En los últimos años, la población mundial ha crecido exponencialmente. Cada vez son más las personas que viven en grandes ciudades y el ecosistema urbano es más invasivo con el medio ambiente. El alto consumo de los recursos naturales pone en riesgo la sostenibilidad de la vida en general. Por eso la ecología urbana ha tomado un auge importante en la planificación y desarrollo de los complejos habitacionales. Pero, ¿en qué consiste la ecología urbana y cuáles son sus funciones en la vida urbana?
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La ecología urbana comprende el estudio de las relaciones de las personas con la naturaleza en las ciudades y de los sistemas naturales con las ciudades. Partiendo de esta definición de ecología urbana, se entiende que es un campo interdisciplinario relativamente nuevo que nació con la intención de examinar las influencias de los humanos en los ecosistemas naturales donde habitan. Para cumplir sus objetivos se apoya en otras ciencias como la antropología, la economía, geografía, sociología y hasta la salud pública.
Con los proyectos aplicados de ecología urbana se puede reducir el impacto negativo que ejerce la industrialización sobre la naturaleza. Esto es posible con la implementación de un ecosistema rural y urbano que ayude a lograr que las sociedades sean mucho más sostenibles y sustentables.
Entre las características de un ecosistema urbano resalta la alta densidad poblacional y una presencia dominante de edificaciones contra los recursos naturales. Sin embargo, desarrollo urbano y ecología no tienen porque ir divorciados. En la actualidad, se puede diseñar y levantar un ecosistema urbano más amigable con el medio ambiente. El concepto de zona urbana y la idea de sistemas ecológicos pueden combinarse con armonía para alcanzar un balance entre naturaleza y progreso.
Aunque desde principios de la humanidad grandes filósofos como Aristóteles e Hipócrates analizaron las bases de la naturaleza y la biología moderna, uno de los más importantes estudiosos fue el biólogo alemán Ernst Haeckel, quien es considerado el padre de la ecología.
Desde 1869, Haeckel inició estudios sobre cómo interactuaban los organismos vivos con el ambiente donde habitaban y explicó lo que es ecología. Fue también el encargado de promover en Alemania, las teorías de Charles Darwin sobre evolución, que reflejaban la adaptación de los seres vivos con las condiciones del entorno.
De igual forma, Jean Baptiste Lanmark estudió la evolución constante del medio ambiente y de cómo estos cambios afectaban a los seres vivos. Por su parte, Alexander von Humboldt recorrió durante años Latinoamérica y tuvo la oportunidad de analizar gran cantidad de flora, fauna y suelo; y la forma de coexistencia de estos con su entorno natural. Esto puede ser un antecedente lejano del significado de ecología urbana.
El Conde de Buffon también realizó grandes aportes a la ecología, principalmente con su Teoría de la Biosfera y sus estudios sobre evolución. Con sus tesis ayudó a entender lo qué es la ecología y sus impactos en la vida humana.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la humanidad empezó a aplicar ideas sobre ecología urbana para reducir los efectos negativos de la industrialización en el planeta. En ese entonces, se realizaron los primeros estudios de la ecología humana y etnológica, referidas básicamente al comportamiento de las comunidades humanas y su adaptación al entorno natural, se estudiaba la definición de ciudad sustentable y la aplicación de un ecosistema urbano para hacer la vida más inclusiva y sostenible.
También se llevó adelante la ecología política que impulsó la movilización social ante los daños ambientales causados por las formas de producción industrial. Para 1972, en Estocolmo, se realizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente. Allí se creó un programa ambiental sobre las ciudades sustentables y su importancia para la sociedad. Con el instrumento, se fomentaba la interacción del ecosistema urbano con la naturaleza, se plantearon los objetivos de la ecología y las funciones de la ciudad sostenible.
Entre los grandes exponentes de la ecología moderna, se destacan Ramón Margalef y Eugene Odum, cada uno por su cuenta, crearon modelos matemáticos para estudiar los fenómenos poblacionales y un ensayo de ecología y medio ambiente sobre la aplicación del ecosistema en los estudios ecológicos.
En las últimas décadas, el crecimiento poblacional en el mundo ha sido exponencial, curiosamente en el marco de interrogantes como qué es la ciudad o qué ecología puede aplicarse a los entornos humanos. Más de la mitad de la población vive en ciudades urbanas, lo cual ha producido un alto impacto en los sistemas naturales. El alto consumo de los recursos naturales es una de las características del ecosistema urbano. Las personas para poder vivir necesitan mínimamente aire respirable, acceso a los alimentos y al agua potable.
Los expertos en ecología comprenden la importancia de aplicar un ecosistema urbano sostenible que garantice la vida en el planeta. De acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente (AMEA) existe una estrecha relación entre la cantidad y extensión de áreas verdes en las ciudades con la calidad de vida en estos espacios urbanos.
Cuando se incorporan elementos verdes y espacios abiertos naturales como parques, jardines y humedales al paisaje urbano no solo se busca brindar un área social o de recreación, sino también darle una función ecológica a los complejos habitacionales y lograr establecer un ecosistema urbano sostenible y consciente.
La presencia de reservas naturales dentro de las ciudades ayuda a filtrar la contaminación ambiental urbana y a disminuir el calor que absorbe el asfalto y el hormigón. Además coadyuva en la renovación del aire y la producción de oxígeno y brinda un espacio para el desarrollo y vida de aves y animales silvestres.
La ecología ha desempeñado un rol importante en el desarrollo sostenible de la humanidad. No solo se ha limitado al estudio de las interacciones entre el entorno y los seres vivos que lo habitan, sino que además se enfoca en la planificación futura de un nuevo ecosistema urbano que ofrezca una mejor calidad de vida con la naturaleza. Pero, ¿para qué sirve la ecología? Estos son los roles y funciones más importantes de la ecología urbana:
Los ecoparques han sido una exitosa iniciativa en muchas ciudades urbanas ya que fomentan las prácticas de reciclaje, reutilización y reducción de los residuos y ayudan a entender lo qué es la contaminación urbana y cómo combatirla. Con la distribución de contenedores de reciclaje en varios puntos de la ciudad, se intenta separar y clasificar los residuos urbanos con el fin de considerar su reutilización. Esto ayuda además a reducir el riesgo a contraer enfermedades asociadas con el medioambiente y la contaminación ambiental urbana.
Para reducir las emisiones de carbono en el aire y mitigar la contaminación acústica, la ecología urbana busca promover la sustitución de vehículos automotores por el uso de medios de transportes alternativos como las ecobicis o vehículos híbridos en el marco de fomentar el desarrollo de ciudades sustentables donde prima una concepción de vida que es ecológica. Proyectos como las supermanzanas o los sistemas de horarios de circulación permiten fomentar una movilidad más sostenible en el ecosistema urbano que pueda repercutir positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
Cuando se proyecta y se planifica la gestión en el desarrollo de espacios urbanísticos se pueden aplicar medidas sostenibles y conscientes con el entorno natural. Al tomar en cuenta el organigrama de los factores ecológicos al momento de planificar, se logra reducir el impacto negativo en la biodiversidad y los sistemas naturales del entorno. Del mismo modo, la planificación como función de la ecología urbana, permite incorporar espacios verdes a las ciudades, armonizarlas con el entorno natural y reducir la contaminación en los espacios urbanos.
Tener una mayor conciencia de los riesgos de la contaminación ambiental urbana y del cambio climático solo se logra con educación. Por ello, la ecología urbana plantea el fomento de la educación medioambiental, de manera que las personas sean más responsables con el medio ambiente y aprendan a tomar y aplicar medidas ecológicas en su vida cotidiana para reducir el impacto en el entorno natural.
De las características del ecosistema rural reducir el gasto y consumo de energía es otro de los aspectos importantes de la ecología urbana. Se debe estructurar una red eficiente para el abastecimiento y la dependencia de los recursos naturales para generación de energía para disminuir el consumo de materia natural, ocupación del suelo y la generación de residuos.
Con la aplicación de la agricultura urbana se pueden contribuir con el aumento de la calidad de los alimentos saludables, preservar el agua en ríos y lagos; y al desarrollo de espacios verdes abiertos funcionales y productivos, que además pueden incorporarse al paisaje urbano como un atractivo para residentes y visitantes.
La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU, aprobada en septiembre de 2015, ha planteado entre sus objetivos lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean más inclusivos, seguros y resilientes con el medio ambiente. Se han fijado metas factibles que permitan incorporar al ecosistema urbano los recursos naturales para garantizar la sostenibilidad de las nuevas ciudades. A continuación un listado de los objetivos planteados para la concreción de una imagen urbana sostenible:
Para garantizar la sostenibilidad del ecosistema urbano actual el uso y acceso de una energía sostenible es fundamental. Para 2030 se aumentara la proporción de energía renovable y se duplicará la tasa mundial en la eficiencia energética.
Solo la mitad de la población urbana cuenta con un acceso conveniente al transporte publico. Por esta razón, se promoverán sistemas de transportes más asequibles y seguros para mejora la seguridad vial. De esta forma, se reducirá la contaminación acústica y los congestionamientos viales.
Se buscará mejorar la gestión de los residuos en los complejos urbanísticos y aumentar la calidad del aire para mejorar la urbanización inclusiva y sostenible.
Otro de los puntos fundamentales para 2030, es la incorporación de la mayor cantidad de espacios verdes en el ecosistema urbano para que las personas, sobretodo niños, adultos mayores y personas con discapacidad puedan contar con un acceso universal a áreas públicas y verdes que sean seguras y inclusivas.
Con la intención de fortalecer el desarrollo nacional y regional del ecosistema urbano y la ecología rural se apoyarán los vínculos económicos, ambientales y sociales entre las zonas urbanas y rurales con mayor asentamiento humano.
La conciencia mundial sobre la ecología urbana y su importancia en la incorporación del ecosistema urbano y las nuevas ciudades se ha afianzado en los últimos años. Organizaciones y líderes del mundo han adelantado proyectos de apoyo y fortalecimiento de prácticas ecológicas en los desarrollos urbanos.
Consciente de la necesidad de las ciudades sostenibles y su importancia para la sociedad, la Unión Europea aprobó, el pasado mes de abril, el “Programa Life 2021-2027” como una iniciativa de ecología urbana en la región. El proyecto de financiamiento estará dedicado exclusivamente a la acción medioambiental y climática, en favor de la naturaleza y la calidad de vida de los europeos.
Con un presupuesto de 5.400 millones de euros, el instrumento financiará proyectos de ecosistema urbano dirigidos a la ejecución de medidas de adaptación y moderación de los efectos del cambio climático, al uso eficiente de la energía y a la optimización de una economía circular.
La iniciativa se conforma como una de las más ambiciosas de los últimos tiempos en ecología urbana, lo que refleja la alta conciencia que el mundo está tomando frente a la problemática ambiental y de lo qué es un ecosistema urbano.
Los proyectos deberán aplicarse tanto por el sector público como el privado, demostrar un interés y beneficio multinacional. También debe tomar en cuenta las características de como y versar sobre temas como el mantenimiento y preservación de la biodiversidad, mitigar las emisiones de carbono y mejora la calidad del medio ambiente, entre otros. El instrumento de financiación, desde su fundación en 1992, ha ayudado a materializar a más de 5.000 proyectos d ecología urbana en la UE y otros países.
Inauguradas en 2016, las supermanzanas del barrio Poblenou de Barcelona, España representan un novedoso plan de movilidad que ayuda a reducir el tráfico motorizado y el ruido ambiental en las localidades urbanas.
Consisten en la conexión de una red de calles que abarcan un espacio de 400 por 400 metros, con el objeto de liberar hasta un 60% de tráfico automotor y de incorporar áreas verdes y multifuncionales a la comunidad.
El tránsito motorizado solo se permite en las vías perimetrales. Las calles interiores son exclusivas para el paso peatonal, y excepcionalmente se podra permitir el ingreso automotor por emergencias, servicios, cargas o el paso vehicular de residentes.
Hasta la fecha, se han implementado con gran aceptación nuevas células urbanas en otras localidades de Barcelona como Les Corts, Hostafrancs, L’Eixample, Glòries pero se busca replicar en otras ciudades.
En México han trabajo en la definición de ecosistema urbano sostenible. En los últimos años han adelantado importantes proyectos ecológicos con la intención de reducir el impacto negativo en los sistemas naturales. “Viaverde” es uno de los programas más ambiciosos e importantes en desarrollo para incorporar al ecosistema urbano más espacio natural.
“Viaverde” consiste en convertir en jardines verticales a las más de mil columnas de concreto que sostienen la vía rápida principal de Ciudad de México, incorporando de esta forma unos 27 km de espacios verdes a la ciudad. El proyecto de naturalización urbana no afecta el hormigón de las estructuras y favorece la regulación térmica y ayuda a aumentar la calidad del aire.
Bajo el lema “lluvia para todos”, el proyecto mexicano Isla Urbana se enfoca en la recolección de lluvia, de una forma práctica y eficiente, para abastecer de agua a comunidades con poco o escaso acceso al líquido vital.
Con el sistema de captación se puede brindar al ecosistema urbano un servicio de agua de alta calidad y pureza; además se reducen el consumo y la extracción de los acuíferos, permitiendo un mejor balance hídrico que suministre agua durante la temporada seca. Según datos presentados por las Naciones Unidas para el año 2030 el mundo podría estar enfrentando un déficit del 40% del agua. Con este proyecto de ecología urbana, México pretender reducir ese impacto en la sociedad.
Curitiba es conocida como la capital ecológica de Brasil. Ha implementado un proyecto educativo de ecología dirigido a impartir conocimientos y prácticas ecológicas en las comunidades. Se han enfocado en entender qué es una ciudad urbana sostenible y se busca crear conciencia en los ciudadanos y que sean responsables con el medio ambiente.
El programa “La basura no es basura” ha enseñado a casi toda la población a realizar prácticas de reciclaje lo que ha repercutido positivamente en la comunidad.
La iniciativa de los Corredores Verdes en Chile consiste en una estrategia de planificación con la cual se busca conectar recursos naturales y culturales, capaces de brindar servicios ambientales, sociales y ecológicos al ecosistema urbano. Los proyectos de ecología urbana se están programados para funcionar en diversas ciudades como Santiago, Pichilemu y San José, posibilitando imágenes de lo urbano sostenible a nivel nacional.
En definitiva, la aplicación de la ecología urbana es muy importante para el desarrollo de las nuevas ciudades. Se ha demostrado que incorporar espacios verdes y recursos naturales al ecosistema urbano es beneficioso para la sostenibilidad de la vida y el planeta. Expertos continúan luchando para alcanzar la armonía entre desarrollo y naturaleza; y crear espacios urbanos de vida de calidad y con consciencia en el planeta.