Las reformas integrales en Madrid están muy solicitadas durante esta temporada. Y es que la primavera y el verano son las estaciones más esperadas para que las familias decidan adecuar los espacios de su hogar. También es el tiempo en el que empresas y comercios se dedican a hacer mejoras en sus locales, porque hay plazos de vacaciones y no es necesario interrumpir del todo las operaciones y servicios.
Sea cual sea tu caso, bien si se trata de la reforma integral del hogar o de un local o negocio, aliarse con empresas de prestigio es el factor clave que determinará el éxito de los resultados. Así que nuestra intención en esta oportunidad es ofrecer algunos consejos que serán de mucha utilidad para que estos planes cumplan con tus expectativas.
El mercado actual es muy competitivo y son muchas las empresas que se muestran como las mejores del sector. No obstante, el usuario o nuevo cliente es mucho más exigente y minucioso a la hora de elegir a la empresa correcta. No solo basta con elegir a una que ofrezca el mejor precio, sino que también hay que tomar en cuenta otros elementos que son fundamentales, como por ejemplo:
Una de las dudas que se nos presentan a la hora de contratar una reforma es decidir si queremos hacer una integral o una parcial. Lo primero es determinar claramente las diferencias entre una y otra. La primera, tal como su nombre lo indica, abarca la intervención de todo el inmueble, aunque también puede darse el caso de hacer una reforma integral en un baño o en la cocina, por ejemplo. En todo caso, lo que se indica es que mientras se están ejecutando las obras, ese espacio estará completamente inhabilitado.
Lo contrario sucede con una reforma parcial, ya que lo que se busca con este tipo de obras es mantener, por lo menos, una parte del inmueble activo. Lo ideal es establecer una dinámica de trabajo por fases. Pongamos un ejemplo:
Queremos reformar los dos baños de la casa, pero no podemos dejar de habitar la misma. Lo que se hace en estos casos es plantear un trabajo por fases que se puede ampliar en los plazos de tiempo que mejor convengan. De esta manera, mientras se reforma un baño, el otro sigue operativo.
Lo mismo se plantea en reformas de viviendas en las que la familia no puede salir de forma temporal. Entonces, lo mejor es ir trabajando, parte por parte, cada zona para que la rutina de convivencia no se vea trastocada durante el tiempo que duren los trabajos.