Los científicos han advertido muchas veces que el consumo excesivo de drogas y de alcohol ejerce un efecto negativo sobre la salud. De igual forma, han señalado las consecuencias de fumar indiscriminadamente.
A lo largo de los años se ha demostrado que fumar daña los pulmones y beber atrofia el hígado. Y todo el mundo sabe que, aunque la ingesta controlada de cierto tipo de drogas tiene aplicaciones médicas muy beneficiosas para algunos trastornos físicos y psíquicos, los efectos sobre el cuerpo a largo plazo de la mayoría de las drogas llamadas lúdicas pueden ser graves e irreversibles.
Sin embargo, no es tan conocida la incidencia que tienen estas tres sustancias en el desempeño sexual de quien las consume.
Ni las drogas ni el alcohol son afrodisíacos
Santiago Frago, director del Instituto de Sexología y Psicoterapia Amaltea en Zaragoza, afirma que las drogas «no mejoran la capacidad de seducción ni la relación entre los sexos, sino que más bien la deterioran».
Y es que muchos piensan que ingerirlas es sinónimo de una relación íntima más «explosiva”, pero lo cierto es que con el tiempo las consecuencias terminan siendo demoledoras.
Un estudio realizado por el Boston Medical Group reveló que «la cocaína provoca un efecto de euforia general temporal, con una duración de 15 a 30 minutos, a la que sigue una sensación de tristeza y cansancio, la cual predomina durante un largo período de tiempo».
Por otra parte, después de analizar a 166 adictos a la cocaína durante la investigación, se evidenció que un 27% del grupo de estudio presentó dificultades para lograr una erección. Otro efecto fue la dificultad de llegar al orgasmo.
Respecto a las mujeres, la marihuana causa un problema de lubricación, lo que hace que las relaciones sexuales se vuelvan incómodas e incluso dolorosas. Y, a pesar del estudio realizado por la Universidad de Stanford que afirma que las personas consumidoras de marihuana practican el sexo un 20% más que el resto, son muchas las mujeres que aseguran sentir una disminución de la libido.
El tabaco es sinónimo de disfunción eréctil
La OMS estima que el 28% de los europeos fuman a diario y que más de mil millones de personas lo hacen en todo el mundo.
Además de los variados tipos de cáncer que puede producir, de la pérdida de audición y de los agravios al sistema nervioso, el tabaquismo es una de las causas más comunes de disfunción eréctil.
Las sustancias presentes en el cigarrillo afectan todo el sistema vascular, y eso incluye al pene. Además, tal y como aseguró la doctora Wiebke Neberich en un informe, los fumadores habituales tienden a ser ansiosos e inseguros, lo que termina por inhibir su deseo sexual.
Muy buen artículo. Enhorabuena.