Albergando el río Orinoco como segundo delta del continente, Delta Amacuro es uno de los estados más atractivos y mágicos, ubicado al este de Venezuela, con una superficie de 40.200 km2 y más de 160.000 habitantes.
Estas tierras poseen una inmensa selva, sabanas, estuarios, flora, fauna, caños y ríos que conectan a más de 35.000 personas pertenecientes a la etnia indígena amerindia Warao, conocidos como «los dueños de la curiara», siendo la segunda población más grande del país.
Están agrupados en familias y se mantienen siempre unidos, respetando los rangos de jerarquía y arraigadas al río Orinoco.
La historia de este lugar la construyen desde siempre los Warao, la población que llega buscando refugio de otras etnias más fuertes, viéndose obligados a reconstruir su vida en los «laberintos acuáticos» de este estado.
Aquí forjaron su propia cultura y economía, de acuerdo a las condiciones ambientales que le ofrece el Delta Amacuro, las cuales les permitieron resurgir como alfareros, cazadores, recolectores, pescadores y agricultores.
Existen quienes se han acercado con éxito a estas comunidades para educarlos, guiarlos y enseñarlos a sembrar y manejar los cultivos.
Los resultados: el conocimiento de la agricultura del ocumo chino, maíz, arroz, coco, plátano; las palmas de las que obtienen lecho, casa y comida; el moriche con el que encontraron fuente de alimentación y que hoy día es parte vital de su dieta y con el que realizan objetos como cestas, accesorios, hamacas y mucho más.
Para llegar a estas tierras venezolanas se puede tomar un vuelo hacia Puerto Ordaz en el estado Bolívar y, posteriormente, la ruta terrestre hacia el puerto de embarque de Boca de Uracoa (para el Campamento Abujene y Orinoco Delta Lodge).
También se puede en un vuelo hacia Maturín, en el estado Monagas, y hacer la conexión con el Campamento Orinoco Eco Camp y Boca de Tigre, en el embarque del poblado de San José de Buja.
Otra opción es el Embarque en el puerto de Tucupita, en el estado Delta Amacuro.
Es una tierra encantada, porque invita a disfrutar de un maravilloso paisaje, parques, ríos, balnearios, la conexión total con la naturaleza y a descubrir los misterios y maravillas que se encuentran escondidos en cada uno de sus rincones.
Es de menester conservar y mantener la importancia de su historia y forjar un futuro para sus futuros habitantes.