Situados en Málaga y Álava, dos sembradíos agrícolas sostenibles han conseguido posicionarse como parte de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam), una serie de plantaciones protegidas tanto por la FAO como por otros organismos y gobiernos del mundo.
España ha logrado tener dos de los sistemas agrícolas que ahora forman parte del patrimonio de la humanidad. Para ello, estos sembradíos tuvieron que cumplir con una serie de requisitos: ser sostenibles, vivos y en evolución, y ricos en biodiversidad, tal como exige la FAO.
En toda Europa, estas dos comunidades consiguieron consolidarse como las primeras en recibir este importante reconocimiento.
El Sistema de Producción de Pasas de Málaga, en La Axarquía (Málaga), y el Sistema de Producción de Sal, en Añana (Álava), fueron incluidos en el Sipam durante la reunión del Grupo Asesor Científico (SAG) de la FAO realizada en Roma.
Según la FAO, estos sistemas, además de ser sostenibles y en constante crecimiento, también aportan una belleza excepcional con sus hermosos paisajes.
Tal como aseguró Yoshihide Endo, que es coordinador del programa Sipam, los sistemas de Málaga y Álava “presentan características únicas, y representan el patrimonio de la agricultura sostenible en España”.
Otros tres sitios también fueron añadidos a la lista: el compuesto Zhagana y el sistema Mulberry Dyke y Fish Pond en Houzhou, ambos en China; y también un sistema de producción de té de Hadong en Hwagae-myeon, en la República de Corea.
Estas cinco nuevas adiciones al Sipam elevan a 44 el total de sistemas Sipam en 19 países, de ahí el valor del reconocimiento. Son pocos los que existen en el mundo.
Endo indicó finalmente que el conocimiento tradicional, en conjunto con la identidad cultural y “una relación armónica con la naturaleza”, pueden crear estos sistemas capaces de proporcionar alimentos.