Para nadie le es extraño encontrar páginas web, libros e incluso conferencias cuya temática esté enfocada hacia las consecuencias del consumismo y los efectos del consumismo sobre la sociedad y la política. Y aunque la necesidad compulsiva de querer adquirir más productos de vanguardia y la cantidad de capital que una persona está dispuesta a sacrificar con tal de obtenerlos es algo bastante alarmarte, el consumismo desmedido puede ser algo que puede ocasionar daños irreparables tanto dentro del entorno donde se desenvuelve el individuo como en su propia calidad de vida.
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Es algo prácticamente instintivo asociar los efectos del consumismo directamente con la economía. Principalmente, por la propia naturaleza y todos aquellos elementos que pueden servir de detonantes para dar lugar a las causas del consumismo.
Algo que siempre hay que tener muy presente es que las consecuencias del consumismo son un problema social que está directamente asociado al crecimiento de la época industrial, es decir, comienzos finales del siglo XIX y principios del XX. Pues el surgimiento de la producción masiva y los derechos que les fueron concedidos a los estratos menos preparados de la población para administrar y hacer uso del capital adquirido de su trabajo con libertad, hicieron que muchos estudiosos empezaran a plantearse qué es consumismo y de qué manera este fenómeno influiría sobre la vida de las personas.
También conocida como la tecnología desechable, es uno de los principios más ligados al estilo de vida que surge como consecuencia del consumismo. Al hablar de productos desechables, se hace una referencia directa a bienes de consumo masivos que son elaborados con materias primas de muy baja calidad; esto evidentemente reduce de manera considerable la vida útil del producto y pone al consumidor en una posición donde la única solución posible a este problema es adquirir uno nuevo.
Jamás hay que perder de vista que la economía es un ciclo, por lo tanto, es frecuente que muchos de los problemas asociados a los efectos del consumismo se originen en el eslabón anterior de la cadena productiva. Un buen ejemplo de esto es la reducción de costos de producción de bienes de consumo masivo a través de la adquisición de materia prima de menor calidad, obviamente esto da paso a la producción masiva de artículos de menor calidad que es una de las consecuencias del consumismo en la economía que mencionamos justamente en la parte anterior.
Otra de las consecuencias negativas del consumismo sobre la economía, es la mala implementación de los recursos necesarios para fabricar los productos ofertados dentro del mercado. Dentro del modelo económico basado en el principio del consumismo global, la prioridad de las empresas es hacer lo que sea necesario para seguir produciendo suficientes artículos para satisfacer una demanda exagerada de los mismos; alimentada por otra consecuencia del consumismo que es la necesidad del consumidor por adquirir bienes de forma irresponsable y descontrolada.
Ya de por sí, la propia naturaleza del mercado hace que exista dentro del mismo cierto índice de competitividad. Sin embargo, uno de los efectos del consumismo es que la necesidad de garantizar la rentabilidad de cada una de las tareas que ejecuta una empresa; esto hace que la competitividad sana se transforme un sistema más canibalizado en donde la única manera de garantizar el crecimiento de un negocio es eliminando progresivamente a cada posible competidor.
No hace falta revisar estadísticas para entender cómo el consumo desmoderado de bienes fabricados a escala industrial impactan de forma negativa en el planeta. De hecho, una de las consecuencias del consumismo a largo plaza más preocupante es el cómo los patrones conductuales de las personas consumistas conllevan a un uso desmedido de los recursos naturales por parte de las empresas para satisfacer la demanda del mercado.
Los efectos del consumismo sobre el medioambiente son la mejor prueba de cómo las causas del consumo irresponsable pueden afectar muy negativamente, no solo la calidad de vida del propio individuo. Si no también las del resto de las personas con las que este interactúan y las generaciones posteriores.
Si hablamos de consumismo y sus consecuencias a largo plazo, la escasez de los recursos naturales del planeta está en lo más alto de cualquier listado de consecuencias del consumismo sobre el medioambiente. Como se trata de un sistema de consumo en donde la demanda estimula a las empresas a fabricar cada vez más y más productos para satisfacer al mercado, evidentemente esto trae consigo una demanda mayor de materias primas que el planeta no está en condiciones de soportar.
Pocos efectos del consumismo son tan devastadores y duraderos como es la contaminación producida en absolutamente cada una de las etapas del ciclo de vida de un producto. Como se trata de una cultura que se basa en la capacidad de gastar que posee el sujeto, la contaminación es un fenómeno social, el cual para muchos expertos define consumismo y cada una de las consecuencias económicas, sociales y políticas que se desprenden de este sistema.
La deforestación de bosques y la pesca a escala industrial son dos actividades que han nacido y evolucionado gracias a las consecuencias del consumismo en la ecología. Y paradójicamente, esta tendencia a explotar los recursos de manera indiscriminada ha convertido a las materias primas en recursos cada vez más y más difíciles de adquirir; pues una parte fundamental del principio de la ecología consiste en la interacción que existen entre los animales y su entorno, y cómo esta relación contribuye a la producción de recursos naturales.
Principios como la reutilización de materiales extraídos de productos ya existentes para elaborar nuevos bienes; son ideas que sencillamente no encajan dentro del sistema de mercado que prolifera como parte de las consecuencias del consumismo. En una filosofía económica que se centra solamente en la adquisición de recursos de forma inmediata, cosas como el reciclaje y el desarrollo de energías renovables son procedimientos que requieren una inversión considerable por parte de los interesados y que no cuentan con la capacidad de producción necesaria para cubrir con la demanda desmedida de bienes de consumo masivo que existe dentro del mercado consumista.
Independientemente que el origen de las causas y consecuencias del consumismo provengan del área económica, política o medioambiental. Lo único que es seguro es que cada uno de los efectos del consumismo tendrá una repercusión directa dentro del entorno social de las personas.
Es que, de hecho, la mayoría de los problemas del consumismo como sistema económico y social nacen de los patrones conductuales de los consumidores y cómo estos repercuten sobre las empresas que se encargan de satisfacer sus necesidades a través de la fabricación y comercialización de bienes.
La base y una de las principales consecuencias del consumismo, es el propio principio que rige este sistema y la manera en que este se hace presente a través de los consumidores y las industrias. El consumismo plantea un estilo de vida basado en el poder adquisitivo del individuo y cómo el mismo le permite mejorar su estatus dentro de la sociedad; esto hace que si bien el acceso a los productos resulte relativamente sencillo para el consumidor, el costo de los mismos se convierta en un problema constante dentro de su día a día.
Cuando se habla específicamente de las consecuencias del consumismo en la sociedad, no se puede dejar de lado lo que se conoce como la correlación ingreso-gastos del individuo. Es decir, la cantidad de dinero que una persona es capaz de producir y el número de gastos que les genera su estilo de vida; dos aspectos que la analizamos con detenimiento se convierten en uno de los más peligrosos efectos del consumismo.
Establecer una división entre las clases sociales que existen dentro de un mismo territorio resulta algo extremadamente fácil dentro de la filosofía consumista, principalmente porque una de las consecuencias del consumismo es que el mismo sistema ofrece una herramienta para que existan las clases sociales. Nunca hay que perder de vista que el principio del consumismo es que la calidad de vida de la persona está directamente conectada con cuánto dinero está dispuesto a gastar poder garantizar su acceso a los bienes y servicios.
Una de las principales necesidades de las personas, motivada por las propias consecuencias del consumismo, es que satisfacer sus necesidades a través de los productos se vuelve algo secundario en comparación con adquirir cierto nivel de estatus gracias a ellos. De aquí parte una de las grandes paradojas de los efectos del consumismo, las personas menos estables, financieramente hablando, son las más impulsivas cuando se trata de gastar dinero en productos más costosos.
La psicología y el bien estar emocional de las personas es otro elemento extremadamente susceptible ante las consecuencias del consumismo. Básicamente, por el enfoque del estilo de vida y la propia presión social que forma parte de su entorno.
Por este motivo, muchos expertos plantean que la mejor forma de aprender a detectar cuáles son las consecuencias sociales y culturales de los efectos del consumismo; sugieren estudiarlo a través del planteamiento de cuáles son las principales repercusiones del consumismo en mi vida.
Solo la idea de tener los recursos necesarios para poder acceder a una mejor calidad de vida, es suficiente estímulo para que un individuo entre instintivamente dentro del ciclo del modelo económico consumista. De aquí se desprende que uno de los efectos del comunismo más notorios en lo que se refiere a la conducta de una persona, es la priorización del trabajo o actividades que representen un ingreso por encima de otros aspectos de la vida.
Cuando se piensa en un sistema económico éticamente eficiente, lo primero que se plantea es la posibilidad que la persona cuente con una cierta estabilidad entre lo que produce y lo que debe costear con ello; independientemente de cuáles sean sus prioridades. Obviamente, entre las principales consecuencias del consumismo en la vida personal es que el propio sistema induce a que sea extremadamente fácil crear un desbalance entre la correlación ingresos-gastos.
El secreto para que el consumismo sea capaz de materializarse dentro del sistema económico es eliminar la capacidad de análisis del comprador, estimulando su propia necesidad de adquirir artículos hasta el punto en que la misma se convierta en su única prioridad. Por este motivo, cosas como las compras impulsivas son fenómenos que se usan con frecuencia cuando llega el momento de presentar un ejemplo de consumismo para tener una idea más clara de cómo las consecuencias del consumismo pueden afectar conductualmente al individuo.
Uno de los efectos del consumismo más perjudiciales cuando nos enfocamos en la psicología del individuo es que al tratarse de una filosofía que se centra en la adquisición de bienes para garantizar la propia calidad de vida; las personas son más propensas a sufrir diferentes enfermedades originadas por el estrés. La ansiedad, la obesidad y las adicciones asociadas a cosas como el trabajo se convierten en algo de la vida cotidiana a medida que nos adentramos más en la propia filosofía y las consecuencias del consumismo como parte del sistema económico implementado por el estado.
No hace falta indagar mucho sobre los efectos del consumismo para percatarnos en lo verdaderamente nocivo que puede resultar la incorporación de esta filosofía económica. Pero aunque la necesidad del consumo es algo natural de los seres humanos como especie, también estamos dotados con las capacidades intelectuales y emocionales suficientes para hacerles frente a las verdaderas consecuencias del consumismo; lo único que requerimos hacer como consumidores es estar consientes de cuáles son nuestras necesidades reales y estudiar con detenimiento cada uno de los productos que existen dentro del mercado y ver cuál se acopla mejor a nuestras exigencias.