En la vida lo importante no es el dinero sino lo que este nos procura, principalmente la libertad para dedicarnos a hacer lo que más nos gusta, además de garantizarnos que no vamos a atravesar por situaciones difíciles, al menos no por las que el dinero puede evitar, que son bastantes.
Bajo esta óptica, el dinero no es un fin en sí mismo, sino que se convierte en un medio: un recurso renovable y factible de ser generado a través de diferentes mecanismos, partiendo de un plan de acción que, organizadamente, nos permita ir dando los pasos necesarios para conseguir el objetivo.
Existen estrategias cuya implementación están a nuestro alcance, tanto si carecemos de alguna base que nos sustente, como si ya posemos algún recurso para arrancar. Lo importante en ambos casos es definir la meta.
Según Agustín Grau, especialista en libertad financiera que ha dedicado gran parte de su vida al estudio de todos los aspectos relacionados con esta materia, en el mundo existe riqueza suficiente para permitir que todos los individuos puedan acceder de ella.
Para entender el contexto, hay que tener presente la discriminación entre ingresos activos (aquellos que obtenemos a cambio de un tiempo de dedicación, como por ejemplo trabajar en una empresa) y los ingresos pasivos (los que recibimos sin ningún esfuerzo de nuestra parte, por ejemplo si tenemos un local propio alquilado).
Lo primero es diseñar el plan de acción, es decir, la estrategia, la cual debemos plantearnos de una manera seria y redactándola como si fuese un plan de marketing. Dicho plan de acción debe cubrir la primera etapa del proyecto, que podría abarcar, por ejemplo, el primer año.
Este documento debe contar con la descripción de los recursos y herramientas que tenemos a mano y a las podemos sacarle provecho fácilmente, el objetivo, y la fecha en que mediremos los resultados. Una buena estrategia se basa en el principio SMART, que se refiere a objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo determinado para lograrlos.
Recursos a nuestro alcance tenemos muchos, pero seguramente no nos hemos percatado. Como seres únicos, disponemos de una suma de conocimientos procedentes de nuestros estudios, habilidades, experiencias, aficiones, etc., que en principio podemos explotar.
Recursos primarios que son factibles de usar a priori vender infoproductos, usar las redes sociales para apoyarnos, aprovechar a líderes de opinión que nos puedan echar una mano, o recurrir a ciertas plataformas donde, de forma segura, podamos invertir poco dinero y que nos garanticen un ingreso que se multiplique.
La venta de infoproductos consiste en utilizar aquellos sitios de internet donde podemos publicar materiales factibles de monetizar, como video-tutoriales o ebooks. Esta es la primera fuente de ingresos pasivos que existe, ya que el producto se vende por sí solo generándo beneficios de forma automática. El ebook gratuito 50 ideas para generar ingresos pasivos y constantes es una buena ayuda para profundizar en este tema.
Una vez cumplida la primera etapa del proyecto, probablemente ya se cuente con algún dinero para invertir y que empiece a producir, ya que esta es la única forma de generar ingresos significativos. No existe otra porque, por más que se trabaje, nunca será posible lograr la libertad financiera por esta vía.
Haber reunido cierta cantidad de ingresos generados de forma pasiva significa que hemos creado un activo, lo que quiere decir, una base para seguir percibiendo ingresos pasivos, que, a su vez, reproducirán el dinero.
Tal vez, a través de la estrategia, también se detectaron otras posibles formas de crear activos, como alquilar algún espacio que no ocupamos, alquilar el coche para transporte, vender esas acciones que no están produciendo dividendos atractivos, o activar aquella patente que habíamos olvidado.
Pero a la hora de invertir en la generación de ingresos pasivos hay que ser muy precavidos porque, a menos que nos sobre el dinero, sabemos que obtenerlo cuesta bastante y la idea es no arriesgar, o arriesgar lo menos posible, salvo que seamos inversores agresivos a los que les gusta jugar fuerte.
Invertir de forma rentable no es complicado, solo hay que tener en cuenta los siguientes consejos útiles:
Y también es recomendable conocer buenas opciones y mercados en los que vale la pena invertir:
Seleccionando los instrumentos adecuados y haciendo una mezcla eficiente de los mismos lograremos generar ingresos pasivos que, al reinvertirlos, harán que nuestro dinero crezca mostrándonos el camino hacia la libertad financiera.