El mercado inmobiliario español vive una situación de cierta inestabilidad, debido a las recientes noticias referentes a la decisión del Tribunal Supremo sobre que son los propietarios quienes tienen que hacer frente al pago del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados.
Esta decisión, a la que se llegó tras haberse aprobado previamente sentencias en las que se afirmaba que son los bancos quienes deben pagar este impuesto, ha provocado que sea el gobierno el que apruebe por real decreto la decisión contraria, a partir de ahora serán los bancos quienes se hagan cargo de este impuesto.
Esta decisión afecta en gran medida al mercado inmobiliario e hipotecario español, pues no son pocos los que consideran que el banco acabará trasladando este pago a los clientes que firmen con ellos una hipoteca, haciendo más costoso este crédito.
No obstante, esta no es la única medida por la que deben estar preocupados los ciudadanos que deseen comprar una vivienda, sino que deben atender a otros aspectos que a continuación relatamos.
En la situación actual, pocas entidades financieras ofrecen la financiación total de la vivienda, pues en el caso máximo, las ayudas solo alcanzan el 85% del valor de la casa, a lo que hay que sumar gastos adicionales.
Un segundo aspecto a tener en cuenta es que estas mismas entidades de crédito limitan la capacidad de endeudamiento de sus clientes entre el 30 y el 50% de sus gastos, dependiendo del valor de la casa.
Los gastos adicionales que mencionábamos pueden llegar a situarse entre el 10 y el 15% del total de la hipoteca.
Toda esta suma importante de dinero obliga a las personas y familias que desean lanzarse con una inversión de este tipo a consultar diferentes entidades y estudiar todas las propuestas, así como garantizarse un mínimo de ahorro previo para hacer frente a los gastos no cubiertos por la hipoteca.
¿Qué cantidad de dinero hay que gastar en la casa?
Aunque esto depende de cada persona o unidad familiar, es decir, de cada caso concreto, la recomendación más común es no destinar más del 40% de los ingresos totales a pagar las cuotas de la hipoteca. De hecho, lo ideal es que se acerque lo máximo al 30%.
Comprar una vivienda no solo obliga a pagarla, sino también a la suma de gastos propios del día a día: seguros, facturas, comida, ocio, viajes…
Debido a la dura crisis económica que ha vivido España, muchas viviendas a la venta en la actualidad, que no son nuevas propiedades, tienen hipotecas previas, órdenes de embargo o, lo más frecuente, deudas adicionales como cuotas sin pagar de la comunidad.
El mercado inmobiliario español se ha saneado a base de unos duros años de lucha por la supervivencia, de ahí que si queremos adquirir una vivienda, un consejo sea confiar en profesionales del sector, como es el caso de Vohome, https://vohome.es/, una inmobiliaria con 15 años de experiencia en el sector.
De manera previa a conocer si existen cargas pendientes con la vivienda a adquirir, debemos saber elegir bien esa vivienda, pues va a ser el hogar de nuestra vida. Existen una serie de cuestiones que han de ser tomadas en cuenta antes de comprar para evitar sorpresas desagradables.
Esta decisión no puede tomarse de manera impulsiva, lo que obliga a visitar varias viviendas y realizar visitas continuas. Es importante conocer la superficie, tanto la construida como al superficie útil y algunas características básicas.
Entre estas características cabe destacar: la distribución, la orientación, las calidades de construcción, el estado de conservación, los circuitos de agua y electricidad, el tipo de calefacción y elementos como puertas y ventanas, que son elementos sensibles por donde se producen fugas de energía.
Resulta fundamental asegurarse de que todo está en orden y se ha producido un proceso de edificación sostenible pues esto garantiza un mayor ahorro económico y de recursos energéticos.
Desde hace años, todas estas variables se miden atendiendo a la eficiencia energética de las viviendas, algo obligado ya no solo para las viviendas en venta, sino también para aquellas que están en alquiler.