La música clásica quedó en manos de los compositores de ópera que se encargaron de maravillar a quienes visitaban los teatros o tenían el honor de contar con su presencia en algún evento de alta clase. En esta entrada enlistamos a los autores de ópera y a las autoras que salieron a dar la cara por el lado femenino.
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El primer compositor de opera de esta lista es Claudio Monteverdi, quien probablemente fue uno de los autores de ópera más revolucionarios de todos los tiempos, puesto que su trabajo, en general, dio inicio a la transición del estilo renacentista de la ópera al período barroco. Además, el talento de Monteverdi para componer y su oído perfeccionista para la música estuvo latente desde la niñez; en ese tiempo obtuvo su primera publicación a la edad de quince años, y cinco años después varias de sus obras ya se habían impreso.
A principios del siglo XVII, el italiano Monteverdi estuvo viviendo en altibajos, luchando por dar con encargos musicales, debido a los estallidos políticos y la peste, pero la suerte le sonrió y volvió a los escenarios en 1637. En resumidas cuentas, Claudio Monteverdi fue muy conocido por óperas como L’Orfeo (1607), la cual aún se representa regularmente en el escenario, pero también compuso madrigales y música sacra. Otras de sus obras importantes son L’ Arianna (1608) y El regreso de Ulises a la patria (1640).
Otro de los compositores más famosos George Frideric Händel, el compositor alemán que acumuló una extensa lista de obras que incluye oratorios, como el famoso Messiah (1741) y otros instrumentales y óperas como Water Music (1717) y Music for the Royal Fireworks (1749). De niño, Händel no tuvo apoyo de su padre en la música, y no quería que él tuviese algún instrumento musical.
Esto hizo que el alemán se escapara de casa en busca de nuevos aprendizajes y así perfeccionó su talento con ayuda de un mentor que se enfocó en enseñarle e incluso lo ayudó a componer su propia música de cámara. Händel no hizo su debut como compositor de ópera hasta 1705 cuando escribió Almira, una pieza exitosa que continuaría representándose durante otros veinte años. Posteriormente, con Rinaldo (1711), se abrió paso en Londres y esta obra le valió todo el reconocimiento en Europa, donde actuó para la realeza inglesa y se ganó su puesto en la Royal Academy of Music.
Si buscas una definición de ópera, lo más probable es que en tu mente aparezca Wolfgang Amadeus Mozart, o simplemente Mozart, quien fue uno de los grandes compositores de ópera de toda la historia. Mozart fue un niño prodigio que compuso su primera obra musical en 1761, a los cinco años, y a los seis ya había hecho su performance ante dos cortes imperiales.
El compositor austriaco también destacó como pianista y director de orquesta, y entres sus obras más importantes podemos nombrar Las bodas de Fígaro (1786), Don Giovanni (1787) y La flauta mágica . (1791). Mozart también compuso varias sinfonías y sonatas, una de ellas fue la Sinfonía de Júpiter (1788), la cual culminó a tan solo tres años antes de su muerte; dejó incompleto su Réquiem en re menor, K 626, pero más tarde fue completado por su aprendiz, Franz Xaver Süssmayr.
Entre las óperas famosas italianas podemos buscar a las de Puccini y su enfoque realista. Giacomo Puccini fue un compositor importante de Italia que destacó entre finales del siglo XIX y principios del XX; compuso óperas que se encuentran entre algunas de las piezas interpretadas con más regularidad, incluso en tiempos actuales. La ópera más famosa de Puccini es La Bohème (1896), Tosca (1900), Madama Butterfly (1904) y Turandot (obra inconclusa).
Un dato curioso, de Puccini es que en su niñez no parecía estar muy interesado en la música, pese a que nació en una familia arraigada a la industria de la música. No obstante, tras recibir clases de música, logró tocar el órgano su iglesia a la edad de catorce años y comenzó a escribir sus propias composiciones musicales, las cuales hicieron que Puccini figurara en la lista de nombres de operas. Pese a los constantes rechazos, Giacomo Puccini se estableció como uno de los autores de las principales óperas de ese tiempo.
Richard Strauss fue un destacado compositor romántico alemán de finales del siglo XIX y principios del XX, que fue conocido por sus música de ópera famosas, poemas sinfónicos de la década de 1890 y sus óperas de la década de 1900, las cuales se convirtieron en un referente musical y, aún en la actualidad, siguen siendo parte indispensable del repertorio estándar de los musicales clásicos interpretados por las y los cantantes de opera más famosos. Strauss obtuvo la dirección musical de la Ópera Estatal de Viena en 1919.
Strauss comenzó a componer sus primeras piezas musicales a la edad de seis años y con el paso del tiempo, para sus 18 años, ya había compuesto 140 obras diferentes; de hecho, Marcha festiva para gran orquesta fue lanzada en 1881. En su adultez consiguió su primer trabajo como director musical de la corte antes de pasar a la dirección de orquesta en 1889, pero fue en 1905 cuando Strauss comenzó a experimentar con composiciones de ópera y, en 1905, presentó Salomé y luego Elektra (1909). Otras de sus obras importantes son Mujer sin sombra (1917) y Metamorphosen (1945).
A la lista de compositores de ópera importantes añadimos a Giuseppe Verdi, el compositor romántico italiano que hizo muchas óperas exitosas en toda su carrera, pero mayormente fue conocido como uno de los creadores de mejores óperas de la historia, gracias a sus melodías y a la forma en la que empleó los efectos teatrales en sus óperas.
Al igual que los demás autores de ópera de esta lista, Verdi descubrió su talento musical cuando era niño y pasó a estudiar composición musical con otros compositores de renombre. En 1836 Verdi completó su primera ópera, Oberto, la cual recibió el visto bueno de la crítica y eso lo impulsó a crear obras exitosas como Nabucco (1842), I Lombardi alla prima Crociata (1843), Don Carlo (1867) y Falstaff (1893). En estos trabajos se evidenció que Verdi no iba de la mano con lo tradicional e hizo de sus creaciones las óperas famosas italianas de todos los tiempos.
El compositor alemán Richard Wagner también fue otro de los grandes compositores de ópera de la historia y sus trabajos influyeron en las generaciones que le precedieron, pero al mismo tiempo, es considerado uno de los autores de ópera más controvertidos, ya que en su tiempo de popularidad se declaró antisemita. Sin embargo, el talento musical no se puede negar, por el hecho de que creó obras como Ciclo del anillo de 18 partes (1857) y la épica Tristán e Isolda (1859).
En la lista de óperas de Wagner también figuran El Holandés Errante (1840), Rienzi (1842), Los maestros cantores de Núremberg (1867) y Parsifal (1882). Vale acotar que, a diferencia de otros autores de ópera de esta lista, Wagner no mostró su talento para la música a temprana edad, pero sí demostró ser un niño ambicioso; de hecho, escribió su primer drama a la edad de once años y creó sus primeras composiciones musicales a los 16 años. Wagner inició escribiendo sinfonías inspiradas en el gran Beethoven, quien ha sido aclamado como el mejor compositor de la historia.
En la representación femenina, la finlandesa Kaija Saariaho es una de las compositoras famosas de esta lista. Saariaho es un miembro destacado de un grupo de compositores e intérpretes finlandeses y en la actualidad, esta autora está arrasando con su talento a nivel mundial. Además, sus habilidades musicales han trascendido y han tenido una gran influencia en la ópera en general; sus texturas exuberantes y misteriosas se crean con la combinación de música en vivo y electrónica.
Desde mediados de los 90, Saariaho ha desplegado un catálogo repleto de obras de cámara, como las óperas L’Amour de Loin (2000), Adriana Mater (2005) y Emilie (2008). Por otro lado, Kaija es una de las grandes intérpretes de ópera, así que en obras vocales ha destacado en Château de l’âme (1996), Oltra mar (1999), Quatre instants (2002) y True Fire (2014). Su nueva ópera, Innocence, se estrenó mundialmente en el Festival de Aix-en-Provence, en 2021.
Otra de las compositoras famosas de esta lista es Francesca Caccini, quien fue una compositora, cantante, laudista, poeta y profesora de música italiana de principios de los tiempos de la música barroca. El hecho de que esté en este listado de compositores de ópera no es en vano, ya que Caccine, con su única obra escénica sobreviviente, La Liberazione Di Ruggiero (1625), la cual ha sido considerada la ópera más antigua de una mujer compositora que se haya registrado.
Francesca Caccini, conocida como ‘La Cecchina’ (quizás un apodo puesto por su padre, el compositor Giulio Caccini), fue una de las únicas de un puñado de mujeres en la Europa del siglo XVII, cuyas composiciones lograron ser publicadas. Además, El primer libro de música (1618), pudo haber servido en aquel entonces tanto para fines artísticos como pedagógicos, puesto que en sus líneas dio luces sobre sus metodologías como maestra, y despliega varios géneros musicales ambientados tanto en textos seculares como sagrados.
Ethel Smyth es quizás más famosa por su trabajo para las sufragistas, pero también escribió varias óperas destacadas, incluida The wreckers (1906). Smyth, que es otra de las compositoras famosas de este listado, fue una autora británica de ópera y directora de orquesta de la época victoriana, que representó al movimiento femenino y luchó contra las restricciones sociales que sostenían que una mujer no debería tener una profesión.
El feminismo enardecido de Ethel no desistió y se enfocó en promover la educación, las representaciones de sus obras e insistió en que se publicaran sus obras, así como se publicaban las de otros autores de ópera. Sus aportes a la música clásica fueron tan importantes como su defensa por los derechos de la mujer; entre sus obras más destacadas podemos enlistar Mass in D (1893), Fantasio (1898), Der Wald (1902) y The March of the Women (1910).
Cerramos esta lista de compositores de óperas con representación femenina, no por establecer ganadores en la interrogante de quién es el mejor compositor de la historia, sino por recordar cuán difícil fue para las mujeres resaltar entre tantos autores de épocas, mientras que su talento valía mucho, tanto como el de los hombres. Más allá de la desigualdad de género, podemos seguir apreciando el legado que dejaron para el mundo y la música clásica de ópera.