La comida es la expresión cultural más simbólica de la humanidad. La actitud de los seres humanos hacia la comida determina en gran medida cómo son y cómo ven la vida. A través del rol que juega la comida se puede interpretar la idiosincrasia de un país.
Se observa, por ejemplo, cómo los italianos, franceses y españoles celebran cualquier acontecimiento con profusión de comidas que, más allá de su disfrute gustativo, es la expresión de la importancia de estar juntos y compartir. La comida se convierte en una vía para estrechar los vínculos afectivos.
Un tema cultural que merece la pena mencionar es la dificultad que tuvieron las cadenas de hamburguesas para penetrar mercados como el de Uruguay, ya que su costumbre de comer carne se basa en el tradicional asado, donde el asador pasa horas frente al fuego para demostrar su habilidad y ofrecer el mejor plato a los comensales.
También resulta interesante el caso de las cadenas de comida rápida en Estados Unidos, las cuales se desarrollaron de una forma muy importante como respuesta a un modo de vida automatizado alrededor de la actividad laboral, largas distancias que recorrer y poco tiempo para cocinar, lo cual distingue a esa cultura.
En China existe toda una tradición milenaria y una filosofía particular hacia la comida. Confucio (551-479 a.C.) decía al respecto que se debía “vivir para comer” y no “comer para vivir”. Así mismo, el filósofo Lin Yutang (1895-1976) escribió que el verdadero placer de la vida es la comida, que se come para disfrutar y que considerar la comida como nutrición es asumirla como una medicina.
Por otra parte, las recetas, los ingredientes y la forma de preparar los platos nos cuentan la historia de los países, lo que se expresa a través del arte de la gastronomía. Y el arte culinario es el más completo de todos, porque impacta de forma simultánea a tres importantes sentidos: la vista, el olfato y el paladar.
Estos aspectos respaldan la importancia del evento Cuba Sabe, que se llevará a cabo en enero del próximo año, y que no trata únicamente de enseñar sobre la exquisita y variada gastronomía de la isla, sino también de dar a conocer el riquísimo bagaje cultural que hay detrás de ella.
La gastronomía cubana es el resultado de una interesante mezcla de culturas, proveniente de una historia donde se cruzó su población indígena con la hispana y la africana, además de, posteriormente, la francesa y la china. Esta curiosa combinación tan peculiar se ve plasmada en la singularidad de la comida cubana.
Los habitantes originarios de Cuba, además de alimentarse de la pesca, que era lo que tenían más a mano, sembraban maíz, frijoles, boniato, calabaza, ají, malanga y yuca. De esta última fabricaban las tortas de casabe, que es el pan típico de las culturas autóctonas caribeñas.
Dato curioso es que el ají, que luego fue llamado pimentón en España y resultó un ingrediente culinario muy atractivo en toda Europa, es un producto de origen americano. De hecho, el vocablo ají pertenece a la lengua de los taínos, que era el grupo indígena más grande que vivía en Cuba.
Y de la palabra ají proviene el ajiaco, unos de los platos típicos cubanos más deliciosos, que es una combinación de diferentes tipos de carnes con muchas clases de tubérculos y con gran cantidad de ají, así como de otros aliños.
Por su parte, los españoles introdujeron la cebolla, el ajo y especias como el comino, la pimienta y el laurel, y con los esclavos africanos llegaron los plátanos, el ñame y el coco.
En el año 1791 muchos franceses arribaron procedentes de Haití debido a la revolución que comenzó en esta colonia francesa para aportar muchas recetas y, a partir de 1847, comenzaron a llegar los chinos para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar haciendo también importantes contribuciones gastronómicas.
Su población aborigen, así como todos los acontecimientos históricos, han hecho que Cuba pueda ofrecer una gran variedad de opciones culinarias exóticas y únicas, representada por más de 30 platos emblemáticos nacionales, además de muchísimos otros que corresponden a cada una de sus provincias.
En el marco de la conmemoración de los 500 años de La Habana se llevará a cabo Cuba Sabe –conocido anteriormente cono Gastrocult–, el II Taller Culinario que se realiza en La Habana y que contará con numerosos chefs cubanos, así como de otros países invitados, entre los que se encuentra Italia, cuya gastronomía es especialmente apreciada a nivel mundial.
Igualmente, en esta ocasión tendrán participación maestros reposteros, panaderos, cantineros y sommeliers, que compartirán sus experiencias y conocimientos en cada una de sus especialidades para contribuir con la variedad y amenidad del acontecimiento.
Este evento teórico-práctico está programado para los días 9, 10 y 11 de enero de 2020 y tiene como objetivo principal el intercambio cultural, así como la difusión de la gastronomía cubana considerada patrimonio inmaterial de la nación, lo que convertirá a La Habana en la capital culinaria del Caribe durante este tiempo.
La agencia de turismo cultural Paradiso será la encargada de organizar conferencias, actividades especiales, talleres, clases magistrales y degustaciones, y también espectáculos musicales y otros de índole cultural para finalizar las jornadas. Igualmente, será posible realizar tours a lugares resaltantes y representativos para la gastronomía cubana.
La actividad está dirigida principalmente a chefs y a estudiantes de esta especialidad de cualquier país, pero también resulta interesante para promotores turísticos, emprendedores del área o amantes del arte culinario en general que quieran aprender sobre la gastronomía cubana.
Para los estudiantes, hay paquetes especiales de alojamiento en los hoteles de la cadena hotelera Iberostar. Toda la información está disponible en la página de OnlineTours. Y agencias como ACubaConmigo ofrecen interesantes opciones económicas para aquellos que quieran aprovechar la ocasión para viajar a Cuba y acudir a este evento gastronómico único.