Saber qué significan las emociones es una cuestión que muchas veces no es fácil de afrontar. El conocimiento emocional ofrece la posibilidad de desarrollar la conciencia emocional, lo que permite comprender y controlar las reacciones hacia determinadas situaciones para lograr tener una vida plena y feliz.
Educación emocional:
Qué es, conceptos, importancia y objetivos del aprendizaje emocional.
Para abordar este tema es importante comenzar por la definición de conciencia. ¿Qué es la conciencia? En palabras simples, es el conocimiento que tiene el ser humano sobre su existencia en todos los ámbitos: qué es, quién es, qué hace y por qué; así como también abarca la responsabilidad sobre sí mismo y el entorno.
Cuando se habla de conciencia emocional, un término de gran importancia es la Emoción. Se define emoción, como una herramienta que bien comprendida favorece la respuesta adecuada ante situaciones y entornos específicos.
Qué es la conciencia emocional, es la actuación consciente de una persona sobre sus emociones y las de las personas que le rodean. El conocimiento emocional implica percibir e identificar con claridad las emociones en sí mismo y en otros, lo que significan, comprender como influyen en el entorno, no reprimirlas, y saber comunicarlas adecuadamente en el momento oportuno.
Antes de abordar qué es la conciencia es importante definir qué significa percepción. Según la RAE, la percepción es la sensación interior que resulta de una impresión material producida en los sentidos corporales. A medida que se va creciendo, se entiende qué significa la percepción de uno mismo y se desarrolla en los primeros años de la infancia la comprensión de lo que es la individualidad.
Las emociones se presentan en los seres humanos desde el nacimiento. El conocimiento de las emociones surge generalmente en estos primeros años al experimentar, ya sea de forma individual o social, diferentes situaciones que las provocan. Sin embargo, la conciencia emocional abarca un conocimiento más complejo.
Para comprender qué significa tomar conciencia emocional hay que saber que no basta con solo identificar cuál es el nombre de la emoción, sino ser capaz de tomar conciencia de su origen, los pensamientos o sentimientos que se esconden tras ella, y tener la capacidad de poder definir objetivamente si tiene una raíz lógica o irracional.
Al comprender el origen de las emociones y lograr la toma de conocimiento de uno mismo, es posible modificarlas progresivamente, para ello se debe comprender la interacción que existe entre la emoción, el pensamiento y el comportamiento.
El conocimiento emocional permite responder adecuadamente al entorno. Al tener conciencia, las emociones cambian y, a su vez, la reacción o conducta que se tiene ante determinada circunstancia.
La conciencia emocional permite identificar las emociones, colocarlas fuera del inconsciente y hacerlas visibles, y así, a través de la atención e intención, analizarlas y lograr iniciar o profundizar en el autoconocimiento y conciencia de las propias emociones, lo cual permite mejorar la calidad de vida y de las relaciones.
La conciencia emocional es de gran interés e importancia, puesto que facilita la gestión del estado emocional a lo largo de la vida, hace más asertivas las relaciones personales, y disminuye notablemente los conflictos y su duración.
Cuando una persona es consciente de sus emociones y cómo la gestión de las mismas, dirige y define el curso de su vida, se enfoca en superarse y mejorar para lograr tener una vida satisfactoria.
Algunos puntos importantes que facilitan identificar para qué sirve la conciencia emocional son:
La mejor forma de aprovechar el conocimiento de las emociones es utilizarlo para definirse a sí mismo, puntualizar las debilidades y fortalezas, enfocarse en mejorar aquello que representa una desventaja y potenciar todas las virtudes, sacando el mayor provecho al potencial humano que se posee.
Es común que las personas tengan problemas al experimentar emociones múltiples y no comprender sus sentimientos debido a información que se maneja en su subconsciente. Cuando una persona tiene conciencia emocional es posible notar las siguientes características:
Los elementos que influyen en el origen y desarrollo de la conciencia emocional pueden ser de origen externo e interno. Externamente, el ser humano se ve influenciado desde la infancia principalmente por la familia y la escuela, influencias que se mantienen a lo largo de su vida y pueden brindarle herramientas para conocerse a sí mismo y a su entorno. Sin embargo, la actitud y las motivaciones intrínsecas pueden hacerlo desarrollar una conciencia emocional con el tiempo.
El autoconocimiento y conciencia de las propias emociones son procesos guiados durante la niñez, principalmente por la familia, y la escuela, los entornos inmediatos en los que se adquieren valores, principios, comportamientos y actitudes. En estos dos ámbitos influyen la cultura y las creencias, que determinan los criterios o características que tiene una persona al momento de tomar conciencia del mundo emocional interno y externo, de aquello considerado positivo o negativo, una virtud o un defecto.
En la actualidad, se han comenzado a tomar mayores consideraciones para el desarrollo de la conciencia emocional, cambiando así algunos aspectos de la educación familiar y escolarizada. Sin embargo, en su mayoría este es un tema de poco dominio y de gran interés, por lo que surge un campo especializado llamado Educación Emocional.
La educación emocional se esfuerza por abarcar todos aquellos aspectos que no se tratan a profundidad en la escolaridad normal y además brindar a los padres y madres herramientas para enseñar a los niños y jóvenes a regular sus emociones.
Es una disciplina que busca que las personas consigan información, estrategias y técnicas que les permitan el desarrollo de la introspección, el autoconocimiento, la autorregulación y la automotivación para que puedan alcanzar el mayor bienestar emocional posible.
No tiene una edad específica y es vitalicia, teniendo en cuenta que el ser humano es capaz de aprender a lo largo de su vida.
La conciencia emocional tiene algunas claves vitales para su desarrollo. Básicamente, pueden mencionarse el autoconocimiento, la autorregulación y la automotivación.
A la hora de desarrollar una conciencia de las emociones, lo primero que una persona debe hacer es descubrir el significado de conocimiento de sí mismo. El autoconocimiento consiste en la introspección sobre las limitaciones, fortalezas, y motivaciones que se poseen y la evaluación de las emociones en búsqueda de su comprensión. Mientras más se entiende el origen o causa de las emociones es mayor el autoconocimiento.
La Autorregulación se define como el proceso mediante el cual una persona es capaz de identificar o percibir emociones, controlar su intensidad y como estas le afectan. Para lograrla es importante la percepción de uno mismo desde un punto de vista objetivo.
La motivación intrínseca o automotivación consiste en la capacidad que tiene una persona para encontrar en sí mismo razones o motivos para conseguir algo con disciplina, esfuerzo y constancia sin que intervengan factores externos.
Cuando se habla de conciencia emocional, ejemplos como los mencionados a continuación ilustran claramente en qué consiste:
Otros ejemplos de autoconocimiento podrían ser: cuando una persona descubre que se le acelera el corazón al pensar con frecuencia en otra y entiende que está enamorada, o cuando se está feliz y se entiende que la euforia provoca mayor actividad o efusividad.
Dominar y desarrollar estos aspectos permite lograr plena conciencia emocional, disminuir las dificultades en el control de las emociones, así como potenciar las virtudes, por lo que es importante que se genere el conocimiento emocional y la educación de las emociones desde la infancia.