Desde sus orígenes relativamente recientes en 1983, en la Liga de Baloncesto ACB, también conocida como Liga Endesa, han ocurrido tantos acontecimientos que solo podrán recordarlos todos los que tengan memoria eidética. Si no eres uno de ellos, seguro que te gusta esta selección de curiosidades.
A lo largo de la historia de la primera división de la liga española de baloncesto, se han enfrentado entre sí unos setenta y cinco equipos diferentes, lo que indica una rotación enorme, en la que la mayoría de equipos, en algún momento de su carrera deportiva, se han visto relegados a una categoría inferior.
Pero existen tres equipos que, desde sus inicios, se han anclado a la primera liga, y absolutamente nadie hasta el momento han logrado bajar del pedestal desde el que observan al resto de los contrincantes con superioridad. Hablamos del Club baloncesto Estudiantes, del Real Madrid de Baloncesto y del Club Joventut de Badalona.
Es común que algunos de los equipos dominantes pasen por rachas de excelencia y consigan varios campeonatos en años consecutivos. Sin embargo, el récord establecido por el Real Madrid de Baloncesto hasta la fecha es un logro difícil de superar.
Y es que, cuando existía la Liga Nacional de Baloncesto, se consagró como campeón nada menos que diez veces seguidas. Desde 1967 hasta 1977 el básquet español vivió bajo una monarquía madrileña.
Para relativizar los méritos, el segundo equipo que ha mantenido una racha larga como campeón ha sido el F. C. Barcelona desde 1986 hasta 1990, es decir, con solo cuatro títulos consecutivos.
Si hablamos de victorias obtenidas históricamente, el equipo chulapo tampoco se queda atrás, pues de las veintisiete veces que se celebró el torneo antes de cambiar su nombre a “Liga ACB”, el Real Madrid de Baloncesto se llevó el trofeo a casa veintidós veces.
Se sabe que no solo se necesitan jugadores altos en la estrategia de un equipo. En cualquier formación existen deportistas de diferentes estaturas que aportan diferentes cualidades de juego, pero lo que llama la atención es que, en la actualidad, un equipo cuenta con el jugador más alto de la liga y con el más bajo.
Se trata del Rio Natura Monbus Obradioro, con Fran Cárdenas, que mide 1,77 metros, oficialmente el jugador más bajo de la liga, y con Artem Pustovyim, con 2,18 metros y el título de jugador más alto.
Es común ver como breve la vida deportiva de un jugador, pero lo cierto es que en la Liga Endesa tiene siete jugadores que tienen en su récord profesional más de quinientos partidos jugados.
Es el caso de Sergi Vidal y Fran Vázquez, ambos con más de seiscientos; Albert Oliver, con casi esa cifra; Rafa Martínez con más de quinientos; Carlos Suárez con cuatrocientos ochenta y ocho o Fernando San Emeterio con quinientos cincuenta y seis.
Sin embargo, el premio gordo se lo lleva, sin lugar a dudas, Felipe Reyes, que aún sigue batallando en la cancha con sus setecientos sesenta y un partidos a cuestas.
En la última temporada se pueden observar edades muy dispares entre los jugadores. Por un lado, tenemos al base del Tecnyconta Zaragoza, Carlos Alocén, con 18 años, el jugador más joven de todos los participantes del torneo. En contraste, encontramos a Albert Oliver, el base del equipo Herbalife Gran Canaria, con cuarenta años de edad.
Un dato que, por poco que nos sorprenda, no deja de ser curioso: la ACB es una de esas ligas en las que los equipos son más conocidos por el patrocinador privado que los financia, que por el lugar o región que representan. Esto da lugar a cambios de nombre que a veces resultan confusos con una frecuencia lejos de lo deseable.
Un ejemplo significativo es el Saski Baskonia. Con el nombre Laboral Kutxa o Caja Laboral gana la ACB 2010 al Barcelona contra todo pronóstico en un partido trepidante que nadie esperaba, y como TD System Baskonia o Saski Baskonia se proclama campeón de la liga ACB 2020. Pero también han defendido el nombre de Caja Álava y TAU Cerámica o Taugrés como si de su propia bandera se tratase. La dictadura del marketing.
El deporte no es solo la pasión y la adrenalina del momento. En los pequeños detalles está la salsa que hace que la receta sea deliciosa.