Muchas personas pasan gran parte de su vida haciendo lo posible por deshacerse de los kilitos de más siguiendo dietas con resultados escasos, y que en muchas ocasiones, les hace víctimas del temido “efecto rebote”, que no es otra cosa que recuperar el peso perdido.
Por lo general, hacer dieta es el mejor tratamiento para controlar nuestro peso corporal, pero si no lo hacemos bajo la supervisión de un especialista puede convertirse en la peor elección de nuestras vidas, ya que en vez de corregir nuestro trastorno alimenticio podría aumentarlo.
Si estás sometiendo a un régimen alimenticio por cuenta propia o sientes dificultades para controlar tus ganas de comer, es momento de buscar la asesoría de un profesional en psiconutrición, como la doctora Marisa Maza Psiconutricionista con amplia trayectoria en psicología nutricional, capaz de ayudarte a tener una relación sana con la comida y con tu cuerpo.
¿Qué es la psiconutrición?
Es una disciplina médica que integra la psicología y la nutrición para tener una mejor comprensión de nuestra relación con la comida y cómo influye en nuestro equilibrio emocional, con el propósito de mejorar nuestro y calidad de vida.
Esta disciplina nos ayuda a mejorar la adecuación y regulación emocional ante situaciones estresantes, es decir, nos permite desarrollar la habilidad para conocernos, fortalecer nuestras capacidades y derrotar las barreras que nos limitan en nuestras acciones y decisiones.
De acuerdo a la psiconutrición, los factores psicológicos están directamente ligados a nuestros hábitos alimenticios, motivo por el cual determinan las decisiones que tomamos en relación a las dietas. Y a su vez, los alimentos influyen en nuestra salud mental de forma positiva o negativa, ya que pueden brindarnos equilibrio emocional o por lo contrario causarnos trastornos emocionales.
¿En qué consiste la psiconutrición?
La psiconutrición utiliza la psicología y la nutrición para encontrar la causa del problema, el por qué al rechazo de los hábitos saludables que le generan el bienestar, y focalizar las áreas que deben ser mejoradas, para luego idear un plan que le brinde al individuo las herramientas necesarias para tener una relación saludable con los alimentos.
La psicología se encarga de estudiar todos los factores psicológicos implicados en la alimentación, así como de problemas como la ansiedad, depresión y otras conductas alimentarias junto con la alimentación emocional.
Mientras que la nutrición analiza los hábitos dietéticos y los patrones de alimentación, así como las dietas y las terapias nutricionales que se deben aplicar.
Este proceso se enfoca principalmente en promover el cambio en los malos hábitos alimenticios del paciente, así como las conductas emocionales erráticas, para lograr tener una vida saludable.
¿Quiénes aplican para psiconutrición?
La psiconutrición es recomendable para las personas que han seguido dietas con pocos resultados o ninguno, así como para quienes después de haber perdido kilos, rápidamente han vuelto a ganarlos. Este método también aplica para quienes sufren se refugian en la comida para no confrontar sus problemas y para los que han perdido el deseo de comer.
Las personas con obesidad, baja autoestima, depresión, ansiedad y estrés pueden buscar apoyo en esta disciplina, ya que estas patologías pueden interferir con los hábitos alimenticios del individuo y en consecuencia afectar su salud, tanto física como mental.
Si sólo deseamos mejorar nuestros hábitos alimenticios para optimizar el funcionamiento de nuestro organismo los especialistas en esta disciplina son los indicados para orientarnos sobre la dieta que se ajusta a nuestros cuerpo y cómo controlar nuestras emociones para evitar que incluyan en nuestra manera de alimentarnos.
¿Cuáles son los beneficios de la psiconutrición?
La psiconutrición aporta múltiples beneficios al paciente, siendo el primero el cambio de los malos hábitos alimenticios a una dieta sana y balanceada. A continuación, otras bondades de esta disciplina de la medicina.
Otorga estrategias y conocimientos
Esta ciencia le otorga al individuo las herramientas del conocimiento necesarias para mejorar su relación con los alimentos y poder llevar una vida saludable, y un sano funcionamiento del cuerpo y la mente.
Facilita la comprensión del origen del problema
Estas sesiones ayudan al individuo a descubrir el origen de sus problemas con la comida y les enseñan a controlar sus emociones sin tener que refugiarse en los alimentos.
Ayuda a descifrar las señales del cuerpo
Tener conocimiento de lo que afecta o no a nuestro organismo nos permite reconocer las señales que nos envía nuestro cuerpo cuando el sistema no está funcionando correctamente.
Mejorar la autoestima
Cuando nuestra mente trabaja coordinada con nuestro cuerpo nos sentimos bien, confiados y seguros, emocionalmente estables y con mejor salud física, nos vemos bien, nos sentimos bien, esto se traduce en el aumento del autoestima.
Disminuye el riesgo de recaídas
Al tener conciencia de su situación, desde la causa que lo originó hasta sus consecuencias, el individuo se ajusta al tratamiento por tiempo más prolongado, e incluso de forma permanente.
Restablecer una buena relación con la comida
El principal beneficio que nos aporta la psiconutrición es poder tener una buena relación con la comida, lograr adoptar hábitos alimenticios que nos permitan consumir las cantidades necesarias y los alimentos con mayor aporte nutricional para nuestro organismo.
¿Por qué no se recomienda hacer dietas sin la asesoría de un especialista?
Cómo lo hemos comentado anteriormente, la psiconutrición conjuga dos áreas: la psicología y la nutrición. Esta última se encarga de los procesos y hábitos relacionados con la alimentación humana.
Para determinar la dieta correcta para un paciente, el especialista debe evaluar varios factores, como la altura, el peso, la estructura ósea, la distribución de la masa corporal, entre otros elementos que sólo se pueden lograr atendiendo a los conocimientos científicos que se obtienen a través de los estudios y la experiencia.
Hacer una dieta que ha sido diseñada para otro paciente puede darnos resultados indeseados debido a que el organismo de cada individuo es diferente. Por ejemplo, unos pueden tener una capacidad de procesamiento de los alimentos más rápido que otros o absorber menos o mayor cantidad de nutrientes.
En caso de presentar algún síntoma que amerite mejorar nuestra alimentación es recomendable solicitar la asesoría de un especialista, ellos sabrán orientarnos por el camino correcto para alcanzar el bienestar físico que necesitamos.