La empresa Tesla ha completado la construcción de la batería de iones más grande del mundo. Esta enorme pila, ubicada en Australia, tiene una capacidad de 100 megavatios y fue construida en tan solo 55 días.
La ambiciosa tecnología ha tenido un coste de 50 millones de dólares y está siendo probada en una zona al norte de la ciudad de Adelaida para determinar si, efectivamente, será capaz de estabilizar la energía de toda la región.
Tesla ya había hecho esto en California, donde instaló una mega batería de 80 megavatios en 90 días. Sin embargo, este último proyecto es el más grande de la empresa hasta la fecha en materia de energía.
Todo comenzó con una broma
El gurú de la tecnología y cofundador de Tesla, Elon Musk, hizo una apuesta muy ambiciosa en Twitter. En dicha red social escribió: “Tesla tendrá el sistema instalado y trabajando en 100 días desde la firma del contrato, o si no será gratis”.
Afortunadamente para la empresa, la instalación se ha concluido antes de los 100 días y ahora se encuentra en período de prueba. Esto quiere decir que el gobierno australiano tendrá que pagar por la construcción de esta enorme batería.
Estabilizar la electricidad
Por su parte, el gobierno de este país parece estar de acuerdo. El primer ministro, Jay Weatherill, dijo a los medios que la batería más grande del mundo será una parte importante de la mezcla energética de Australia.
Según su opinión, esta “enviará el mensaje más claro de que Australia del Sur será líder en energías renovables”.
Aunque el proyecto ya estaba un 50% adelantado cuando se firmó el contrato, Australia no podría estar más encantada, pues esto proveerá de energía a más de 30.000 hogares del sur del país en el caso de que no haya condiciones de viento favorables o luz solar.