Los mosquitos son algunos de los animales más molestos y que más enfermedades pueden transmitirle al ser humano, y la lucha en su contra es constante a lo largo de los países a través de fumigación, control de aguas residuales y jornadas informativas. Lo que nadie explica, sin embargo, es por qué los mosquitos parecen picar a unas personas más frecuentemente que a otras.
Alguna razón ha de haber, más allá del puro capricho del animalito. Investigaciones científicas en torno al tema apuntan a que el mosquito es particularmente sensible a los olores y las temperaturas, de modo que su elección a la hora de picar se basa, principalmente, en la detección de sustancias que les resultan particularmente atrayentes.
Conviene empezar explicando que sólo las hembras de los mosquitos chupan sangre, pues lo hacen como parte del proceso de fecundación de sus huevos. Los machos, en cambio, mantienen una dieta estrictamente vegetariana. Quizá por eso, entonces, las hembras resulten tan sensibles a la concentración en la sangre de sustancias como esteroides o colesterol, e incluso de ácido úrico, y que sus olfatos sean capaces de detectarlos en la sudoración o la transpiración natural de la piel. Puede que estos compuestos resulten propicios para su proceso reproductivo.
Otra sustancia atractiva para los mosquitos es el dióxido de carbono o CO2. Resultado principal de la respiración, es para ellos un claro indicio de que hay un organismo vivo en las cercanías, y además es un gas caliente, por lo que es doblemente atractivo.
Respecto a las temperaturas cálidas ocurre lo mismo (no en balde abundan en los trópicos y en las zonas templadas desaparecen con la llegada del frío) y otro tanto con los colores oscuros. Lo primero debido a que los mamíferos, víctimas casi exclusivas del mosquito, somos criaturas de sangre caliente; es poco probable entonces que los mosquitos piquen a los reptiles, al contrario de lo que afirma Jurassic Park.
En cuanto a la preferencia por colores oscuros, se debe a un criterio tan simple como efectivo: en fondos oscuros es mucho más difícil verlos y estarán de algún modo camuflados con el entorno. Se trata de un mecanismo evolutivo de supervivencia, parecido a su forma errática de vuelo que los hace difíciles de interceptar.
Si bien no va uno a cambiar de modo de vida para evitar las picadas de los mosquitos, sí se puede tener en cuenta esta información para no resultarles, digamos, tan apetitoso. Si vamos a un sitio cercano a aguas y lagos, es altamente probable que haya mosquitos alrededor, así que podemos escoger ropa de colores claros y luminosos para hacerse menos deseable: blancos, amarillos, colores lejanos al negro y al marrón.
Otro consejo útil es incrementar los niveles de vitamina B, sustancia que suele tener un impacto sobre el olor de la piel y que hace las veces de repelente natural de mosquitos. Los champiñones, las almendras, las zanahorias y las lentejas son ricas en esa vitamina. Si no, existen también lociones con vitamina B que vienen de perlas. Y si estos consejos no te sirven, siempre podrás acudir al viejo repelente comercial.
Teniendo en cuenta esta información podrás tomar previsiones y no volver a casa cubierto de picaduras. ¿Por qué no compartirla en tus redes sociales y hacerle a muchos amigos el mismo favor?