad de la joya.
¿Buscas cómo saber si un diamante es genuino? Debes prestar atención a este aspecto, ya que, contrario a lo que se cree, un diamante no es transparente del todo si se compara, por ejemplo, con una circonita.
Conocidas las características físicas más claras que te pueden ayudar a comprobar cómo es un diamante, ahora puedes someter a esta joya a las siguientes pruebas para verificar su autenticidad.
Si buscas cómo saber si un diamante es real en casa, puedes hacer esta sencilla prueba para verificar. Llena un vaso con agua hasta llegar al ¾ de su capacidad. Luego, introduce lentamente la piedra al vaso, comprobando si la misma se hunde o no.
Si se hunde, tienes ante tus ojos un diamante real; en el caso de que flote a la superficie o se quede a la mitad del vaso, debes descartar su pureza, ya que se trata de una piedra falsa.
¿Por qué confiar en esta prueba? Porque los diamantes reales poseen una alta densidad, por lo que, al ser sometida la joya a este experimento casero, podrás estar tranquilo, ya que es una manera fiable para que te responderá cómo saber si una piedra es diamante.
Si tienes una joya y quieres comprobar su autenticidad, otra de las infalibles maneras que te sacará de dudas sobre cómo saber si es un diamante o una circonita es verificando el brillo de la prueba, recordando lo que habíamos detallado previamente. Hacer esta prueba es muy fácil, ya que solo es cuestión de colocar la joya ante la luz de una lámpara y prestar atención a los destellos que desprende la piedra. En el caso de que sea un diamante real, estos destellos presentarán un tono grisáceo, característico de estas preciadas joyas.
Hay que acotar que, al momento de hacer esta prueba, no debes confundir destellos con reflejos, ya que, en el caso de los primeros, se origina por causa del brillo o intensidad de la luz, mientras la reflexión se presenta a causa del color de la luz que se refracta en la piedra. Además, existe la moissanita, una piedra incluso más brillante que el diamante, que ha hecho que muchos joyeros no puedan distinguir la una de la otra.
Para diferenciar ambas joyas, se debe utilizar una linterna de bolsillo e iluminar el interior de la piedra. En ella debes descartar si se presenta una doble refracción, notable al verse los colores del arcoíris, ya que, de originarse este fenómeno, puedes tener a la mano una moissanita.
Sueles preguntarte ¿cómo saber si tengo un diamante auténtico?, puede que te sorprendas con esta fácil pero fiable manera de comprobarlo. Toma la joya a valorar y exhala sobre ella, luego detalla si aparece o no aparece vapor o vaho sobre la piedra. Si no hay vapor, ¡felicidades! Tienes un diamante real. En el caso contrario, es decir, que aparezca una mancha sobre la superficie de la joya, lo más probable es que se trate de una falsificación.
Otra prueba fácil para descartar diamantes falsos es la del punto. Realizarla es sencillo: con la ayuda de un bolígrafo, dibuja un pequeño punto sobre un papel blanco; seguidamente, coloca la joya a evaluar sobre el centro de este punto. Ahora observa detenidamente a través de la piedra si hay una reflexión circular en ella. De ser así, es una falsificación, sino se da este fenómeno o no se logra ver el punto, entonces se trata de un auténtico diamante.Esta prueba sirve para comprobar la transparencia de la piedra que, como recordemos, en el diamante no se presenta tan cristalino como se cree.
De acuerdo a las características de un diamante que mencionamos anteriormente, la resistencia es otros de los aspectos que pueden ser evaluados mediante una prueba casera o profesional. ¿Cómo hacerlo? Calienta la piedra con un encendedor durante 30 segundos, inmediatamente sumerge la joya en agua fría y verifica si la misma se rompe o se cuartea. Si esto pasa, ¡malas noticias! Es un diamante falso.
¿Por qué es una prueba efectiva? La razón está en que es una de las mejores maneras para verificar la dureza y resistencia del diamante, uno de los minerales más duros del mundo.
Si sigues presentando dudas o piensas que estás frente a un diamante real y quieres que sea sometido a un avalúo para saber, por ejemplo, cuánto vale un diamante pequeño, entonces pon la piedra en manos de un joyero especializado que cuente con el equipo ideal para tasar esta joya.
Este joyero puede hacer una tasación completa, que comprende el peso de la pieza por medio de una balanza de alta sensibilidad y determinar el nivel del quilate que posee; un examen por medio de lupa o microscopio para verificar transparencia, brillo y color; prueba de calor a través de un medidor de electroconductividad para estar seguros de la dureza y resistencia del diamante y la inspección de la piedra bajo la luz ultravioleta para comprobar la fuerte o intermedia fluorescencia azul que determina la autenticidad de la piedra preciosa.
No hay que olvidar que, para concretar la tasación, la piedra es sometida a una última prueba que permiten ver la estructura molecular radiolúcida propia de los diamantes. En el caso de diamantes falsos, se tornan radiopacos ante estos rayos.
Saber cómo reconocer un diamante es fundamental si recibes o quieres dar una joya preciosa de este tipo o, en otros casos, tienes una piedra desde hace mucho tiempo y quieres saber de qué se trata. Si por medio de las pruebas caseras que hemos descrito de forma precisa aún no despejas tus dudas relacionadas a la veracidad de la joya, entonces te aconsejamos acudir a un profesional ya que él tiene el ojo certero y entrenado que comprobará cómo saber si un diamante es real. De autenticarse la piedra preciosa, sólo te queda atesorarla y mantenerla a buen resguardo.