El gigante estadounidense de la moda íntima Victoria’s Secret ha experimentado un duro revés en los mercados de valores tras revelar sus cifras anuales de 2023. La emblemática compañía, antaño líder indiscutible en su sector, ha visto cómo sus acciones se desplomaban un -29,7% en la Bolsa de Nueva York.
Este desastre bursátil se produjo después de que la multinacional presentara unos resultados decepcionantes, con una caída del -2,56% en sus ventas hasta los 6.181,79 millones de dólares, y un descenso del -68,62% en su beneficio neto, situado en 109,2 millones de dólares.
Si bien el último trimestre de 2023 mostró signos alentadores, con un repunte de las ventas del +3% y un beneficio neto de 181 millones de dólares, las previsiones para 2024 son sombrías. Victoria’s Secret anticipa una disminución de sus ingresos en un dígito porcentual, hasta rondar los 6.000 millones de dólares, y un beneficio operativo ajustado de entre 250 y 275 millones de dólares, inferior al de 2023.
La compañía ha intentado reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos, abandonando su imagen controvertida.
Estos decepcionantes resultados se producen en un contexto de profunda transformación para la emblemática marca. En los últimos años, Victoria’s Secret ha intentado reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos, abandonando su imagen controvertida y apostando por una mayor inclusión y diversidad. Sin embargo, esta transición no ha estado exenta de dificultades, y la compañía ha tenido que enfrentar una feroz competencia de nuevas marcas de lencería más alineadas con los valores actuales.
La pandemia de COVID-19 y los desafíos económicos globales han ejercido una presión adicional sobre las operaciones.
Además, el impacto de la pandemia de COVID-19 y los desafíos económicos globales han ejercido una presión adicional sobre las operaciones de Victoria’s Secret. La inflación y la caída del poder adquisitivo de los consumidores han repercutido negativamente en las ventas de la compañía, que se ha visto obligada a ofrecer descuentos y promociones más agresivas para mantener su cuota de mercado.
En un comunicado, el CEO Martin Waters reconoció el declive del mercado de ropa íntima en Norteamérica durante cuatro trimestres consecutivos, pero manifestó su confianza en las iniciativas para impulsar el crecimiento, como el programa de fidelización, la mejora de la experiencia digital y los lanzamientos de productos.
«Creemos que nuestras estrategias dejarán lista a la empresa para aprovechar todo el potencial de nuestras marcas Victoria’s Secret y PINK, y creo que contamos con el equipo de dirección adecuado, en el momento adecuado, para que nuestra empresa tenga éxito», afirmó Waters.
Sin embargo, los analistas han expresado preocupación por la capacidad de Victoria’s Secret para recuperar su antigua relevancia en un mercado cada vez más competitivo y exigente. Algunos expertos sugieren que la compañía podría necesitar una reestructuración más profunda, incluyendo el cierre de tiendas poco rentables y una mayor inversión en canales de venta en línea y marketing digital.
El impacto financiero de los resultados ha sido devastador para los inversores, quienes han castigado severamente las acciones de Victoria’s Secret en un solo día de negociación. La compañía afronta ahora el desafío de revertir esta tendencia negativa y recuperar su antigua gloria en un entorno comercial cada vez más desafiante.
