En mayo de 2024, la confianza económica en España ha descendido a su punto más bajo desde noviembre de 2023, según el indicador de sentimiento económico (ESI, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea.
El ESI se ha reducido a 101,1 puntos, un descenso significativo desde los 104,3 puntos registrados en abril, marcando el retroceso más pronunciado entre las principales economías de la zona euro.
Este declive en el índice refleja un deterioro notable en la confianza económica de sectores clave como la industria, los servicios y el comercio minorista.
Sin embargo, la confianza entre los consumidores se ha mantenido estable, y en el sector de la construcción ha mostrado una mejora.
El descenso en España contrasta con la tendencia en el conjunto de la Unión Europea, donde el indicador ha mejorado ligeramente a 96,5 puntos desde los 96,2.
En la zona euro, el ESI también ha experimentado un incremento leve, alcanzando los 96 puntos frente a los 95,6 del mes anterior.
Dentro de la UE, la mejora del ESI ha sido impulsada por un aumento de la confianza en los servicios y entre los consumidores.
No obstante, esta mejora se ha visto contrarrestada por una disminución de la confianza en el comercio minorista y la construcción, mientras que en la industria se ha mantenido prácticamente sin cambios.
En cuanto a las economías más grandes de la Unión Europea, Francia y los Países Bajos han experimentado las mejoras más significativas en el ESI, con aumentos de 1,5 y 1,1 puntos respectivamente.
Alemania e Italia también han visto incrementos más moderados de 0,8 puntos cada una. En contraste, España ha registrado un notable deterioro de 3,2 puntos, y Polonia ha experimentado una caída de 1,5 puntos.
El descenso de la confianza económica en España se produce en un contexto de incertidumbre económica global, influenciado por factores como la inflación persistente y las fluctuaciones en los precios de la energía.
Estos factores han afectado la percepción de la estabilidad económica tanto a nivel empresarial como entre los consumidores.
En particular, la industria española ha mostrado signos de desaceleración, reflejando preocupaciones sobre la demanda interna y las exportaciones.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la producción industrial en abril de 2024 ha disminuido un 2,1% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que ha contribuido a la caída del ESI.
En el sector de los servicios, la confianza ha sido impactada por la incertidumbre sobre el turismo, una industria clave para la economía española.
A pesar de un aumento en las reservas de verano, las preocupaciones sobre los costos y la disponibilidad de personal han moderado las expectativas.
El comercio minorista también ha sentido el golpe, con una disminución en las ventas del 1,8% en abril respecto al año anterior, según la Confederación Española de Comercio.
A nivel de consumidores, aunque la confianza se ha mantenido estable, el índice de confianza del consumidor (ICC) ha mostrado una ligera caída, situándose en 78,4 puntos en mayo, frente a los 79,2 de abril.
Este indicador refleja el pesimismo sobre la situación económica general y las expectativas sobre la situación financiera personal.
En contraste, el sector de la construcción ha sido una excepción positiva, con una mejora en la confianza impulsada por un aumento en los proyectos de infraestructura y la demanda de vivienda nueva.