En los vastos confines del cosmos, los astrónomos han logrado identificar dos imponentes planetas gigantes, análogos al Saturno de nuestro propio sistema solar, orbitando alrededor de una estrella similar al Sol, ubicada a unos 700 años luz de distancia. Este hallazgo sin precedentes abre nuevas puertas de investigación en el campo de la formación y evolución de los planetas gaseosos masivos.
El planeta exterior, catalogado como TOI-4600 c, exhibe el año más prolongado, con una duración de 483 días, de todos los exoplanetas descubiertos hasta la fecha por la misión TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA. Además, se encuentra entre los cuerpos celestes más fríos jamás detectados, lo que lo convierte en un objeto de estudio particularmente valioso.
Dos planetas gigantes análogos a Saturno descubiertos orbitando una estrella similar al Sol a 700 años luz de distancia.
Los dos planetas, TOI-4600 b y c, podrían resultar cruciales para los astrónomos dedicados a la investigación de cómo se forman y evolucionan los gigantes gaseosos de gran tamaño. Asimismo, comienzan a llenar un vacío de conocimiento existente entre los planetas gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno en nuestro sistema solar, y los denominados «Júpiter calientes» presentes en otras regiones de nuestra galaxia.
La búsqueda de exoplanetas, un esfuerzo científico que se remonta a décadas atrás, ha arrojado hasta el momento más de 5.500 confirmaciones de estos cuerpos celestes dispersos por la Vía Láctea, la cual se estima que alberga cientos de miles de millones de ellos.
Sin embargo, el método de detección predominante, conocido como el «método de tránsito», revela relativamente pocos planetas de «período largo», aquellos con años que duran 50 días o más.
Este enfoque, basado en la detección de «sombras», es mucho más efectivo para descubrir planetas que orbitan cerca de sus estrellas anfitrionas, con años considerablemente más cortos. El método de tránsito captura la leve disminución en la luz estelar cuando un planeta en órbita cruza el frente de su estrella, explica la NASA en un comunicado.
El planeta exterior, tiene el año más largo (483 días) de todos los exoplanetas descubiertos por TESS.
Los telescopios espaciales como TESS, que se basan en este método, son responsables de la gran mayoría de las detecciones de exoplanetas. Sin embargo, cuanto más larga es la órbita de un planeta, más difícil resulta para TESS captarlo en tránsito frente a su estrella.
No obstante, en el nuevo estudio, un equipo liderado por el astrónomo Ismael Mireles de la Universidad de Nuevo México, utilizando datos de TESS, determinó que TOI-4600 b y c poseen órbitas de período largo: 83 días para el planeta b y 483 días para el planeta c, un año ligeramente más largo que el de la Tierra.
Si bien estas órbitas pueden no parecer tan impresionantes en comparación con las de los gigantes gaseosos de nuestro sistema solar, donde Júpiter completa una vuelta alrededor del Sol en 12 años y un «año» en Saturno equivale a más de 29 años terrestres, TOI-4600 b y c podrían resultar una verdadera mina de oro de datos, según destaca la NASA.
Mientras que los telescopios espaciales han podido medir algunos componentes atmosféricos de los «Júpiter calientes» y «Júpiter cálidos», TOI-4600 b y c ofrecen la rara oportunidad de revelar los ingredientes atmosféricos de los gigantes gaseosos «templados», aquellos sin atmósferas abrasadoras.
TOI-4600 b, un poco más pequeño que Saturno con casi siete veces el ancho de la Tierra, tiene una temperatura atmosférica estimada de 74 grados Celsius.
Por su parte, el planeta c, aproximadamente del tamaño de Saturno y más de nueve veces el ancho de la Tierra, presenta una temperatura estimada de -82 Celsius, convirtiéndolo en uno de los exoplanetas más fríos que TESS ha descubierto hasta el momento.
«Estos hallazgos representan un avance significativo en nuestra comprensión de los sistemas planetarios distantes y su formación,»
Declaró el astrónomo jefe del equipo, Ismael Mireles, en una entrevista exclusiva.
«Estamos entusiasmados por profundizar en el estudio de estos gigantes gaseosos ‘templados’, que podrían revelar pistas cruciales sobre la evolución de estos cuerpos celestes masivos.»