Ocurre que salimos a comprar y volvemos con cosas que no habíamos pensado adquirir, que ni siquiera necesitamos y a las que probablemente le vamos a dar poco o ningún uso. Esto, además de afectar nuestras finanzas, satura el espacio disponible para guardar cosas y frecuentemente nos hace sentir culpables.
Las malas decisiones a la hora de comprar generalmente son inducidas por las tendencias, la moda, las ofertas irresistibles y en ocasiones una publicidad que sabe llegar al cliente potencial e interpelarlo de forma directa en sus emociones. Por otra parte las ofertas engañosas, otra estrategia a veces usada en publicidad, nos tientan para que compremos productos de baja calidad, inservibles o que simplemente no ofrecen lo que prometen.
A continuación te damos algunos trucos y consejos muy útiles para que aprendas a tomar las mejores decisiones para hacer compras inteligentes.
Cuando te dispongas a comprar, sal de casa con una visión clara de cuáles son los productos que necesitas y cuál es el presupuesto disponible para adquirirlos. Si te consideras un comprador compulsivo, ceñirte a una lista previamente elaborada puede ayudar mucho. Está demostrado que muchas de las cosas que adquiere la gente no se encuentra en su intención de compra inicial.
Para hacer una compra inteligente, antes de pagar piensa si realmente necesitas el producto, si va a desajustar tus finanzas y si estaba entre tus objetivos de compra inicial. Dejarse seducir por los escaparates es fácil, pero quizás ya tienes en casa unos zapatos parecidos a estos que estás por adquirir o demasiados pares sin usar, o simplemente esta compra puede hacer estragos en tu presupuesto.
Hoy en día es muy fácil hacer un trabajo de investigación para conseguir la mejor opción de compra. Puedes ir en persona a diferentes tiendas o aún más fácil; averigua en línea o a través del teléfono. En cualquier caso dedícale un tiempo a buscar y comparar precios, en ocasiones las diferencias pueden ser significativas. También hay que tener en cuenta otros elementos, pues lo barato a veces sale caro.
Existen otros factores que debes tener en cuenta para hacer compras inteligentes: las características del producto, marcas disponibles, vida útil, condiciones de venta, condiciones de devolución, calidad, etc. Los comentarios de los usuarios a través de las páginas en internet es una excelente fuente de información. De esta forma puedes establecer una verdadera relación precio valor antes de tomar la decisión.
Para hacer una compra inteligente, sobre todo si se trata de una adquisición importante, es recomendable esperar el tiempo suficiente como para reconocer si en verdad se trata de una necesidad o es un simple capricho.
Si después de cierto tiempo (una semana, un mes, un semestre) aún deseas adquirir el producto es muy posible que en realidad lo necesites. Además este método ayuda a ahorrar dinero en productos que están recién en el mercado y después de cierto tiempo tienden a bajar de precio.
En ocasiones no medimos los costos adicionales. Una compra inteligente mide todos los factores, inclusive a mediano y largo plazo. Algunas compras tienen implícito costos adicionales. Por ejemplo, un coche necesitará mantenimiento, gasolina, seguro, etc. Es necesario evaluar nuestra capacidad financiera tomando en cuenta todos los elementos relacionados con la adquisición que se piensa hacer.
Es probable que tengas una lista de artículos que deseas adquirir. Establecer prioridades haciendo una lista de pros y contras respecto a un determinado producto, siempre tomando en cuenta el presupuesto, te puede esclarecer mucho el panorama y ayudarte a tomar la mejor decisión.
Para vender o crear necesidades existen gran cantidad de técnicas estudiadas, investigadas y desarrolladas por expertos psicólogos y publicistas, cuyo único objetivo es hacer que compres aunque no necesites el producto. A veces estos mensajes son tan sutiles que no somos conscientes de ellos.
Están diseñadas para seducir al comprador potencial. Perfumes, cosméticos y comestibles son ofrecidos en forma de muestra de manera gratuita solo para tentarte a comprar. Por ejemplo, cuantos más perfumes pruebes, más se irá minando tu capacidad de resistencia. Estos métodos están diseñados por profesionales y funcionan.
Los productos más atractivos serán los que están expuestos en los escaparates ya que lo que se persigue es que entres en la tienda, aunque no lo tengas en mente. Una vez dentro, el diseño te induce a comprar.
Los seres humanos generalmente caminamos hacia la derecha y tendemos a recorrer la tienda en el sentido de las agujas del reloj, es por esto que las tiendas inteligentes ponen sus productos estrella (más caros o lo que sea que te quieren vender) a la entrada a mano derecha, las ofertas de rebajas se encuentran a la izquierda y al fondo.
La idea es que recorras toda la tienda, cuanto más tiempo permanezcas en ella más posibilidades existe de que compres algo. Existen estudios que confirman que la mayoría de los consumidores al entrar en las tiendas miran al fondo pero comienzan a recorrerla de derecha a izquierda.
Los colores también son pensados en función del público potencial. Colores chillones o vivos son para atraer al público joven mientras que los más suaves están dirigidos a los adultos.
Otro estudio demuestra que las tiendas que tienen carritos o cestas de compra, distribuidas estratégicamente en los diferentes pasillos, venden más que las que no los tienen. Si tienes la necesidad de elegir una cesta toma la de menor tamaño.
Una compra inteligente lleva implícito un análisis integral a la hora de adquirir un producto, teniendo en cuenta factores como las finanzas, los costos a corto, medio y largo plazo y, sobre todo, si es una necesidad real, creada o un simple antojo.