Contrastando con la mayoría de país, en Reino Unido no rige una Constitución codificada. Se dice que la constitución inglesa no se encuentra escrita; sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que está “recogida” en un conjunto de normas jurídicas distintas. Para conocer más sobre la constitución del Reino Unido y sus características, debes seguir leyendo.
Historia del Reino Unido:
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El Reino Unido es uno de los pocos países sin constitución en el mundo; Israel y Nueva Zelanda tampoco cuentan con una constitución “escrita” como la constitución americana o la constitución española actualizada. Estos países no se acogen a la idea del constitucionalismo clásico que recoge en un solo documento las reglas constitucionales.
De este modo, la constitución inglesa se trata de una constitucion no codificada; es decir, es el conjunto de normas y reglamentos comprendido por las leyes y la jurisprudencia, tanto inglesas como escocesas. Las normas de los tratados internacionales, suscritos y ratificados por el Reino Unido también conforman ese aglomerado de normas que integra a la constitución inglesa.
Entonces, ha sido a partir de la ley inglesa histórica que ha ido, en buena medida, desarrollando lo que es la constitución del Reino Unido. Esto se observa, en la gran cantidad de principios fundamentales y normativas esenciales que se encuentran en las cartas y proyectos ley recogidos en documentos creados, antes de la conformación del Reino Unido, por el Parlamento inglés.
El Parlamento inglés, también conocido como “la madre de los Parlamentos”, es el órgano legislativo que crea las leyes y es el representante de los distintos “estados” de la nación, que involucra la monarquía, la iglesia, aristocracia y la división política de Inglaterra y Escocia.
Durante más de siete siglos, el Parlamento ha creado las leyes y ha determinado qué es ley en el país, siempre velando por el fiel cumplimiento de los principios constitucionales. Los proyectos de ley aprobados por las dos cámaras del parlamento, integradas por los distintos politicals parties o partidos políticos en inglés, que son firmados por el Monarca para que rijan en el territorio nacional adquieren su carácter constitucional. Sin embargo, 1215 fue el año de la constitución inglesa originaria.
Así, el documento fundacional de la primera constitución inglesa se recoge en la Carta Magna, también conocida como la Gran Carta de las Libertades de Inglaterra. Esta fue redactada por los barones y firmada por el rey Juan I de Inglaterra también conocido con Juan Sin tierra. en junio de 1215.
Este documento jurídico ha sido de tal importancia en el Derecho, que ha servido de inspiración de otras constituciones textos normativos internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos o la constitución americana.
Así, la constitución inglesa de 1215, a lo largo de los siglos, ha guiado el espíritu del derecho anglosajón, estableciendo principios de garantías legales e igualdad ante la ley. Al no estar escrita o codificada, la constitución del Reino Unido se encuentra en constante evolución y acoge las nuevas decisiones y jurisprudencia fundamentales de los jueces que pasan a formar parte del conglomerado legal de la constitución inglesa.
Otras constituciones del mundo como la constitución francesa o la constitución mexicana, fueron producto de las distintas revoluciones de la época. Surgieron como un punto de inflexión de la historia luego de un colapso en el sistema vigente del momento, del fin de una guerra o de la concesión de la independencia.
La constitución inglesa, por su parte, surge de la evolución, a lo largo de los siglos y los distintos reinados como los Estuardo, el Rey Juan I o el Rey Jorge III.
Con la firma de la Carta Magna en 1215, los principales nobles obligaron al Rey Juan a aceptar que ellos y otros hombres libres pudieran acceder a derechos frente a la Corona.
Durante el reinado Estuardo, en el siglo XVII, se había propagado la teoría del derecho divino de los reyes. Esto sostenía que los reyes no podían someterse a a la ley de los hombres, sino que solo estaban sometidos a Dios.
En 1688 se alcanzó el inicio del conflicto de la revolución inglesa que condujo a una guerra civil. Esto cambió la historia de la monarquía británica al eliminar sistema absoluto de monarquía y originó el sistema democrático parlamentario actual. El primer parlamento estuvo conformado por caballeros, lores y hombres comunes de los pueblos y ciudades.
La Monarquía, la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores eran las tres unidades del Parlamento. Los proyectos de ley deben ser aprobados por ambas Cámaras y luego recibir la Sanción Real para convertirse en ley constitucional.
Una de las características principales de la constitución inglesa es que no se encuentra escrita ni codificada en un solo documento. Esta es quizá, la característica más conocida; sin embargo, la constitución del Reino Unido se caracteriza también por una serie de principios fundamentales que ha regido en el derecho anglosajón por años.
La soberanía parlamentaria es uno de los principios fundamentales y características de la constitución del Reino Unido. El Parlamento es el máximo poder legislativo del país, por lo que rige en la creación y derogación de todas las leyes.
Escocia, Gales e Irlanda del Norte cuentan con sus propios parlamentos o asambleas para el dictado de determinadas leyes; pero estos se encuentran subordinados al poder supremo del Parlamento Británico. El Parlamento puede limitar su poder y delegar determinadas funciones legislativas a estos gobiernos regionales. También puede, aunque no es común, revocar estas delegaciones y recuperar esos poderes. En 1972, el Parlamento británico suspendió provisionalmente las facultades legislativas a la Asamblea de Irlanda del Norte.
En el Reino Unido, la monarquía, aunque es el Jefe de Estado, no cuenta con un poder político real ni desempeña funciones ejecutivas, pero representa un importante símbolo de unidad para el país.
La monarquía británica es conocida como la monarquía constitucional y tiene una base tradicional establecida durante mucho tiempo. Asume funciones representativas y constitucionales, características de la monarquía inglesa, como icono de unidad y orgullo nacional, de éxito y excelencia; así como el apoyo al servicio voluntario; no puede en ningún momento elaborar ni aprobar leyes, ya que estás recaen exclusivamente en el Parlamento.
Otra de las principales características de la constitución inglesa es el principio del Common law o el “derecho común”. También conocido como derecho anglosajón, el derecho consuetudinario se basa en las decisiones judiciales de la jurisprudencia de los tribunales que han regido desde la Edad Media. El principio del precedente es la base fundamental del Common law pero toma las reglas de la equidad y consonancia con las normas sociales y leyes emanadas del Parlamento.
Los distintos documentos jurídicos que conforman la constitución inglesa como fuente del derecho anglosajón comprenden diversos instrumentos que definen derechos y obligaciones que enriquecen el derecho del Reino Unido. De esta forma, las convenciones internaciones, las leyes del Parlamento y la jurisprudencia consuetudinaria son algunas de las principales fuentes de la Constitución inglesa actual.
En el ejercicio de sus facultades legislativas principales, el Parlamento británico dicta determinadas leyes primarias que conforman una importante fuente de la constitución del reino unido. Estos instrumentos normativos pueden regir los derechos fundamentales como la existencia de la Corte Suprema, el derecho al voto y lo relacionado a las celebraciones de los comicios; las leyes que regulan Derecho Humanos, entre otros. Sin embargo, no existe un procedimiento formal que permita identificar con facilidad cuáles leyes son primarias y cuáles son regulares u ordinarias, es decir que no conforman fuente constitucional.
Los tratados internacionales suscritos y ratificados por el Reino Unido también inciden en el “contenido” de la constitución inglesa. Aunque con la simple ratificación, los tratados internacionales no forman parte del derecho interno del Reino Unido, sus preceptos y regulaciones son recogidas por las leyes del Parlamento para ser incorporados a la legislación británica.
Al igual que las leyes primarias del Parlamento, no existe una guía formal que permita distinguir con precisión cuáles convenciones son los que tienen importancia constitucional. Sin embargo, algunas pueden ser fuentes importantes de la constitución del Reino Unido, como por ejemplo la convención que determina que el Primer Ministro forme parte, como miembro, de la Cámara de los Comunes.
Las convenciones tienen la particularidad de no estar escritas en documentos oficiales, sin embargo, en los últimos años se han recogido en textos publicados algunas convenciones como el Manual de Gabinete o el Código Ministerial.
La jurisprudencia que conforma el sistema de derecho consuetudinario es otra de las fuentes principales del derecho británico. La decisión de los jueces, derivadas de los precedentes y de la costumbre, se pueden comportar como un acto de creación de normas jurídicas, a partir de la interpretación e identificación de la ley.
Las interpretaciones y apreciaciones de académicos y de expertos sobre determinadas materias del sistema pueden convertirse en directrices influyentes que orienten su sentido y alcance. A finales del siglo XIX y a principios del XX, el trabajo jurídico del erutido constitucionalista, Albert Venn Dicey se convirtió en doctrina aceptada que estudiaba la soberanía parlamentaria. Por su parte, el trabajo del periodista político Walter Bagehot, permitió entender el funcionamiento y concepción de la monarquía constitucional.
Entre los fundamentales tratados y artículos de la constitución inglesa se pueden mencionar la Carta de Derechos de 1689, las Actas de Unión de 1707 y 1800, la las Leyes del Parlamento de 1911 y 1949, entre otros.
También conocida como la constitución inglesa de 1689, la Carta de Derechos estableció la independencia y autoridad del Parlamento frente al Monarca. Por la tanto, las leyes no podían modificarse ni derogarse si no se contaba con la aprobación del Parlamento. Además, agregó normativas dirigidas a la protección de la libertad y seguridad de los ciudadanos.
Las Actas de unión de la Inglaterra del siglo XVIII comprende dos textos legislativos, uno aprobado por el Parlamento Inglés y el otro por el Parlamento escoces entre los años 1706 y 1707, para proceder con la unión de Escocia e Inglaterra. Para posteriormente, establecer la unidad estatal y determinar una única legislatura en el Parlamento de Gran Bretaña. No obstante, se permitió que Escocia mantuviera un gobierno local y un sistema legal que rigiera para aspectos puntuales como la educación y la religión
Este cuerpo legislativo logró incorporar al derecho interno las disposiciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos, de 1950. Desde entonces, los casos de derechos humanos podrán ser ventilados y decididos por los tribunales del Reino Unido, para ello se deberá interpretar las leyes primarias con conformidad al Convención de 1950.
Es una de las leyes constitucionales más importantes aprobadas por el Parlamento del Reino Unido. La norma creó el gobierno escocés que está conformado por el Primer Ministro, los ministros que este designe, el Lord Advocate -encargado de velar por el Estado de Derecho y la administración de justicia- y el Procurador General de Escocia.
Por su parte, la Ley de Irlanda del Norte de 1998 permitió establecer las facultades de la asamblea y ejecutivo regional de Irlanda del Norte. De esta forma, se delegó el poder en determinadas materias excepcionales, siempre que no contradijera las disposiciones legislativas europeas ni de derechos humanos.
El 31 de enero de 2020, el Reino Unido se retiró de la Unión Europea, mediante el Acuerdo de Retiro, que se hizo efectivo el 31 de diciembre de ese mismo año. Entre las razones que se argumentaron para el retiro de la UE, fue la recuperación del control total de Gran Bretaña en sus fronteras para una mejor regulación de la migración y de otros asuntos propios.
En definitiva, la constitución del Reino Unido es un instrumento jurídico complejo y flexible que se mantiene en constante evolución y enriquecimiento con la jurisprudencia y distintas leyes primerias que emite el Parlamento Británico en el ejercicio de sus funciones. La separación de poderes, la supremacía parlamentaria y el imperio de la ley son algunos de los principios que distinguen y destacan a la constitución inglesa.