Los integrantes de las comunidades de sentido unen ideas y esfuerzos comunes para las oportunidades de celebración y calidad de vida; pero también para unirse en tiempos de confusión y dificultad. El sentido de comunidad o pertenencia, permite la cooperación y el crecimiento compartido entre los miembros de un grupo, no solo mirando desde la barrera sino participando activamente. Veamos a continuación el concepto de comunidad en trabajo social, cuáles son los beneficios de vivir en una comunidad de sentido y definición de valores de la comunidad.
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Las comunidades son componentes de una sociedad amplia y tradicionalmente se refiere a un grupo de personas que interactúan entre sí o se organizan en función de valores, objetivos o áreas geográficas compartidas. No obstante, en el mundo moderno el concepto de comunidad según autores ha trascendido los límites físicos y abarca la interacción de personas en todo el planeta; que además desarrollan el sentido de pertenencia e identidad.
De esto en esencia tratan las comunidades de sentido, con una definición que integra términos como socialización, mutualismo, colectivismo, pero principalmente el sentido de pertenencia. La nueva noción de comunidad involucra compartir vínculos, intereses e identidad, un poco la idea planteada del capital social y el sentido de pertenencia según autores como Charles y Crow, Berger y Luckman.
El capital social es un recurso que nace del intercambio entre las personas conforme a sus valores compartidos y que se aprovechan para el logro de beneficios individuales y colectivos.
Las comunidades se pueden categorizar de tres formas:
El sentido de pertenencia implica el apoyo comunitario, la cooperación, la unidad y la solidaridad; a través de normas y prácticas compartidas entre los miembros de un grupo. El sentido de pertenencia se basa principalmente en la similitud, pero también en el respeto y aceptación de las diferencias o el sistema de creencias de otras personas, a propósito de mantener armonía en la relación grupal.
Los componentes de la comunidad con sentido priorizan la calidad más que la cantidad en las relaciones interpersonales, el compromiso y la intimidad con el objetivo de satisfacer necesidades materiales y afectivas. Existen dos características principales de pertenencia:
Las personas unidas por un fuerte sentido de conciencia colectiva forman una comunidad de sentido y ésta se divide conceptualmente en cuatro elementos. Las características del sentido de pertenencia son:
Este elemento establece los límites de quién está en la comunidad y quién está fuera de ella. Las personas valoran identificarse como miembros de alguna agrupación y utilizan símbolos o insignias para diferenciarse ante el resto. Los clubes de fans son un ejemplo.
Otro ejemplo son las federaciones o asociaciones profesionales, las cuales exigen requisitos formales de membrecía, con tarifas y pruebas de ingreso, pues para este tipo de agrupaciones es esencial establecer requisitos claros de afiliación y términos sobre las características e intereses de cada afiliado.
La idea de que cuando hablas, otras personas escuchan y a veces, siguen tus consejos, incentiva la participación e integración en un grupo o comunidad. Pertenecer a una comunidad de sentido da la oportunidad de hablar, aportar ideas y garantizar que será escuchado, lo que permitir la influencia mutua en valoras y opiniones. En este sentido es importante vigilar la inclusión de cada miembro de la comunidad y la planificación de actividades seguras, confiables y acogedoras.
Las personas se integran a comunidades para hacer cumplir sus necesidades, ya sea en el ámbito profesional o personal. Si las actividades y los logros en comunidad no son los apropiados, importantes o de utilidad; tanto la asistencia, las contribuciones, la participación, el compromiso y la membrecía, disminuyen o desaparecen.
La historia y participación compartida genera una conexión entre los integrantes de una comunidad, es un factor clave para garantizar que los miembros prevalezcan en el tiempo. Uno de los propósitos de una comunidad de sentido, es que las personas se encuentren con un interés común se conozcan, confíen y se reconozcan entre sí.
No existe manera más efectiva para motivar el aprendizaje y la actividad que el propio ejemplo. Cuando un grupo de persona participa apasionadamente en el logro de una meta y encuentra resultado, más adelante se repetirá el patrón de éxito.
Las comunidades de sentido lo saben y mantienen su agenda activa en eventos con la participación de todos sus miembros, sin exclusión y en función de transmitirlo a las siguientes generaciones. Para fomentar el funcionamiento de una comunidad con sentido de pertenencia basta tomar en cuenta lo siguiente.
El trabajo con los vecinos o miembros de una comunidad específica, en función de una buena causa benéfica; refuerza los valores y aporta soluciones para el buen vivir de todos. Las comunidades con sentido organizan este tipo de actividades, como colecta de ropa o alimentos en el vecindario para familias u organizaciones necesitadas. Este tipo de eventos de solidaridad y buena voluntad genera cercanía entre los vecinos.
Decíamos que el ejemplo es un gran maestro y la mejor manera de transmitir los valores familiares y humanos en comunidad. Los gestos de ayuda y solidaridad refuerzan los lazos de los miembros de una comunidad de sentido, por ejemplo; brindando ayuda adicional a los integrantes de la comunidad que están enfermos, en hogares de ancianos, heridos o sin familiares; es un excelente modo de repartir bondad y transmitir dicho valor a los niños de la comunidad.
La preservación de espacios o el patrimonio colectivo es una de las funciones de la estructura de una comunidad social, que requiere la participación de todos sus integrantes y tantos niños como adultos asumen la responsabilidad de sus acciones y el sentido de propiedad de su comunidad. Algunas actividades comúnmente organizadas por vecindades de todo el mundo son las jornadas de limpieza y reciclaje en espacios públicos comunes y parques.
Las comunidades demuestran su nivel de integración tanto en los momentos difíciles como en los de celebración, que generalmente son el producto del esfuerzo mancomunado. Algunos vecindarios saben la importancia de reconocer y festejar los triunfos, para incentivar otros logros pero además, se trata de actividades oportunas para promover la socialización entre las familias e individuos. No necesariamente debe tratarse de una reunión formal, basta con un encuentro improvisado que permita el acercamiento.
Ser parte de una comunidad de sentido exige significado del valor participación voluntaria y compromiso con las actividades programadas o planificadas para el logro de los objetivos en función de cubrir las necesidades en común. Algunas maneras de hacerlo es ayudando en las actividades de recaudación de fondos, la organización de eventos informativos o de recaudación de recursos, en la elaboración de programas y agendas de acciones; en la participación como voluntariado en actos de beneficencia interna o de ayuda a otras comunidades.
El deseo de pertenecer y sentirse parte de una comunidad es una necesidad y un anhelo humano básico, pertenecer a una comunidad nos hace sentir que somos parte de algo más grande que nosotros mismos y nos da la oportunidad de conectarnos con otras personas para estar seguros y protegidos. Además del logro de objetivos y el alcance de beneficios materiales, estas son algunas de las ventajas de unirse a una comunidad de sentido:
Muchas de las relaciones que se forjan en una comunidad de sentido, con el transcurrir de los años, pueden convertirse en amistades cercanas y aunque no sea el caso, los acuerdos de lealtad y solidaridad llevan al surgimiento de lazos importantes de sociabilidad.
Los lazos débiles o relaciones de bajo riesgo, como son denominados por los sociólogos, también son necesarios, pues el sentido de pertenencia de un miembro aumenta con una red de conocidos. Los lazos débiles ayudan a sentirse conectados con otros en su industria o profesión; y brindan conexiones, recomendaciones y referencias.
Las acciones impulsan las decisiones y la participación que genera el sentido de pertenencia influye en el impacto de las emociones de los integrantes de vecinos. Los beneficios o incentivos emocionales son parte del quehacer de una comunidad de sentido, en el que sus miembros son escuchados, respetados y tomados en cuenta en cada una de las decisiones y actividades.
Es inevitable no ser influenciado emocionalmente durante la participación permanente en eventos en los que se refuerza la membrecía y relación del individuo con la comunidad.
Muchas comunidades de sentido, ya sean organizaciones o asociaciones, ofrecen educación e información o preparan a sus miembros para el trabajo individual y colectivo a propósito de alcanzar una misión social, benéfica o profesional. En otros casos, los miembros de una comunidad contribuyen con la disposición de tiempo y energía con un doble propósito, que redunda también en el mejoramiento de sus carreras, empresas o industrias.
La creación de lazos, el beneficio emocional y la colaboración activa que motivan una comunidad de sentido; no puede dejar más que beneficios a la salud física y mental. Se ha comprobado que los lazos sociales que acompañan qué es sentido de pertenencia ayudan a controlar el estrés y otros problemas de comportamiento. Cuando nos sentimos apoyados y que no estamos solos, somos más resistentes y enfrentamos con mayor eficacia los momentos difíciles de nuestras vidas.
Un vecindario es en esencia una comunidad de sentido, la unión de personas en un área con problemas e inquietudes y el motivo para trabajar juntos para satisfacer su necesidad, pero estableciendo limites importantes de pertenencia e influenciando el comportamiento. No obstante, puede tratarse también de un grupo de personas minoritario que busca en bien común y que igual se distinguen por la camaradería y cercanía característica del concepto de comunidad de sentido. Veamos algunos ejemplos de participación con sentido.
Aunque se considera una comunidad compuesta por individuos enajenados, la formación de pandillas se basan en la experiencia compartida de sus miembros y en la seguridad que proporciona la pertenencia. Generalmente desarrollan límites territoriales y simbólicos, como los colores en los signos y vestimentas y en los ritos de iniciación para la integración de nuevos miembros, que los diferencia de otros pandilleros. Como en cualquier comunidad en qué sentido, las reglas a las que se ajustan los miembros se basan en los valores compartidos y sus necesidades. De igual modo funcionan las fraternidades universitarias.
Son una comunidad agrícola israelí, creada por 12 judíos de origen ruso que huyeron de la revolución en ese país. Para ingresar a dicha comunidad hace falta estar un año de prueba y saber hebreo, pero solo los judíos pueden ser miembros. Las personas que formaron los kibutz esperaban experimentar el compañerismo judío integrando los mejores aspectos del gueto de Europa occidental y sus necesidades, a partir de una conexión emocional compartida. Los límites de la membrecía se definieron por ser judíos y compartir la visión y los símbolos.
Como uno de los ejemplos de sentido de la vida, los Kibutz son creadores de granjas colectivas que han colaborado con el desarrollo de la economía del país produciendo una parte importante de las exportaciones israelíes, también cumplieron su papel en la colonización de las tierras, la defensa de las fronteras y en el trabajo de adaptación de inmigrantes. Hay kibutz urbanos dedicados a la educación y trabajo social.
La comunidad de inmigrantes en la provincia de Alberta, en Canadá tienen dos formas de pertenencia comunitaria: un grupo etnocultural y la sociedad canadiense. Las barreras para la pertenencia a la comunidad general para los inmigrantes incluyen barreras laborales, barreras idiomáticas y discriminación; por lo que los inmigrantes recientes experimentan un sentido de pertenencia a su grupo étnico dentro del país de acogida, antes de sentirse con otros en su comunidad geográfica local.
Las agencias de servicios para inmigrantes y las instituciones religiosas compensan las deficiencias mediante la creación de vías para la conexión social y mejorar la salud mental de los inmigrantes fomentando la pertenencia a la comunidad.
La palabra comunidad puede tener múltiples significados, aunque en resumen define a un grupo de personas con características e interés comunes. Pero no solo se trata de las que viven en nuestro entorno, pues puede tratarse de un barrio, pero también un gimnasio, una escuela o una asociación de profesionales. Las comunidades de sentido atienden más que un proyecto para cubrir necesidades, plantean soluciones que nos hacen sentir motivados, apoyados y principalmente, involucrados. Logran sembrar entre sus miembros el denominado sentido de comunidad o pertenencia.